Regresó a la pantalla hace cuatro semanas la nueva temporada de Got Talent Uruguay que, por segunda vez, transcurre en pandemia, aunque eso no pareciera significar una amenaza para la situación sanitaria. Este año los protocolos fueron más estrictos, puesto que las presentaciones se desarrollaron sólo en el teatro El Galpón, a diferencia de la temporada anterior, que había incluido a otras cuatro sedes en diferentes departamentos. 

Los teatros son “unos de los lugares más seguros” y “es más probable contagiarse yendo en ómnibus hacia el teatro” que ocupando una butaca, opinó en diálogo con Sala de Redacción Gustavo Bouzas, integrante de la Sociedad Uruguaya de Actores (SUA) al ser consultado sobre la actividad artística durante la pandemia. 

El casting de Got Talent Uruguay contó con público pero, según publicaron varios medios, tuvo un aforo de 30%. En la transmisión se observó una buena cantidad de asientos ocupados, aunque podría pensarse que quienes estaban allí eran familiares de los artistas y formaban parte de una misma burbuja. De todos modos, “la convocatoria al casting fue masiva”, así aseguró la conductora del programa, Natalia Oreiro, en la noche del gran estreno. 

Después de la primera emisión de la nueva temporada, varios televidentes demostraron sus críticas y elogios hacia los participantes y hacia el show mediante posteos en Twitter. Entre ellos, estuvo el comentario del ex intendente de Montevideo, Christian Di Candia: “Son preguntas: Si la cultura en los teatros cumpliese con el mismo protocolo que vemos hoy en #GotTalentUY con público en butacas y artistas en escena… ¿Podrían trabajar @MSPUruguay? ¿O quizás esto se filmó mucho antes de la grave situación actual @canal10uruguay?”, manifestó Di Candia, que desencadenó muchas reacciones y respuestas. 

¿Es lo mismo?

Bouzas dijo estar de acuerdo con las medidas que se tomaron para reducir la movilidad porque, según razonó, “mientras más propuestas tengas para salir, más te vas a mover”. De todos modos, para buena parte de los artistas las precauciones fueron efectivas el año pasado, durante el tiempo en que estos espacios estuvieron habilitados. Durante ese período, nunca se detectó un caso de covid-19 en ese sector porque “se llevaron a cabo todos los protocolos de forma respetuosa”, afirmó Bouzas. Contó que no es peligroso concurrir a estos espacios, porque además de no ser un lugar de encuentro masivo, las normas se acatan correctamente. 

Bouzas aseguró que en las funciones artísticas “los protocolos sanitarios en los teatros se cumplen” como la desinfección inmediata, el control en el hall y el distanciamiento entre las butacas; dijo desconocer el criterio con el que se autoriza habilitar un show televisivo, mientras se prohíbe el funcionamiento de las salas para las técnicas escénicas. Aunque no está en contra de Got Talent Uruguay, piensa que la diferencia está en que es algo más empresarial que “mueve mucho dinero”. Por eso piensa que, en comparación con la cultura, “no es menos peligroso, es igual, seguramente hay más presiones a nivel publicitario”. Opinó que los emprendimientos artísticos enaltecen las peores cosas de los seres humanos y es un programa donde “labura mucha gente”, desde técnicos hasta conductores. En este caso consideró que sólo existe una “incoherencia en las reglas”, puesto que “cada emprendimiento cuenta con actitudes artísticas”, reflexionó. 

La comunicadora y artista Laura Falero dijo a Sala de Redacción que no sabía si al programa se lo podría catalogar como parte de la estructura cultural actual: “es un programa de entretenimiento, pero hecho en un teatro, perfectamente podría estar en un estudio de televisión”, dijo. Las dimensiones de los espacios y las técnicas varían según se expresen, ya sea en un contexto televisivo o en una representación de las artes. Pero, de acuerdo al formato del programa, por lo general las primeras audiciones se llevan a cabo en el escenario de un teatro.

Agregó que el rubro teatral y el televisivo “no tienen comparación”. De hecho, cada uno tiene su perspectiva; mencionó que desde el punto de vista del gobierno esta superproducción se puede llevar a cabo porque es posible que no se perciba como un espectáculo público, más bien puede ser observado como un insumo y distracción delante de la pantalla para aumentar el rating

El presidente del Sindicato de Músicos y Anexos (Agremyarte), José Luis Azaretto afirmó días atrás al programa Buen Día que, “nuestro sector es el más complicado”. Aún en la espera de la reapertura de los teatros, el sector artístico fue el que se vio mayormente perjudicado. 

Hacia delante

Falero indicó que el problema se deriva en que no se toma mucho en cuenta el rol de la cultura y su gestión, puesto que “no aporta la misma cantidad de dinero que en otros países”. Esto lleva a que los actores opten por realizar tareas que no están relacionadas con el área.

La comunicadora señaló que cuando empezó la pandemia, países como México lograron gestionar de forma efectiva la actividad cultural desde otra mirada, con nuevas propuestas artísticas y culturales, a diferencia de Uruguay en donde, a su entender, “no hay una intención porque no se activa la economía”. El show del Canal 10 generó una alta frecuencia en su primera transmisión; el rating equivale a mucho dinero. Esa puede ser una explicación. Pero, al mismo tiempo, Falero opinó que “las personas tampoco son conscientes de que están siendo prohibidas de una experiencia que brinda salud y endorfinas”. Por lo tanto, no hay respuesta por parte de ellos, no reclaman que se vuelvan a desarrollar cuanto antes este tipo de actividades, capaz de favorecerlos emocionalmente en medio de la pandemia. 

En cualquier caso, de verse una lejana posibilidad de regreso seguro a la comunidad artística para no “desestimar la cultura”, Falero propone seguir el ejemplo de los otros países multiculturales y crear nuevas plataformas de streaming para reinventar los eventos en la industria dentro de Uruguay en tiempos de coronavirus. Mencionó que aunque el mercado sea chico, el sector podría producir dinero. Desde otro ángulo, Bouzas expresó que está a favor de las tecnologías pero considera que la magia del espectáculo en vivo y en directo es insustituible, lo consideró “efímero”, dado que cada función es diferente, “única e irrepetible”, finalizó.

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