Graciela Bianchi, senadora del Partido Nacional, ocupó el puesto de Beatriz Argimón a partir del 24 de julio, mientras Argimón se encontraba en Italia, asistiendo a la Precumbre de Sistemas Alimentarios, organizada por la Organización de las Naciones Unidas.

En conversación con Sala de Redacción, la politóloga Verónica Pérez explicó que a pesar de que Beatriz Argimón, vicepresidenta de la República, y Graciela Bianchi, senadora del Partido Nacional, ocupan altos cargos en el gobierno, llegaron por medios totalmente distintos. Señaló que la vicepresidenta es una mujer política con muchos años de militancia en su partido, mientras que la senadora Bianchi, aunque no es “outsider” de la política, si tiene una trayectoria más corta. A su vez, planteó que gracias a ellas otras mujeres pueden animarse a postularse en cargos importantes: “Pueden inspirar a otras mujeres, desde el punto de vista simbólico”, declaró.

Sin embargo, explicó que en estos dos casos particulares la inspiración puede ser algo ambigua y las consideró como “polos opuestos”, porque los ejemplos son bastante diferentes. “Argimón mantuvo un estilo de liderazgo toda su vida en el que incorporó la agenda de género, y Bianchi no”, dijo, y aclaró que la vicepresidenta ha intentado que otras mujeres ingresen a la política. Sobre Bianchi, la politóloga destacó que supo ser neutra en la legislación anterior, pero que en la actual tiene un posicionamiento más “radical”. “Habla de ideología de género y, de hecho, no promueve la igualdad de género”, explicó, y añadió que “el género no es una ideología, es una perspectiva”. 

Pérez explicó también que mientras Argimón tiende a ser diplomática, Bianchi es más confrontativa, y puso como ejemplo el uso de las redes sociales: la vicepresidenta las usa con una función oficial, mientras que la senadora tiene un uso más personal y tiende a confrontarse con políticos de la oposición, medios de comunicación y periodistas.

Te paso la posta

El hecho de que la Vicepresidencia fuera asumida por otra mujer demostró un avance en nuestra política en cuanto a la participación femenina. Tanto Bianchi como Argimón son figuras reconocidas dentro de la escena política uruguaya, especialmente en el círculo del Partido Nacional, y pese a que ambas tienen una trayectoria diferente, actualmente ocupan dos de los puestos más importantes.

Pero a pesar de que en la página del Parlamento se menciona a Argimón como vicepresidenta -en referencia a su viaje a Roma-, en las actividades realizadas por Bianchi se la nombró “vicepresidente”. En una nota publicada por el diario El Observador se explica que esto no es una casualidad, ya que la senadora defiende el uso de “términos neutros” en este tipo de cargos. Y en la misma nota, se da cuenta de que la senadora contó cómo fue la experiencia de ocupar el puesto de vicepresidente: todo transcurrió con “absoluta normalidad” y cumplió con su decisión de “no innovar”, ya que considera que no le correspondía al ser interina.

La premisa de Bianchi fue cumplir con sus deberes inherentes al cargo y “aprovechar el tiempo”. Su ausencia en el Senado impidió que firmase leyes, pero pudo participar de un encuentro entre el presidente Luis Lacalle Pou y representantes de la Coalición Multicolor.

Agenda apretada

Uno de los temas que puso en agenda durante su tiempo en la Vicepresidencia fue el suicidio en los jóvenes. Por este motivo, se llevó a cabo un encuentro con autoridades y especialistas en el tema, que ocurrió en la Sala de Ministros del Palacio Legislativo. En conferencia de prensa, Bianchi explicó que se está conformando “un grupo de trabajo, conformado por equipos institucionales de organizaciones de la sociedad civil, autoridades nacionales y especialistas, para llevar a la práctica acciones de prevención del suicidio en Uruguay”, y añadió que será “dirigido hacia niños, adolescentes y jóvenes que desde hace tiempo son el tramo etario con mayor número de suicidio”.

Por otra parte, el 29 de julio Bianchi tuvo la oportunidad de reunirse con representantes de la Asociación Toda la Verdad, y en la nota publicada por El Observador las describió como “víctimas de terrorismo” de los grupos armados de izquierda, que actuaron años antes del golpe de Estado de 1973. La senadora dijo al medio que “lo que más quieren, lo que más sienten, es la necesidad de que se sepa lo que les pasó, que fueron cosas muy graves”. Esta reunión ratifica el apoyo de Bianchi al proyecto de ley presentado por Cabildo Abierto, en el que se pide que el Estado reconozca e indemnice a “víctimas de la sedición”. “Los uruguayos nos merecemos saber toda la verdad y, por nuestra propia tradición democrática reconocer a estas víctimas”, sentenció la senadora.

Viejas amistades

Bianchi reconoció a El Observador que aunque no hubo ningún impedimento que le afectase, decidió imponerse el “imperativo ético” de no referirse o entrometerse en ningún tema con tinte político-partidario durante su tarea como vicepresidenta. Sin embargo, respecto a las críticas de la oposición que recibió Lacalle Pou al anunciar el ahorro de 600 millones de dólares sin imponer impuestos, la senadora planteó que no le extraña y que desde Frente Amplio “siempre van a encontrar algo”.

Además, dijo al medio que “al Frente Amplio le falta un enorme baño de humildad y hacer una verdadera autocrítica”. Señaló que nunca pensó que desde la oposición le fuesen a dar tregua al gobierno. “Me duele el Frente Amplio”, agregó en cuanto a las marchas y cacerolazos en contra del Estado, y que mientras se luchaba contra la pandemia la oposición salió a juntar firmas [para derogar la ley de Urgente Consideración] contra una ley que fue “ampliamente” discutida.

Similares, pero no tanto

Bianchi, nieta de italianos que llegaron al Uruguay y escaparon de Mussolini. Argimón, hija de padre herrerista y madre wilsonista, cuya familia fue afectada durante la dictadura. Crecieron con ideas diferentes, militaron en sectores opuestos y hoy en día son colegas en el Senado y compañeras dentro del Partido Nacional.

Graciela Bianchi no es nueva en la política. Ni de uno ni de otro, se denomina “luisista”. Su trayectoria comenzó en el Frente Amplio, pero en el año 2013 decidió unirse a la bancada nacionalista. Su actitud confrontativa la ha puesto en el centro de atención en muchas ocasiones, ya que se caracteriza por hacer declaraciones fuertes y criticar a ex compañeros del Frente Amplio.

Durante su juventud, siguiendo la ideología familiar, se afilió a la Unión de la Juventud Comunista. Admitió que lo hizo sin fanatismo y que su desvinculación se debió a los históricos comunicados 4 y 7 de las Fuerzas Armadas, que en un primer momento fueron respaldados por el Partido Comunista. 

Estudió profesorado de Historia en el Instituto de Profesores de Artigas y abogacía y escribanía en la Universidad de la República. Fue docente por 35 años, secretaria de Germán Araújo -senador por el Frente Amplio electo en 1984- y secretaria del Consejo Directivo Central de la Anep. Se destacó como panelista en el programa Esta boca es mía emitido por Canal 12, del que también participó la actual vicepresidenta.

Beatriz Argimón nació en un hogar nacionalista y comenzó a militar a los 17 años. Se recibió como escribana en la Universidad de la República, participó de un concurso para trabajar en OSE y allí empezó como administrativa. Cursó estudios sobre derechos humanos y familia, al mismo tiempo que militaba para su partido. Es conocida por su defensa de los derechos de las mujeres en la Cámara de Representantes y fue una de las fundadoras de la Red de Mujeres Políticas y de la Bancada Bicameral Femenina del Parlamento uruguayo. Durante su militancia ha tenido cargos como edila y diputada. Fue también directora del Instituto Nacional del Menor (INAME), actualmente Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay, en el período de presidencia de Luis Lacalle Herrera.

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