Debido a la pandemia de covid-19, el Centro de Rehabilitación y Equinoterapia Malaka (Cerema) tuvo que suspender el trabajo presencial, pero para suplirlo optó por la “tele actividad”. Denominadas por las integrantes del centro como “tele equino”, las actividades terapéuticas se realizan a través de la plataforma Zoom, se envían tareas vía mail, y se comparte material audiovisual en plataformas y redes sociales.

Mirel Sánchez es la directora de Cerema y junto a dos socias realizan su labor de forma honoraria. Sánchez dijo a Sala de Redacción que el motivo de la terapia es el caballo, “el facilitador de nuestra intervención”, afirmó. Con la nueva modalidad de trabajo se usa como base a la figura del caballo, a pesar de no tenerlo físicamente. Sánchez explicó que el trabajo virtual lleva más horas de planificación y coordinación para obtener los resultados esperados. La directora contó que no todas las familias pueden acceder a las distintas plataformas virtuales y por eso el centro decidió elaborar un librillo de actividades que, junto a materiales didácticos y sensoriales necesarios para el tratamiento, fueron entregados a los hogares de quienes concurren al centro.

Cerema está integrado por 15 personas entre socias honorarias y el personal contratado, compuesto principalmente por especialistas del área de la salud y la educación. Cerema recibe a personas que llegan al centro por derivación médica, tanto de psicólogos, psiquiatras y otros especialistas.

En diálogo con Sala de Redacción, Adriana Romero, profesional a cargo de las terapias en el centro e instructora en rehabilitación ecuestre, afirmó que la presencialidad es fundamental para este tratamiento porque “la herramienta más importante es el caballo”. De igual forma, agregó que es bueno estar en contacto virtualmente con los quienes concurren al centro, porque el seguimiento no se interrumpe.

La terapia

Según contó Sánchez, la equinoterapia es un método de rehabilitación en el que se utiliza al caballo como herramienta para intervenir en la integridad de personas con algún tipo de trastorno o discapacidad. La rehabilitación debe ser dirigida por una persona especializada, con conocimiento de la patología o dificultad con la que trata. Esta actividad es abierta para todas las edades, produce bienestar físico y genera beneficios psico-emocionales.

La directora explicó que el método se basa en tres principios fundamentales. Uno es la transmisión del calor corporal del caballo, instancia en la que hay que tener en cuenta que el animal puede alcanzar hasta 38 grados centígrados cuando está en movimiento, lo que favorece el sistema circulatorio y estimula la “senso-percepción táctil” del jinete. Otro es la transmisión de impulsos rítmicos desde el lomo del caballo hasta la cintura pélvica del jinete, que a partir de allí van hacia la columna vertebral y llegan a los miembros superiores e inferiores, lo que posibilita lograr el equilibrio. Por último está la transmisión de un patrón de locomoción que equivale a la marcha humana, que el jinete se graba en el cerebro y con el tiempo automatiza.

Vía de acceso

Las terapeutas resaltan que el Cerema está abierto para todas aquellas personas que presenten una patología, trastorno, síndrome, enfermedad mental o necesidad educativa especial, y serán atendidas de forma gratuita.

Actualmente, mantener económicamente el centro es una dificultad. La directora afirmó que se recibe una ayuda económica por parte del Banco de Previsión Social desde febrero a diciembre, dado que la equinoterapia es considerada un complemento de otras terapias. El problema es que este ingreso es solo para atender a quienes cuentan con el aporte del Fondo Nacional de Salud y hay muchos que no acceden a ese beneficio. Por esta situación, el centro Malaka busca diferentes tipos de contribuciones económicas. Al respecto, Sánchez opinó que “sería necesario un ingreso superior dado el gran costo que implica la actividad”, sin embargo, todavía no han solicitado ayuda al gobierno.

Cada año realizan rifas, ventas económicas y otras actividades para solventar los gastos logísticos, pero en el contexto de la pandemia su realización resulta compleja. La directora agregó que en el correr de 2020 el centro tuvo actividad presencial con protocolos sanitarios aprobado por el Ministerio de Salud Pública y es por esto que la esperanza de volver está intacta.

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