“Lo que pasó no es una cosa de Facultad de Ciencias, sino que es la cristalización de un proceso”, expresaron a Sala de Redacción integrantes del centro de estudiantes C100, y agregaron: “es histórico; es fruto de algo colectivo que esperamos que siga unificándose y que llegue a todas las personas de la Universidad”.
Por unanimidad de votos, el Consejo de la Facultad de Ciencias resolvió en la noche del jueves 7 proponer la destitución del docente grado 5 de Matemática Martín Sambarino. El pedido llegó días después de que trascendiera que el matemático únicamente recibiría una sanción de seis meses, algo que fue duramente criticado por la Red Temática de Género de la Universidad de la República (Udelar). Según supo Sala de Redacción, Decanato no va a emitir comunicados ni hacer declaraciones antes de la reunión del Consejo Directivo Central de la Udelar, que tomará la última resolución.
La investigación comenzó en 2019, cuando Adriana Da Luz, egresada de la Facultad de Ciencias, denunció a su docente por acoso sexual. Tras meses de estancamiento, defensas a favor del denunciado y una contradenuncia de su parte, la Dirección General de Jurídica de la Udelar concluyó que en la acusación de Da Luz surgen elementos que dan “credibilidad objetiva y verosimilitud” a su relato. La actualmente egresada de Facultad de Ciencias describió en su denuncia que desde el principio los profesores proponían “un trato muy personal” con los alumnos, que eran invitados a salir y tomar alcohol con docentes, algo “completamente normalizado”.
En aquel entonces, Sambarino apuntó contra Da luz y manifestó que, al difundir su nombre, atentó contra la privacidad garantizada por el protocolo de la Comisión Central de Prevención y Actuación ante el Acoso y la Discriminación (CPAAD). De acuerdo a sus palabras, la denunciante tuvo “la clara intención de mancillar mi honorabilidad, viciando la neutralidad e imparcialidad del proceso”. El sumario realizado por el Consejo de la Facultad de Ciencias, firmado por la responsable de Jurídica, Mariana Gulla, estableció que los narrados “no son hechos de la vida privada del profesor Sambarino, en la medida en que fueron denunciados ante esta institución en virtud del vínculo docente-estudiante”. Por lo tanto, se aplica la potestad disciplinaria de la Udelar. La investigación determinó que Sambarino cometió “falta administrativa grave en tanto ha desarrollado un comportamiento inadecuado a la función docente que desempeña y por tanto su conducta debe ser sancionada”. El rector, Rodrigo Arim, expresó en ese momento su solidaridad con la denunciante y explicitó que se trataba de “relaciones de poder asimétrico” que deben atenderse con medidas “claras”.
Poco antes de la denuncia de Da Luz, en mayo de 2019, la doctora Jana Rodríguez Hertz había expuesto en Twitter que sufrió acoso laboral y sexual por parte de Jorge Lewowicz en el Centro de Matemáticas de la Facultad de Ciencias (CMAT). Luego de narrar las situaciones de acoso, recibió el apoyo a través de una carta pública firmada por alrededor de 300 matemáticos que expresaban su preocupación por lo acontecido.
Aunque la Facultad de Ciencias cuenta desde 2020 con una Comisión de Equidad y Género, aún no trató esta situación en particular. En diálogo con Sala de Redacción, la abogada e integrante de la comisión, Mariella Fiorito, dijo que tienen el seguimiento de “algunos casos” pero este nunca estuvo en sus manos: “Estamos totalmente ajenas”. El centro de estudiantes emitió un comunicado en el que expresó que, a pesar de reconocer el trabajo de esta comisión, es necesario cuestionarse si es suficiente. De acuerdo al documento, hay que fortalecer estos espacios y asignar más recursos “para que se pueda dar un abordaje integral a la temática”. Ante lo expuesto en el informe final, consideraron que el Consejo debe priorizar la profundización de procesos de sensibilización y prevención “que construyan espacios sanos, libres de acoso, violencia y discriminación”.
Las integrantes del C100 consultadas por Sala de Redacción resaltaron que “para una denuncia sexual no es suficiente un tratamiento solo jurídico y administrativo” y que ante eso, “la Universidad tiene algo para repensar”. Además de rechazar la demora del proceso, las estudiantes señalaron la carencia de herramientas de la Udelar a la hora de tratar un caso que “no es un problema del ámbito privado”, sino que compete a toda la comunidad. Según explicaron, existe un ambiente de complicidad alrededor de los hechos de acoso y abuso. “Después de la denuncia hubo un montón de cartas a la opinión pública, que incluso incluyeron a un ex rector y a una actual decana, que normalizan estos hechos”.
“Hay una lucha a dar en nuestros espacios, que nos interpela a todas, todos y todes, como el poder decir «no» ante situaciones que son abusivas, pero también cuando vemos otra, el poder interactuar”, plantearon las jóvenes, quienes luego de destacar lo positivo de este logro, apuntaron a un futuro de trabajo y reflexión. De acuerdo a sus palabras, la destitución de Sambarino es la “cristalización” de un proceso impulsado por docentes y alumnos que debe llegar a todas las personas de la Universidad para cuestionar la construcción de los espacios y el lugar de “la verdadera inclusión”.
Agustina Tubino / Lucía Silveira