Durante más de dos horas, alrededor de 300 vecinos del Municipio B de Montevideo escucharon el jueves a concejales vecinales y municipales, al alcalde Carlos Varela, y a voceros de las distintas redes que trabajan en “la capital de la capital”. Fue la rendición de cuentas de lo realizado en 2018 por el gobierno local y las proyecciones para 2019 y 2020. En el Municipio B habitan 148 mil personas y más de 400 mil ingresan diariamente a trabajar o estudiar en sus ocho barrios: Ciudad Vieja, Centro, Barrio Sur, Parque Rodó, Cordón, Palermo, partes de La Comercial y Aguada.

Concurrieron autoridades del gobierno departamental como el director de Transporte, Pablo Inthamoussu, y el intendente en funciones Juan Canessa. A diferencia de otros años, no fueron dirigentes de la oposición, a excepción de la concejala municipal Soledad Martínez y el concejal suplente Pedro Silva, ambos del Partido Nacional. A menos de veinte cuadras de allí se realizaba en simultáneo el cabildo abierto del Municipio CH, gobernado por el nacionalista Andrés Abt. El su discurso, la concejala frenteamplista Ivonne Quegles mencionó el clima de entendimiento y trabajo conjunto con la oposición.

El cantante Jorge Nasser cerró el encuentro con algunos de sus temas, como “Amo este lugar”, cuyas estrofas encontraron eco en los asistentes.

Juan Canessa, intendente en funciones, saluda al alcalde Carlos Varela. Foto: Christian Macías.

Los números y los anuncios

En total, el presupuesto municipal de 2018 fue de 120 millones de pesos, de los cuales se utilizó el 96 por ciento (115 millones). Solamente mantener el ornato público insumió el 34 por ciento del presupuesto ejecutado, más que cualquier otra área del rubro de inversiones (63 por ciento del presupuesto). En 2018 se retiraron más de 300 árboles que tenían algún tipo de enfermedad o riesgo de caída, y se plantaron 1.800. El alcalde aclaró que “menos del 10% son plátanos”, lo que motivó a uno de los pocos aplausos espontáneos del público. Varela destacó que durante 2018 continuaron los trabajos de poda a un ritmo que permitió disminuir el atraso acumulado de diez a sólo dos años de trabajo.

El municipio había anunciado en 2017 que comenzaría el proceso licitatorio para cambiar las luminarias de las calles secundarias por otras de tecnología LED. Sin embargo, en 2018 dio a conocer que la licitación había quedado trunca y que se realizaría otra que asegura mayor transparencia. En su oratoria, Varela no lo mencionó. Consultado por Sala de Redacción, respondió que la nueva licitación no ha terminado y que su intención es comenzar el recambio antes del fin del mandato. Otro de los objetivos para 2020 en materia de vialidad consiste en construir rampas de accesibilidad en el 100% de las esquinas del municipio, meta que ya tiene un avance del 70%, informó el alcalde.

La Ciudad Vieja fue una de las zonas más mencionadas durante la presentación, por haber concentrado una importante cantidad de obras en este período. El alcalde repasó las mejoras en la iluminación, la construcción y reforma de plazas, y la instalación de “zonas de descanso” con bancos y plantas en veredas que fueron ensanchadas. El municipio planea hacerse cargo del Solar de Artigas (ubicado en la esquina de Colón y Cerrito), parcela donde nació el prócer y en la que existe un edificio abandonado que la Intendencia de Montevideo pretende expropiar en los próximos meses. El proyecto, según Varela, propone “recuperar el lugar en la simbología que tiene” e instalar un museo interactivo con ayuda de las “nuevas tecnologías”.

Otra de las zonas más atendidas en el período fue la del entorno del Banco de Previsión Social, y se continuará trabajando allí. El próximo paso será el traslado del monumento de Manuel Oribe de su lugar original (18 de Julio y Fernández Crespo) a la plaza triangular que está enfrente. Eso liberará espacio para redefinir toda el área conocida como los “techitos verdes”. Varela anunció que mientras se construye una estructura de mayor “atractivo” los vendedores serán trasladados, provisoriamente, a la Plaza de los Treinta y Tres Orientales.

La articulación con diferentes actores gubernamentales fue una de las políticas más destacadas por Varela, quien se jactó de no haber ignorado reclamos sobre áreas que no son de competencia municipal. Uno de ellos es la seguridad: a través de la coordinación con el Ministerio del Interior se lograron tapiar varias fincas abandonadas que eran utilizadas como bocas de venta de droga, destacó. Otro caso mencionado fue un convenio firmado con el Poder Legislativo para realizar obras en el área verde de la esquina de las calles Fernández Crespo y Madrid –próximo al Palacio-, donde el derrumbe de una finca abandonada dejó un terreno baldío que será parquizado.

La década de Varela, la primera del Municipio B

Esta rendición de cuentas fue importante para Carlos Varela porque fue la última antes de dejar el gobierno, en 2020, año en que los cabildos abiertos se realizarán recién después de julio, cuando asuman las nuevas autoridades.

La elección del lugar donde se hizo el cabildo abierto no fue casual: la Sala Vaz Ferreira de la Biblioteca Nacional. El alcalde manifestó que la elección de los lugares apuntó a “mostrar dónde están invertidos esos recursos públicos que tanto se demandan”. En 2018, había sido en la Sala Zitarrosa y en 2017 el aula magna de la recién inaugurada Facultad de Información y Comunicación.

Varela, integrante del sector frenteamplista Asamblea Uruguay, fue el primer alcalde del Municipio B, nivel de gobierno creado en 2009 por la Ley de Descentralización en 2009. No podrá ser reelecto para un tercer mandato porque ya fue votado dos veces consecutivas como alcalde, en 2010 y en 2015.

Consultado acerca de su actividad una vez después de que haya completado el período, el alcalde respondió que es un “ser político” y un “hombre de partido”, por lo que estará a disposición de lo que el Frente Amplio le proponga “siempre que sea acorde a su capacidad”.

Este municipio, que hasta ahora estuvo atado a la administración de Varela, tuvo como mayor reto en esta década “que la gente entienda qué es la herramienta de los municipios”. Sobre este desafío “permanente” Varela concluyó que “hoy el problema no es que la información (sobre la labor municipal) no esté” sino “cómo decodifico la que yo necesito”.

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