El 10 y 11 de noviembre, la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) desarrolló un paro nacional con diferentes movilizaciones. El primer día de paro se ocuparon 10 liceos en Montevideo, Canelones, Colonia, Maldonado y San José, en reclamo de mayor presupuesto para la educación. Ante esta situación, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, instó al sindicato a desocupar los locales, porque de lo contrario daría cuenta al Ministerio del Interior para su desalojo.

Fenapes desocupó los centros de estudio y se programó una reunión para el viernes 13 con autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Sin embargo, la negociación no prosperó y este lunes ocuparon un edificio del Consejo de Educación Secundaria (CES) donde se reliazaría la elección de cargos y grupos para 2021, hasta que llegó una delegación del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y acordaron una nueva instancia de negociación que hasta el momento no se ha concretado. Si bien en una primera instancia el acto fue suspendido, el CES volvió a convocar a la elección de horas para hoy en el Instituto de Perfeccionamiento y Estudios Superiores (IPES), donde se colocó un vallado y guardia policial para evitar el ingreso de los docentes sindicalizados.

En el marco de la discusión presupuestal, la Fenapes denuncia recortes en la educación y reclama mayor presupuesto para esta área. Además, el gremio justificó el paro de 48 horas con el argumento de que “están en juego miles de horas de clases” para el año que viene en secundaria. En ese sentido, sostienen que se intenta imponer la virtualidad como modalidad pedagógica y que se eliminarán 200 grupos en el turno diurno, lo que generaría grupos superpoblados. Además, señalan que para 2021 se reducen a la mitad las horas de coordinación docente, lo que equivale a 18.000 horas menos, y que también recortan las horas de coro, músico acompañante y las del cargo de Profesor Orientador Pedagógico, y se elimina a los orientadores en informática y tecnología educativa en los turnos nocturnos.

En respuesta a la Fenapes, el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP, Robert Silva, expresó días atrás en conferencia de prensa que la reducción de 200 grupos se debe a una baja en la población estudiantil. En este sentido, Silva señaló que “el país tiene un descenso demográfico” y que “todos los grupos se han conformado en base a la proyección de matrícula, teniendo en cuenta los niveles de promoción y la realidad de cada centro educativo”. También hizo referencia a la modalidad pedagógica y aseguró que se pretende adecuar el sistema de trabajo para que los docentes puedan cambiar de un sistema presencial a uno híbrido, con clases presenciales y virtuales, en el caso de que se repita el escenario de este año por la situación sanitaria.

Desocupen

Un decreto aprobado el 15 de octubre por el Poder Ejecutivo limita las ocupaciones, tanto en espacio públicos como privados. A través del primer artículo de esa norma, cuando se concreta una ocupación “el jerarca o empleador” puede “solicitar al MTSS su intervención”. El segundo artículo establece que el MTSS podrá “convocar a una instancia de conciliación en el tiempo perentorio sin perjuicio de intimar en cualquier momento, antes, durante o después de esa instancia, a la desocupación de forma inmediata, bajo apercibimiento del uso de la fuerza”.

La semana pasada, el primer día del paro de Fenapes, el presidente del Codicen declaró que no permitiría ocupaciones porque atenta contra el derecho a la educación y al trabajo, según fundamentó. No obstante, las autoridades de la educación tampoco han manifestado voluntad de negociar las condiciones del llamado a elección de horas y grupos para el año que viene.

Precisamente, la instancia de negociación prevista para el viernes 13 no prosperó porque a ella no concurrieron autoridades de la ANEP sino funcionarios, según dijo José Olivera, dirigente de Fenapes, luego de la reunión a la que concurrió en representación del sindicato docente. En ese sentido, señaló que la delegación del Codicen fue con “nula capacidad de negociación” y “ninguna respuesta concreta” a sus planteos. Por último relató que “no hubo avance de ningún tipo” y que “el punto de conflicto sigue en el mismo lugar”.

Las idas y vueltas entre jerarcas del gobierno y Fenapes tuvieron episodios previos. Por ejemplo, meses atrás, el ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira, dijo a Mejor Dicho, medio periodístico de la Universidad Católica del Uruguay, que Fenapes “no tiene ninguna relevancia en la vida educativa”. “Para darte una idea, en Uruguay hay más de 60.000 docentes; mirá la cuenta oficial de Twitter de Fenapes, tiene algo así como 1.500 seguidores. Fenapes no es un actor relevante en la vida educativa”, añadió en ese momento el ministro. Luego de que se viralizara ese fragmento de las declaraciones de Da Silveira, se generó una campaña para que el sindicato sumara más seguidores en Twitter y en 48 horas alcanzó los 21.000 seguidores en esa red social, superando a los 18.000 con los que contaba el jerarca.

Tensión en aumento

Las tensiones entre los gremios estudiantiles y las autoridades de la educación también se han incrementado en las últimas semanas, a partir de diferentes pintadas e inscripciones que los estudiantes realizaron fuera de los edificios liceales. El 31 de octubre, el Codicen envió a borrar pintadas de los gremios estudiantiles del liceo N°3 Dámaso Antonio Larrañaga, del Instituto Superior de Educación Social y del Liceo N°4 Juan Zorrilla de San Martín. Las pintadas reclamaban 6% del Producto Interno Bruto para ANEP y la Universidad de la República, más 1% para investigación y desarrollo.

El presidente del Codicen publicó ese día en Twitter dos imágenes donde se veía a funcionarios limpiando las pintadas y escribió que “los centros educativos no pueden, bajo ninguna circunstancia, ser portadores de mensajes ofensivos”. En una de las fotos posteadas por Silva se podía leer que la pintada decía “falta presupuesto para la educación porque sobran milicos”.

Luego que el Codicen borrara las pintadas, el 11 de noviembre, el Gremio Estudiantil del Liceo Zorrilla volvió a pintar la vereda de entrada al centro educativo. En esa oportunidad, acusó de censura a las autoridades y reiteró su reclamo de mayor presupuesto para la educación pública. A la mañana del día siguiente, el Codicen envió nuevamente a funcionarios a borrar las pintadas, pero los jóvenes se sentaron sobre ellas para impedirlo.

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