El Informe de Cuentas Nacionales para el segundo trimestre de 2022 que publicó el Banco Central del Uruguay (BCU) el viernes 16 refleja “una aceleración del crecimiento, mejor de lo esperado”, explicó a Sala de Redacción, el economista y gerente de la consultora CPA Ferrere, Nicolás Cichevski. “Lo que viene más rezagado es la recuperación del consumo, más que nada por el sector turístico”, dijo, en alusión a que el sector no ha recuperado sus niveles prepandemia. También señaló que al observar los datos de 2021, “sí hay un efecto rebote o arrastre, cuando se reabrieron las actividades en julio y agosto”. Aun así, aclaró que el Producto Interno Bruto (PIB) “ya está creciendo por encima del nivel de 2019” y que “por lo tanto, ya no estamos rebotando de la caída de 2020 y primeros meses de 2021″. En ese sentido, se refirió al crecimiento de la economía entre el primer y el segundo trimestre de 2022: “ese 1,1% ya no representa un rebote porque casi todas las actividades estaban reabiertas”, indicó.

En términos interanuales, el PIB en el segundo trimestre de 2022 registró un aumento de 7,7%, compuesto por “un aumento de 7,8% en el volumen físico del Valor Agregado Bruto (VAB) a precios básicos y un incremento de 6,9% de los impuestos netos de subvenciones sobre los productos”, según el informe. También, se registró un crecimiento de 1,1% con respecto al primer trimestre de 2022. Estas cifras se deben, principalmente, al rendimiento de la producción y venta de soja, y la normalización de las circunstancias sanitarias del país, acompañados de la incidencia de los servicios educativos. 

En junio, la Encuesta de Expectativas Económicas del BCU reveló que se estimaba un crecimiento de no más de 6%. Ante esto, Cichevski respondió que, más allá de la importancia de la cosecha de soja -principal componente del crecimiento registrado -, “era difícil calibrar cuánto iban a rebotar los sectores más afectados, como enseñanza y comercio, con respecto a 2021”. Acerca de posibles estimaciones para el resto de 2022, respondió que este último crecimiento “marca un piso para el resto del año del entorno del 5%”. Además, apuntó que el escenario internacional se vuelve más complicado, por la desaceleración del crecimiento de China y el alza de tasas de interés de Estados Unidos. 

Casi todos los sectores económicos presentaron aumentos en su valor agregado, con respecto al desempeño interanual, al comparar los segundos trimestres de 2021 y 2022. El sector agropecuario, de pesca y minería tuvo un crecimiento de 17,2% que se explica, principalmente, por las actividades relacionadas a la agricultura y la forestación. El sector de energía eléctrica, gas y agua aumentó en 11,2%, porque en la generación de energía eléctrica subió la participación de la fuente hidroeléctrica por sobre la energía térmica. El ítem que engloba salud, educación, actividades inmobiliarias y otros servicios presentó un crecimiento de 11,1%, en el que se destacan las actividades recreativas y los servicios educativos públicos y, en menor medida, privados, por la escasez de clases presenciales durante 2021; en los servicios de salud, las cifras se mantuvieron casi idénticas. Además, se registraron aumentos en los sectores transporte y almacenamiento, información y comunicaciones (9,5%), en actividades profesionales y arrendamiento (8,2%), en comercio, alojamiento y suministro de comidas y bebidas (6,1%), servicios financieros (5,4%), construcción (4,9%) e industrias manufactureras (2,1%). 

Por otra parte, se registró un aumento interanual de la demanda interna reflejado en el gasto de consumo final (6,1%). Este indicador se compone por el aumento del gasto en hogares (5,6%) -dado por el gasto en viajes al exterior y en servicios de transporte de pasajeros y enseñanza- y en el gobierno (8%), vinculado al “incremento en los servicios de educación pública, que fue parcialmente compensado por menores gastos en servicios de salud”, expresa el informe.

En el área de comercio exterior, interanualmente, las exportaciones de bienes y servicios aumentaron 16,3%, mayoritariamente por la venta de soja, carne bovina, vehículos automotores y celulosa. Las importaciones aumentaron 9,7%, especialmente por alimentos y bebidas, maquinaria y equipo de transporte, autopartes y piezas de repuesto, entre otros. 

Conceptos clave
El Producto Interno Bruto (PIB) se define como el valor total del conjunto de bienes y servicios finales producidos por una economía en un determinado período. En Uruguay se calcula como la suma del consumo, la inversión y las exportaciones netas de la economía. Esto se realiza calculando el valor agregado bruto a precios básicos, es decir, cuánto se incrementa el valor de un bien o servicio a consecuencia de su proceso productivo o distributivo, y los impuestos correspondientes menos las subvenciones.

Desde el enfoque del gasto, se calcula el gasto de consumo final – para hogares y para el gobierno -, que mide cuál es el gasto realizado en bienes y servicios de consumo inmediato, y la formación bruta de capital, que mide el valor de generación y adquisición de activos fijos. Sumado a esto, se calcula la balanza comercial de bienes y servicios, en la diferencia entre exportaciones e importaciones.

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