Corría la segunda mitad de la década del 60′ en Montevideo. En el afán de querer difundir su música, El Kinto y Horacio Corto Buscaglia craneaban aquella suerte de Woodstock uruguayo -como más de un melómano eligió llamarlo- donde se conjugaron candombe, rock, tango, jazz y bossa nova. Aquellas recordadas presentaciones en el teatro El Galpón, conocidas bajo el nombre de “Musicasiones”, supieron contar con la participación de artistas como Diane Denoir, Gastón Dino Ciarlo y Federico García Vigil. La primera sesión fue el 21 de junio de 1969 y luego se dieron 13 presentaciones más.

A partir de las grabaciones de aquellos espectáculos en vivo, Carlos Píriz -por entonces técnico de sonido del sello Sondor– tuvo la idea de editarlas y armar con ellas lo que se convertiría en uno de los discos más míticos de la música popular uruguaya: Musicasión 4 ½. En la obra, temas como Príncipe Azul, Suena blanca espuma y Mejor me voy son brillantemente intercalados por los recordados mojos de Buscaglia, que son pequeñas intervenciones que realizaba en las presentaciones, basadas en un humor absurdo en forma de prosa. 

Hoy, a 50 años de aquella primera edición, un hallazgo casi fantástico de versiones inéditas, completas y originales ha inspirado la reedición en formato de vinilo de una obra única. Así lo anunció el sello discográfico argentino Sonamos, de Juana Molina y su socio Mario Agustín González. 

El hallazgo 

“La cosa fue así”, comenzó González en entrevista con Sala de Redacción: “Al hijo de Carlos Píriz, Joaquín, lo conozco desde hace unos años”, contó, y agregó que Joaquín siempre supo del fanatismo de González hacia su padre. “No solo como productor discográfico”, justificó, “sino porque acá en Argentina construyó y diseñó los mejores estudios de grabación”. Fue justamente a raíz de ese vínculo que, el año pasado, el hijo de Píriz llamó a González para contarle que en la mudanza de su madre aparecieron algunos discos que podían ser de su interés.

“Fui chocho a buscarlos”, dijo aún emocionado González y narró que al llegar a la casa se encontró con unas cajas al lado de la puerta, en las que se podían entrever lomos de cintas. Tras pedir permiso, la familia del técnico le dijo que se las lleve. González se llevó todo, incluso algunos otros discos que aparecieron luego en el altillo de esa misma casa, muy sucios y abandonados. Cuando llegó a su casa revisó las cintas una a una, hizo una sola escucha y las digitalizó. “Mientras las escuchaba descubrí canciones inéditas del Kinto, entre varias cosas más, como el máster completo de Concierto Vip de 1966, que supone ser la primera grabación de Ruben Rada como cantante”, dijo sobre el hallazgo. González contó que incluso aparecieron cintas con composiciones que por aquella época usaban como música incidental en las presentaciones en vivo, ya que estaba “especialmente grabada para poner en los parlantes y que nunca nadie pudo volver a escucharlas en otro momento”, explicó.

Por su parte, en más de una oportunidad Molina nombró a Musicasión, junto a Mateo Solo Bien Se Lame de Eduardo Mateo, sus discos de cabecera. “Mi papá estuvo de novio mucho tiempo con la música uruguaya Vera Sienra y supongo que fue a través de ella que se conectó con todos esos artistas, o al menos con Mateo”, contó. Su padre, el ya fallecido cantante de tango Horacio Molina, trabajó en más de una oportunidad junto a Eduardo Mateo y fue justamente así que esos dos discos llegaron muy tempranamente a su vida, cuando ella era apenas una niña. 

La idea

“Mario [González] me comentó que este año se cumple el 50º aniversario de Musicasión 4 ½”, continuó Molina. Precisamente, a partir de la sorprendente coincidencia del hallazgo musical y el aniversario del disco, ambos decidieron lanzar su sello discográfico, con el que recientemente editaron uno de los discos de Molina, Segundo. “Decidimos como primera medida ponernos en contacto con Carlos Piriz, que fue el artífice de ese disco, a pesar de que fue una idea de Mateo y Buscaglia”, explicó, y admitió que nunca esperaron que su reacción fuera la de ofrecerles aún más material para su proyecto. “Nos quedamos sin palabras, porque realmente esperábamos lo peor”, expresó en relación al miedo que les generaba la sola idea de que Piriz les exija la devolución de todo aquel material y su proyecto se viera frustrado. 

Una vez llegado al acuerdo con Piriz, fueron llamando a cada uno de los músicos responsables de aquel disco para contarles lo sucedido y compartirles la idea. “Primero llamamos a los músicos [vivos]”, contó Molina, para luego contactar a las familias de los ya fallecidos. La sensación general de todos ellos ante la noticia fue de total conmoción y alegría, según contaron los dos entrevistados. “El primero de los músicos al que llamamos fue Urbano Moraes, porque habían aparecido unas grabaciones que él daba por perdidas y nosotros sabíamos de eso”, explicó Molina. “Eso lo puso muy contento, se reía mucho. Fue un fin de semana de idas y vueltas por Whatsapp con mucha excitación”, recordó. Después de Moraes, el contacto siguió por Rada, luego con Denoir, después con Martín Buscaglia -hijo de Horacio- y, finalmente, con Verónica Indart. A propósito de esta comunicación con los músicos desde el otro lado del charco, Molina expresó que, además de que toda la situación les resultó emocionante, lo que más les gusta de este proyecto es la alegría compartida por todos los involucrados. 

Por su parte, González agregó que incluso los miembros de Sondor, sello discográfico al que le licenciaron el disco para poder hacer esta reedición, “están muy contentos de que haya aparecido nuevo material”. Vale destacar que Musicasión 4 ½ tuvo en total cuatro ediciones: la original, de De la planta, la segunda, a cargo de La Clave, la tercera, de Sondor y una cuarta de Posdata-Sondor.

Reviviendo 

Según contó Molina, esta nueva versión del disco constará de dos volúmenes. El primero consistirá en uno idéntico al originalmente editado por De la planta, mientras que el segundo contará con 13 temas inéditos junto a otros que “fueron editados en aquel momento, pero con un sonido espantoso”. Adelantó también que, luego del vinilo, otra de las ideas es poder lanzar una versión en formato CD a la que ella elige llamar “enciclopedia antológica” o “antología enciclopédica”. Este buscará ser “un disco de consulta”, en el que los más aficionados puedan encontrar absolutamente todos los temas, incluso en sus versiones más completas. 

Respecto a la calidad del sonido a la que apuntan, ambos compartieron la intención de lograr que todo suene “lo más parecido a lo que era su sonido original”. A propósito de esto, Molina criticó el hecho de que hoy “se le inculque a la gente que todo lo que no suena tan bien es sinónimo de malo”. Por su parte, González señaló que se respetará cómo suenan las primeras versiones de Musicasión, algo que según el entrevistado será un “shock”  y relató que incluso resulta difícil de reconocerlas si se las compara con las hoy más escuchadas. 

Según los entrevistados, el notorio incremento de la fabricación de vinilos en el último tiempo ha generado un retraso en la entrega de las copias, por lo que aún desconocen cuándo comenzarán con la pre venta. “Eso es algo que nos impacienta, porque nosotros ya tenemos todo listo, pero dependemos de la fábrica”, culminó Molina.

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