“La facultad está hasta la borda”, dijo un hombre a un grupo de jóvenes que caminaba en dirección a la explanada de la Universidad de la República (Udelar). Y no se equivocaba. Frente a la Facultad de Derecho y debajo de un cartel en el que se leía “Universidad agredida”, comenzaron a aparecer grupos de estudiantes con banderas, remeras y carteles distintivos de la organización a la que pertenecían.
La concentración de otro 14 de agosto, Día de los Mártires Estudiantiles, luego se transformó en una marcha por la Avenida 18 de Julio hasta la Plaza 1º de Mayo. La movilización fue encabezada por estudiantes de secundaria y, en diálogo con Sala de Redacción, referentes del Gremio Estudiantil del Liceo Zorrilla (GEZ) comentaron que su presencia en la conmemoración es una manera de seguir luchando por los derechos de los estudiantes. A su vez, es una forma de manifestarse sobre el futuro de su educación, en referencia a la reforma educativa que prepara el gobierno.
“Al igual que ayer, enfrentaremos el desmantelamiento de la educación del pueblo con organización y lucha”. Ese fue el lema con el que la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) convocó a marchar este domingo. Previo a la movilización, la organización realizó una conferencia de prensa en la que junto a otros gremios de la Udelar cuestionaron el mensaje político del Poder Ejecutivo por no incorporar a la Universidad en el proyecto de Rendición de Cuentas. “Esperamos la dignidad de la conducción política para que exprese y nombre con palabras lo que significa para ellos la Udelar”, dijo el vocero de la FEUU.
Entre calles cortadas y estudiantes al frente de la movilización, Amira Fagúndez, vocera de la FEUU, dijo a Sala de Redacción que el recorte presupuestal que está atravesando la Udelar les “demanda” a los estudiantes “estar a la altura del momento” y también “poder llenar las calles con miles de estudiantes defendiendo la Universidad autónoma y cogobernada”. En este sentido, Fagúndez consideró “histórico” que sean los estudiantes de secundaria quienes estén al frente de la marcha, ya que son “las generaciones que vienen y que van a tomar la posta”.
Fagúndez recordó a Líber Arce y a la generación de estudiantes que en ese entonces que marchaban por el boleto estudiantil y por condiciones dignas de estudio. Líber Arce, estudiante de Odontología que fue baleado por la policía el 12 de agosto de 1968 en una manifestación, fue ingresado en el Hospital de Clínicas, donde fue intervenido y falleció el 14 de agosto de ese año.
Presentes
Con la sola fuerza de la voz, sin micrófono ni megáfono, un integrante del GEZ nombró a todos los estudiantes que murieron en manos del Estado por reclamar mejores condiciones de estudio. Luego de nombrar a cada uno de los mártires, los manifestantes gritaban “presente, por siempre”. Los demás mártires estudiantiles que le siguieron a Líber Arce fueron Hugo de los Santos, Susana Pintos, Heber Nieto, Julio Spósito, Ibero Gutiérrez, Manuel Ramos Filippini, Santiago Rodríguez Muela y Joaquín Klüver. Una vez instalada la dictadura cívico militar, entre 1973 y 1974, Ramón Peré, Walter Medina y Nibia Sabalsagaray también fueron asesinados. “Para el movimiento estudiantil es un día muy emotivo, de rescatar la memoria y también de poder aunar las luchas de nuestros mártires con las luchas actuales, que siguen estando vigentes”, dijo Fagúndez.
“Tengo los zapatos rotos, es de tanto caminar por un presupuesto justo para poder estudiar”, era uno de los cánticos que provenían del gran tumulto de gente que poblaba la Avenida 18 de Julio. Este cántico refleja algunos de los reclamos hechos por las y los estudiantes. Integrantes del GEZ dijeron a Sala de Redacción que el 14 de agosto no es “sólo para hacer memoria”, sino que es un día para “seguir luchando por los derechos que faltan”. Las estudiantes hicieron referencia a que “continúa faltando un presupuesto digno para la educación, más y mejor infraestructura en los liceos, seguridad y equipos multidisciplinarios”.
En esto estuvieron de acuerdo integrantes del Centro de Estudiantes del Instituto de Profesores de Artigas (Ceipa), quienes consideran que los mártires dejaron herramientas para que la lucha continúe en el presente. También destacaron la importancia de ocupar los espacios en la marcha para continuar con el activismo estudiantil y entender que “la voz del estudiantado no se calla”.
Una vez que la gente llegó a la Plaza 1° de Mayo, se reunieron para ser parte del espectáculo musical que se desarrolló en el escenario que estaba armado. También se utilizó el espacio para que diversos gremios estudiantiles compartieran sus reclamos y lo que significa el 14 de agosto para la educación pública. Al respecto, la vocera del Gremio Estudiantil de Magisterio (GEM), reafirmó el papel de los estudiantes en la construcción de una sociedad justa. En este sentido, reivindicó a la maestra Elena Tota Quinteros y la estudiante de Magisterio Cecilia Genarei: “Hagámosle saber a nuestras compañeras que no cayeron en vano, que su lucha sigue vigente”. También enfatizó que el presupuesto “no alcanza”, y que las políticas educativas se hacen de “espaldas a los estudiantes y docentes, dándole la mano al Banco Mundial, siguiendo sus recomendaciones, como si fueran recetas de Avanti para hacer empanadas”.
Josefina González, Yamila Silva