“Desde la formación” el policía tiene la vara personal “muy alta” y predomina una sensación de no poder “fallar” porque se está al “servicio de la sociedad”, planteó Karina Cuitiño, coordinadora general de la Unidad de Estrés (UDE) del Ministerio del Interior, a Sala de Redacción. Entonces, comienza una relación de adversidad con la tarea.

La salud mental es la principal problemática y primera causa de muerte dentro del ámbito policial. El estrés y traumas en la práctica se refleja en que el 18% de los trabajadores activos se encuentren con certificación médica o en trámite, pero son varios los casos que ni siquiera llegan a la revisión. En marzo, mediante un pedido de acceso a la información pública que realizó Informativo Sarandí, se comprobó que la tasa de suicidio policial triplicó la tasa general de la población: 63 suicidios policiales cada 100 mil habitantes -contra los 21 cada 100 mil habitantes de la población general-, la mayoría de ellos de varones que tenían entre 40 y 50 años. A raíz de esto, la dependencia de Salud Mental del ministerio propuso la creación de registros que, para Cuitiño, permitirían realizar la “autopsia psicológica del suicidio”, una herramienta que evalúa “lo relacionado a la situación de la persona” y arroja factores y detonantes desde lo laboral, lo social y lo familiar que permiten “trabajar desde la prevención”.

Cuitiño, que además es licenciada en Psicología, dijo que la salud mental en el área policial más que un “tabú” es un tema que está rodeado de ciertos “mitos”, ya que es muy cuestionado el abordaje que hacen las propias instituciones a nivel laboral sobre las problemáticas, y que el funcionario, al no poder llevar a cabo sus tareas por situaciones “externas”, genera un desborde. Se comienza así a transitar lo que en psicología se llama “herida narcisista”, que se genera debido a la expectativa que el policía crea en sí mismo y en la sociedad respecto a su labor.

Los reclamos son constantes. Patricia Rodríguez, representante del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo (Sifpom), declaró al Portal del PIT-CNT que la situación sanitaria a nivel mental es “devastadora” y que con las “herramientas necesarias” se podrían “evitar muchos suicidios”. De acuerdo a los sindicatos, la oferta de servicios es insuficiente para la demanda. En agosto de 2022 se creó la Comisión de Salud Mental Policial que busca unificar, optimizar y articular procedimientos para la prevención, tratamiento y seguimiento específico de los funcionarios policiales.

Jorge Clavijo, representante de la Unión de Sindicatos Policiales (Usip), declaró a SdR que el ministro Luis Alberto Heber solicitó a los sindicatos una propuesta para la asistencia en el Hospital Policial. Clavijo, junto a otros agremiados, propusieron añadir “una nueva figura” de contención psicológica de 24 horas en la puerta de ingreso. Primariamente, “lo que necesita un policía es que lo escuchen” y evitar la “derivación directa” al psiquiatra; además confirmó que el ministerio aceptó la propuesta. 

Es así que se implementará “un plan piloto por 90 días”. Para Clavijo, la idea es que se “aplique lo antes posible” para obtener estadísticas y resultados “y ver si es conveniente”. La problemática: el horario nocturno. Desde la Usip la idea es que “se contrate de manera privada a psicólogos para que haya cobertura en ese horario”. Aunque la decisión fue “muy resistida”, ven positivamente que se haya aceptado. Para Clavijo “falta empatía” y “que se hable de la salud mental, la salud laboral, que son cosas que no están en la formación”. Denunció que, a nivel de jerarquías, “las viejas prácticas volvieron a resurgir” y se retrocedió “20 años atrás, cuando el milico tenía que callarse la boca”. Esto reafirma la acusación que han hecho los sindicatos de que los derechos laborales “quedan en segundo plano”.  

La interna política

La Estrategia de Seguridad Integral y Preventiva que presentó en marzo el Ministerio del Interior busca crear, desarrollar y potenciar áreas policiales con el objetivo de prevenir el delito a través del trabajo conjunto entre organismos públicos y privados. Diego Sanjurjo, elegido por el ministro como coordinador de la política, sostuvo en la presentación del plan que los tópicos que rodean la seguridad pública son la marginalidad, la pobreza; la falta de educación y de trabajo; las culturas delictivas; las desigualdades de género; los problemas de salud mental y adicciones.

Puntualmente para los “esfuerzos complementarios” está planteado mejorar la salubridad de la tarea. De esa manera, se busca crear un Sistema de Salud Ocupacional Policial (SSOP), a fin de mejorar el bienestar físico, mental y social de los funcionarios y sus familias, mediante la prevención de riesgos psicolaborales cómo estrés, ansiedad y crisis emocionales.

A raíz del plan, SdR consultó a Patricia Noy, vicepresidenta del Sifpom, quien informó que desde el sindicato se acordó “aún no dar declaraciones” acerca del proyecto, ya que hay cuestiones que primero serán “evaluadas” en reuniones que no tienen fecha prevista con las autoridades. Cuitiño, por su parte, comentó que “lo que conocemos de la propuesta es lo mismo que salió en la prensa”, pero “no ve” el planteo como un proyecto aislado: desde el ministerio se hicieron consultas a Salud Mental y específicamente a la UDE que la licenciada coordina. La unidad aprovechó para volcar sus reclamos y necesidades; sin embargo, aún no hay respuesta formal desde las autoridades.

En la reunión interpartidaria que organizó Sanjurjo, el 24 de abril, indicó en rueda de prensa que nueve de las 15 propuestas de la Estrategia de Seguridad Integral y Preventiva tienen apoyo de la oposición, aunque con “ciertas dificultades”, y agregó que “el Frente Amplio no quiere comprometerse con ninguna de ellas”. Si bien “ha demostrado disposición a decir que son buenas medidas”, no se animan a poner la firma. Aun así, destacó la “buena voluntad de todos los representantes” y consideró que el encuentro “tiene sus idas y vueltas”.

Para el coordinador, el objetivo es claro: llegar con una propuesta avanzada para la Rendición de Cuentas y acotó que “el equilibrio está en que si vamos muy lentos, no llegamos; entonces es un tira y afloje, y nosotros queremos finalizar cuanto antes”. Además, informó que faltan reuniones entre organizaciones civiles, expertos y organismos para obtener el documento final, e informó “ir por buen camino”. 

Reclamos internos 

La atención en salud mental, de momento, es tercerizada mediante convenios con otros centros asistenciales. Al día de hoy, para Cuitiño “es una carencia” que la Unidad de Salud Mental no esté instalada en el Hospital Policial y ese es un reclamo que mantiene.

Rodríguez declaró en Viva la tarde qué “a todas luces” la Unidad de Estrés del Hospital “es evidente que no está funcionando bien”. En base a las denuncias acerca de su funcionamiento, Cuitiño respondió que “por ahora estamos pudiendo dar respuesta a la demanda en forma adecuada” y que no están “teniendo dificultades”. 

Los sindicatos afirman que en el interior del país los efectivos deben atenderse a través del sistema de salud privado, sin poder hacer uso de beneficios. La UDE catalogó la información de los sindicatos como “parcialmente cierta”, ya que Sanidad Policial en el Interior tiene convenio con la Federación Médica del Interior (Femi), pero aseguró que los efectivos pueden optar por atenderse en Femi o en ASSE.

Pese a que está generalizada la idea de que el policía “bajo tratamiento” automáticamente está certificado y se le retira el arma, Cuitiño sostuvo que el cese de las tareas “no es total” y que el retiro del arma “es un mito”. Las últimas cifras de certificaciones médicas reflejan que al 60% de los policías que están en tratamiento en la unidad se les retiró el arma y que un 40 por ciento están haciendo tratamiento, en funciones y con su arma”. Además, afirmó que los tratamientos dentro de la unidad están sujetos “a cada caso en particular” y que al iniciar se crea “una estrategia de abordaje” que permite al psicólogo y psiquiatra tratante trabajar de forma conjunta para evitar afectar el trabajo, ya que la duración depende “del proceso que el policía vaya realizando”.

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