El subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Juan Ignacio Buffa, dijo a Sala de Redacción que el comité asesor de emergencia agropecuaria se reunirá hoy miércoles para llevar a cabo una evaluación de “parámetros objetivos”. Entre estos se incluyen la “radiación, las precipitaciones y el crecimiento del pasto”, que han experimentado notables cambios en los últimos meses debido a las condiciones climáticas. 

Buffa destacó que Uruguay se encuentra “en una situación completamente diferente a la de hace seis o siete meses, gracias a las lluvias que han mejorado significativamente estos indicadores”. Sin embargo, persisten desafíos en algunas áreas, como en el departamento de Canelones, donde productores rurales siguen “enfrentando complicaciones”, agregó.

Sobre la continuidad del respaldo financiero y técnico para los agricultores, el subsecretario expresó que “también se está considerando la viabilidad de mantener medidas que alivien los impactos de la sequía”. Hizo hincapié en que los efectos de la escasez de agua se manifiestan con un desfase, y que todavía se están analizando las necesidades en curso: “no sé si se implementarán nuevas medidas, o si se mantendrán las medidas que se tomaron durante la emergencia agropecuaria”, sostuvo.

Además señaló que los cultivos de invierno, como el trigo, la cebada y la colcha han mostrado una notable resistencia a las condiciones de sequía que prevalecieron durante gran parte del año, y destacó que “la colcha fue la más afectada debido a dificultades en su implantación”.

Buffa advirtió que “los productores se preguntan qué pasará en octubre y noviembre si se plantan las precipitaciones; es un momento que complica por un tema de enfermedades de los cultivos de invierno”, y agregó que actualmente se encuentran bien.

Asimismo, Buffa indicó que hay un aumento significativo en la “intención de plantar tempranamente maíz de primera”. La siembra temprana permite la plantación de cultivos antes del inicio de la temporada principal, con el propósito de aprovechar las condiciones climáticas favorables y asegurar cosechas anticipadas. Los agricultores “tienen esperanza en relación con este cultivo” ya que las condiciones lluviosas lo benefician. En la misma línea, resaltó a Sala de Redacción el estado favorable de las “pasturas y el campo natural”. Esta mejora en la vegetación es especialmente significativa dado que, “hace seis meses, la situación era crítica debido a la falta de pasto”. A pesar de la recuperación, el subsecretario advirtió que los efectos de la sequía persisten, y que “la faena se encuentra un 20% por debajo de los niveles de años anteriores”.

Perspectivas climáticas trimestrales

Guadalupe Tiscornia, coordinadora e investigadora en la Unidad de Agroclima y Sistemas de Información del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) en la regional de Las Brujas, compartió detalles con Sala de Redacción sobre las perspectivas climáticas trimestrales que podrían traer un respiro a la agricultura uruguaya. Destacó que las proyecciones climáticas, “indican un cambio significativo en el escenario climático para los próximos meses”, basadas en datos del Instituto Internacional de Investigación para el Clima y Sociedad de la Universidad de Columbia, así como en la colaboración con el Instituto Uruguayo de Meteorología (INUMET) y la Universidad de la República. 

Según la experta, lo que “se está previendo es un efecto del fenómeno del niño”, que impacta a nivel de precipitaciones y temperaturas en el país, principalmente en primavera y verano. Para el trimestre que viene se pronostican “mayores probabilidades de lluvias por encima de lo normal”, y temperaturas más cálidas de lo habitual. “La situación que se está viendo es que en algunos lugares ya está tendiendo a revertirse el déficit hídrico de estos últimos tres años”, afirmó Tiscornia.

Por otra parte indicó que “se espera que en la próxima primavera y verano, las condiciones sean bastante más benevolentes para el sector en general”, y pensando particularmente en el sector ganadero, para “el crecimiento de forraje para ganado y los cultivos de verano”.

Además, Tiscornia destacó que las “elevadas temperaturas, combinadas con las precipitaciones y la humedad, pueden desencadenar enfermedades en función de cómo se desarrolle el año”. Para ejemplificar este punto, Tiscornia mencionó los cultivos de trigo y señaló que en el sitio web del INIA, específicamente en la sección dedicada a la Unidad de Agroclima y Sistemas de Información (GRAS), proporcionan pronósticos sobre el Deoxinivalenol (DON), una micotoxina que afecta al trigo. “Actualizamos estos pronósticos dos veces por semana y ofrecemos previsiones para los próximos días”. Por lo tanto, “cuando las condiciones climáticas implican temperaturas elevadas y lluvias, aumenta significativamente el riesgo de que aparezca esta enfermedad”, afirmó. “Gracias a estas alertas, los agricultores pueden ir al campo y realizar inspecciones más exhaustivas”, concluyó

José Luis Aguiar y Mayra Silvera

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