Las tribunas del histórico gimnasio de Platense Patín Club, ubicado sobre las calles Juan Paullier y Daniel Muñoz, se colmaron de manifestantes la mañana del 25 de octubre, en donde la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza Secundaria (CSEU) se guareció en la previa de la última marcha, mientras la lluvia no paraba. El lema “no negocian, imponen” y los numerosos carteles y pancartas que expresaban “Sin maestros no hay educación”, “No al recorte” o “A la educación pública la defiende el pueblo”, marcaban la tónica del profundo rechazo a la nueva propuesta educativa. En el centro de una de las tribunas, maestras y docentes con las túnicas puestas entonaban cánticos en repudio al presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (Codicen-ANEP): “Robert Silva, Robert Silva, qué agrandado se te ve, sin docentes ni estudiantes, ¿qué reforma vas a hacer?”

Todos los sindicatos que funcionan bajo la órbita de la ANEP, como son la Federación Uruguaya de Magisterio, la Asociación de Funcionarios de UTU (Afutu), la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes), la Asociación de Trabajadores de Enseñanza Secundaria (ATES), la Unión de Funcionarios del Codicen y el Sindicato de Docentes de Formación en Educación, asistieron a la convocatoria. También se adhirió el Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación Privada (Sintep), que reclamó por el pago de antigüedad y la prima por titulación en la educación no formal.

El conflicto entre la ANEP y los sindicatos de la educación se acrecienta a medida que se aproxima 2023. La “transformación educativa” se empezará a implementar el próximo año, tal como confirmó el presidente del Codicen meses atrás en rueda de prensa quien afirmó que “de ninguna manera” se aplazará esta reforma por las ocupaciones de centros, paros y huelgas. Desde la ANEP aseguran que esta reforma busca modificar la currícula en la educación obligatoria, fortalecer la carrera docente, mejorar el egreso y profundizar la descentralización de la gestión entre sus principales líneas de acción.

Algunos de los cambios se verán reflejados en la malla curricular: la educación básica comenzará a los tres años y se extenderá hasta noveno grado, nucleada a través de tres ciclos, que se dividirán en dos tramos. En esta nueva estructura, los docentes trabajarían coordinados por esos tramos y ciclos. Además, se introducirán cambios en el sistema de repetición: sólo será posible al término de un ciclo o un tramo, pero no a mitad de camino. Cuando un estudiante no alcance los objetivos de aprendizaje de cada curso, se le brindará apoyo y tutoría, en vez de generar una repetición automática.

En el Platense Patín Club, en el marco de cánticos de protesta, la primera oradora fue Georgina Bustelo quien, en representación del Centro de Estudiantes del IPA, sostuvo que la lucha continua que vienen dando los estudiantes demuestra estar “a la altura, como marca la historia”. A su vez, reclamó la creación de una Universidad de la Educación con “autonomía real” y catalogó como “mamarracho improvisado” la transformación educativa. Por último, rechazó el mecanismo de reconocimiento de título universitario para carreras de formación docente que creó el Ministerio de Educación y Cultura, al que consideró como una “tomada de pelo” por parte de las autoridades.

Tras los aplausos y ovación hacia la representante estudiantil, subió al escenario Pablo de León, integrante de ATES, quien hizo alusión a la “falta de participación” y a la ausencia de “espacios de negociación”, lo cual deja expuesto que este gobierno “no negocia, impone”, dijo. También señaló que durante la pandemia los trabajadores han dado muestra de su compromiso con la educación, ya que muchas veces triplicaron sus tareas debido a la reducción de la cantidad de funcionarios. En ese sentido, reclamó que “hacen falta trabajadores” que atiendan a los estudiantes.

En el acto se reivindicó el ejercicio del “derecho pleno” a la libertad de expresión y de protesta, y se rechazó el “recorte presupuestal” en la ANEP y en la Universidad de la República. Sergio Sommaruga, representante de Sintep, señaló las dificultades dadas por el “recorte de 80 millones de la ANEP, cuando el 45% de los estudiantes va con insuficiencia alimentaria a clase”. Cuestionó que se utilice de forma “malversada” la laicidad para “darles con un látigo” a quienes piensan distinto, y puso como ejemplo la amenaza de quitarles la calidad de estudiantes a liceales que reclaman sus derechos.

Sergio Sommaruga, representante de Sintep, señaló las dificultades dadas por el “recorte de 80 millones de la ANEP, cuando el 45% de los estudiantes va con insuficiencia alimentaria a clase”

Los gremios también se manifestaron en contra de la eliminación del cogobierno en el Consejo Directivo Central de la Universidad Tecnológica (UTEC); alegaron que es “inconstitucional”, porque a pesar de que la Constitución “establece la autonomía de la enseñanza pública superior”, la modificación pretende que el rector y otros miembros sean designados por el presidente de la República. Asimismo, se oponen a la “precarización de las condiciones laborales” en el Consejo de Formación en Educación.

José Olivera, dirigente de Fenapes y coordinador de la CSEU, cerró la oratoria. Destacó la unidad de los gremios y sindicatos de la educación de todas partes del país para llevar a cabo la lucha contra un gobierno que “promueve recortes”. En consonancia, cuestionó la “soledad” con la que se promueve la llamada “revolución educativa” propuesta por ANEP , y señaló que hay actores de dicho organismo que “hablan de democracia, de república y de derechos”, pero se plantean “reprimir” cuando aparecen “opiniones disonantes”.

El presidente de Fenapes señaló que esto es una “demostración cabal” de lo que el gobierno está dispuesto, de forma que “niega los recursos para la educación pública, pero al mismo tiempo, brinda la otorgación de becas para la educación privada, por ser amigos del ministro [de Educación y Cultura, Pablo] Da Silveira”. Olivera agregó que es necesario generar un “proceso de distribución de la riqueza”, y que en este proceso “la educación pública tiene un papel fundamental: democratizar el acceso al conocimiento” que, a su entender, es “la tarea más revolucionaria” que se tiene por delante. Para ello, no es suficiente ni con una reforma ni con una transformación, sino que se debe generar “una verdadera revolución educativa”, dijo. Por último, sentenció que “la liberación de nuestro pueblo vendrá de la mano de una educación pública fuerte, comprometida con la democracia, con los derechos humanos, con el ambiente, los feminismos, las diversidades. Ese es el Uruguay que tenemos que construir”.

Cuando el reloj indicaba las 13:00 y la lluvia había parado, Olivera comunicó a los manifestantes que se retomaba la idea de marchar, no a la Torre Ejecutiva, como estaba previsto originalmente, sino hasta un punto más cercano, como lo era la explanada de Udelar. Cientos de estudiantes y docentes llevaron el reclamo hacia la esquina de 18 de Julio y Eduardo Acevedo, al grito de “El pueblo unido, jamás será vencido” y “Tengo los zapatos rotos y es de tanto caminar, por un presupuesto justo para poder estudiar”.

Silvana Barreto, docente del liceo Nº 14 ubicado en el barrio la Blanqueada, contó a Sala de Redacción la importancia de la lucha y lo que se “juegan” las docentes: “necesitamos que nos escuchen y tener la participación que merecemos en la reforma”. Por otro lado, afirmó que no le “sorprende” este accionar del gobierno de turno de “no generar espacios de conversación y diálogo”, algo que catalogó como una “impronta propia” que los caracteriza, concluyó.

Los sindicatos y gremios de la educación exigen una “verdadera participación” en la reforma de la ANEP: sostienen que los espacios de discusión con las autoridades no fueron ámbitos de verdadera negociación. Además, alegan que si bien las autoridades escuchan a los grupos de docentes, no están dispuestas a modificar aspectos de la transformación educativa. La lejanía entre ambas posturas quedó evidenciada en la última reunión entre el Codicen y la CSEU, realizada el viernes 28, en la que los sindicalistas se levantaron de la mesa y solicitaron la instalación de un ámbito de negociación tripartito con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

“Medias verdades”
En paralelo, el gobierno inició una campaña para informar a la población sobre la reforma educativa que está impulsando. En la noche del lunes 31, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, se reunió con autoridades y legisladores de la coalición de gobierno, además de referentes de la ANEP, para acordar una estrategia común, responder preguntas y trabajar en una comunicación que evite “que se digan medias verdades”.

Finalizada la reunión, la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, expresó en rueda de prensa que la campaña es “para comunicar aspectos de la transformación educativa, que tiene que ver con llevar adelante la información veraz, evitando falsos relatos”. El diputado colorado Ope Pasquet, también comunicó en rueda de prensa que fue una reunión “muy positiva y sin discrepancias”, lo que remarca un “acuerdo de todos sobre la importancia de esto”. Además, resaltó que la reforma educativa es fundamental “desde el punto de vista de la equidad, la justicia social y pensando en el país del futuro” y que es necesaria “para que esos niños tengan una educación de calidad”.

Las redes sociales oficiales de ANEP ya comenzaron a difundir videos de corta duración que exponen los avances y beneficios de esta “Transformación Educativa”.

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