Hay quienes entienden que el fútbol y la política van de la mano y que deben ir en conjunto, pero la otra cara de la moneda, que termina siendo la más frecuente en el fútbol profesional, marca que no es así, y que para no generar problemas de identidad con el club, los equipos optan por no expresarse en diferentes temas de agenda. Dos fenómenos culturales tan importantes y que movilizan a tanta gente en Uruguay se entrelazan y la demanda del socio para que el club se exprese en algunos temas puede generar un problema. Lo mismo ocurre con otros temas políticos y sociales, como el mes de la diversidad, momento en el que los clubes suelen no expresarse.

El 20 de mayo, cuando se realizó una nueva Marcha del Silencio, la 28ª, bajo la consigna “memoria, verdad y justicia” por las personas desaparecidas en la última dictadura del país, algunos clubes profesionales decidieron expresarse. Fénix, River Plate, Racing Club (asociación civil), Plaza Colonia, Cerro, Progreso, Rampla Juniors y Uruguay Montevideo, fueron los clubes que manifestaron su apoyo a la búsqueda de verdad y justicia para las víctimas de terrorismo de Estado. 

Presentes

La iniciativa de involucrarse en este tipo de causas suele ser impulsada por la directiva de turno que, amparada en su estatuto, decide expresarse en fechas de relevancia. La mayoría de las veces, los socios no se posicionan en su contra y en ninguno de estos casos hay problemas por el mensaje. Ante la llegada de las Sociedad Anónima Deportiva (SAD), se podría pensar que más clubes se sumarían a este movimiento, pero no es así. Esto fue lo que ocurrió con Racing Club de Montevideo, quien se expresó en redes sociales de la asociación civil (manejada por los socios) pero la SAD, que es la que administra el fútbol, decidió no realizar ningún tipo de mensaje. “La cuenta publica exclusivamente contenido de fútbol; la SAD no quiere meterse en esos temas, por lo que decide no hacer mención alguna en redes”, señalaron desde el equipo de comunicación del cervecero a Sala de Redacción.

En el encuentro previo al 20 de mayo, partido correspondiente a la última jornada del Torneo Apertura, el plantel del equipo de Sayago salió a la cancha con el mensaje “¿Dónde están?”. La iniciativa fue una iniciativa de Diego Martini, un periodista deportivo hincha de Racing, quien le acercó la propuesta al plantel principal y los capitanes Luis Gorocito y Gonzalo Aguilar la aceptaron, confirmaron los jugadores a Sala de Redacción. Ambos destacaron que la SAD no intervino en el tema.

Si bien algunas instituciones expresaron su mensaje, la mayor parte de los equipos se abstuvieron por cuestiones estatutarias. Uno de ellos fue Defensor Sporting Club; su secretario de prensa difundió un mensaje en el que informó que el artículo 4º del estatuto del club “dicta que ‘la institución tendrá prohibida toda manifestación a favor o en detrimento de cualquier idea política, filosófica o religiosa” y que, por lo tanto, no podía expresarse.

Este es el caso de varias instituciones que al momento de su fundación, hace más de un siglo, escribieron estatutos que son difíciles de modificar porque, para removerlos, precisan el apoyo de dos tercios de los socios, una proporción casi imposible de mover en clubes tan masivos. Es una situación presente en Peñarol, Nacional y muchos otros clubes que, además, no suelen tomar partido en nada externo al fútbol para evadir posibles críticas.

No fue la primera ni será la última vez que el plantel principal decida expresarse de manera diferente a la directiva de turno. River Plate es uno de esos ejemplos. El darsenero se pronunció en redes sociales con un sentido mensaje. Sin embargo, según supo Sala de Redacción, los miembros del plantel y cuerpo técnico no fueron consultados ni incentivados al respecto, por lo que no tomaron postura y no se expresaron con ninguna pancarta, a diferencia de los canales oficiales del club.

Sin flechar la cancha

En Uruguay está prohibido que los clubes de fútbol, como asociaciones civiles que son, hagan política partidaria —es decir, que defiendan los ideales de un partido— y se inclinen hacia algún lado de la balanza. Villa Española es una institución que se vio envuelta en problemáticas y tuvo que atravesar consecuencias jurídicas. En 2022 fue intervenida por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), entre otras cuestiones, por incumplimiento de ciertas normas estatutarias relacionadas con temas políticos. Si bien el estadio del club luce desde hace años en una de sus tribunas el lema “Nunca más”, el MEC entendió que la frase hace referencia a un reclamo por derechos humanos y no de política partidaria. Pero la gota que derramó el vaso llegó cuando el club hizo posteos en redes sociales para incentivar a votar en contra de la Ley de Urgente Consideración (LUC) y algunos de sus jugadores, incluido su goleador e ídolo histórico, Santiago Bigote López, lucieron remeras con ese mensaje.

Edgardo Ramos Verde, ex presidente del club y participante de la intervención, explicó a Sala de Redacción que se solicitó esa medida luego de más de tres años de hacer consultas a la directiva, no obtener respuestas y de organizar una asamblea en la que presentaron un balance de gestión que no podía leerse en un sólo día. “Debido a esto y a una serie de irregularidades estatutarias, se presentó el recurso de intervención con más de diez puntos a tratar”, afirmó. Ramos Verde junto con otros socios impulsaron este proceso del MEC, el que lo consideró como “acertado” ya que “antes de intervenir, se le dio la posibilidad a la directiva cesante de poder enderezar el barco, pero ellos no tomaron medidas en el asunto”, consideró el ex jugador.

“¿El fútbol es política? Todo en la vida es política, pero en caso de Villa Española como asociación civil, está en su estatuto que no puede tener ningún tipo de política partidaria ni prédica de religión. Estas cosas dividen al club, no se puede entrar a la cancha con remera de ‘No a la LUC’”, concluyó Ramos Verde. Acerca de las expresiones políticas de los futbolistas, el ex presidente manifestó que “son empleados del club, solo que deben respetar los estatutos del club, como nosotros lo hacemos con ellos”.

Sala de Redacción intentó comunicarse con Santiago López, quien prefirió no dar declaraciones.

Fútbol y política parece ser una relación tóxica cuestionada por propios y extraños, y que mantiene una grieta entre los grupos de socios y los clubes. De momento, predomina el silencio en mensajes socio-políticos.

Agustín García / Nicolás Musetti

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