Con la pandemia y el cambio de autoridades, los integrantes del Espacio MEC de Casavalle no recibieron más lineamientos que quedarse en sus casas. Fue entonces que la coordinadora del espacio en el barrio, Ana Laura Pereyra, impulsó junto a un grupo de voluntarios el desarrollo de una herramienta virtual de interacción con los niños y sus padres. Pereyra comentó a Sala de Redacción que el proyecto comenzó a funcionar en el barrio Casavalle en octubre de 2016. Debido a la demanda de otras poblaciones, en 2018 se abrió una nueva sede en Malvín Norte y en 2019 en Cerro.  

Si bien existe un espacio físico en Casavalle que se encuentra dentro de la policlínica de la zona y está ambientado especialmente para niños, también se brindan talleres en instituciones educativas. Pereyra explicó que hasta la llegada del coronavirus se trabajaba “con 10 escuelas de la zona sobre temáticas tales como danza, recreación, juego, música y patín”. También destacó que la población a la que están enfocados incluye a niños de 6 a 12 años, ya que son quienes más atención le dan a las actividades. 

Debido a las medidas de aislamiento social por la covid-19 y al cierre de gran parte de las instituciones públicas y no públicas de educación, los Espacios MEC fueron cerrados desde el 16 de marzo hasta nuevo aviso, indicó a Sala de Redacción el coordinador general de esta área dentro del Ministerio de Educación y Cultura, Leonardo Rodríguez. A su vez, se interpuso en medio de la pandemia el cambio de gobierno, situación que devino en el ingreso de nuevas autoridades a todas las instituciones públicas. Pereyra planteó que en ese marco “el lineamiento que hay es estar en nuestras casas y listo, nadie nos dio el lineamiento de trabajar”.

Desde la Dirección Nacional de Cultura del ministerio se creó una plataforma llamada “Cultura en casa” para difundir contenidos de forma virtual. También se han entregado canastas alimenticias y materiales didácticos a niños y adolescentes, actividad que se gestiona a través del Ministerio de Desarrollo Social. “Estamos colaborando con la entrega de 130 kilos de frutas que el ministerio había utilizado como parte de un programa dirigido a sus funcionarios”, comentó Rodríguez. Sin embargo, la situación de falta de recursos que vive la población del barrio y la demanda de los habitantes para volver a tener espacios culturales hicieron que Pereyra decidiera crear un grupo de apoyo voluntario para cubrir esas necesidades.

Desarrollo del proyecto

Fueron variadas las necesidades que reclamó el barrio a la coordinadora del Espacio MEC de Casavalle, como actividades relacionados al juego y al entretenimiento, contención en el aspecto emocional, en el cuidado alimenticio y el relacionamiento intrafamiliar para evitar situaciones de violencia dentro del hogar. 

El objetivo es continuar la comunicación con el barrio y no perder de vista a la población que necesita ayuda, lo que se aborda mediante la interacción a través de Whatsapp entre los vecinos y los voluntarios. Para llevarlo adelante, Pereyra decidió convocar al proyecto a Andrea Machado, activista social y licenciada en Psicología, quien se encargó de realizar un llamado mediante redes sociales para sumar colaboradores. 

Los voluntarios que forman parte hoy de este nuevo impulso de colaboración voluntaria son seis profesores del MEC que ya trabajaban desde antes con los vecinos del barrio y alrededor de 20 voluntarios que decidieron sumar su apoyo semanas atrás. Hay chefs, una bióloga humana, médicos, así como también maestros, educadores especializados en lactancia y educación sexual, psicólogos, una enfermera, una nutricionista, comunicadores y diseñadores. Todos ellos organizan los contenidos que van a ser enviados a las familias. 

En el grupo decidieron formar comisiones para el mejor resultado de las actividades y organizar la información en un documento online, en el que cada integrante plasma sus ideas en el momento que lo cree necesario o lo demanda la población. Machado expresó a Sala de Redacción que es importante “que lo que les llegue les haga bien, que sean materiales descontracturados y de aprendizaje para que puedan relajarse y divertirse a la vez que informarse”

Los contenidos le llegan a las familias a través de estados de Whatsapp. Es el adulto el que primero ve la información, la acepta o no y hace de nexo con el niño, quien después responde con videos o imágenes por chat. La familia también participa: “la idea es que sea colectivo y que ellos también se sientan activos y partícipes de este proyecto”, comentó la psicóloga.

Rodríguez reconoció que no fue desde el MEC que surgió la iniciativa, aunque de todas formas planteó que se alienta “el trabajo desde una perspectiva positiva, cada territorio se dejó en manos de ellos, los encargados de los barrios”. Por otro lado, expresó su apoyo y planteó la probabilidad de oficializar más adelante la propuesta desde el ministerio: “Yo lo veo muy bien al trabajo que se está realizando en este proyecto desde los docentes y voluntarios, me parece muy importante que de alguna manera lo podamos institucionalizar”, concluyó el coordinador general de los Espacios MEC. 

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