El Día Internacional de las Trabajadoras y Trabajadores en Uruguay era un día marcado históricamente por el acto del PIT CNT. Pero ya el año pasado la pandemia lo había impedido, y este año la situación es similar. Frente a esto, la central única de trabajadores solicitó al Poder Ejecutivo hacer una cadena nacional para reivindicar la lucha obrera, pero la petición fue rechazada. 

Fernando Gambera, secretario ejecutivo del PIT CNT, manifestó a Sala de Redacción que “pedir la cadena nacional es como un saludo a la bandera porque ya conocemos la respuesta, nos dijeron que no, al igual que el año pasado”. En contraposición, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, manifestó en Canal 10 que disponían de los medios públicos y también de la opción de una conferencia de prensa.

Gambera, por otra parte, anunció que la idea es que el 1° de mayo “se note en cada uno de los hogares de los trabajadores mediante carteles en las ventanas, pasacalles en los barrios y en las cooperativas de vivienda”. También agregó que “aunque no se pueda realizar ninguna caravana como años anteriores, igualmente se plantearán las reivindicaciones”. Además, prevé que “este año será más complicado para los trabajadores y para pequeños y medianos comerciantes”. Y remarcó que “va a estar muy difícil porque vamos a acumular la pérdida de salario de 2020 por el período puente, más la ausencia de ajustes de este año. Seguramente eso retraiga todo lo que es consumo y la actividad económica y comercial”. A su criterio, esto hará que “este 2021 sea tal vez más difícil que 2020”. 

Mieres manifestó por su parte que el año 2021 “es un año donde nuevamente estamos con una situación de afectación del empleo”, por lo que “la postura del gobierno es señalar que hay muchos trabajadores que no la están pasando bien, que han perdido su lugar de trabajo y están afectados en la continuidad del vínculo”.

“Sin la participación de los trabajadores, nada”

Gambera se refirió a la situación de muchos uruguayos que se encuentran en vulnerabilidad económica y dijo que “se ratificará la necesidad de que haya un ingreso básico para la gente más necesitada, el avance de políticas públicas que favorezcan y atiendan la situación de la gente que no ha tenido aumentos de sueldo, han perdido el trabajo o están en seguro de paro”. También sostuvo que “debería haber una política de tarifas públicas que fuera diferencial y que atendiera a esos sectores vulnerables de la población”. 

Desde el gobierno, Mieres destacó “el fuerte compromiso para recuperar el empleo” y “la reafirmación de las acciones que se realizan para sostener a los trabajadores que están en situación de dificultad, a través del uso del instrumento del seguro de paro y seguro de paro parcial, mecanismos de subsidio y mecanismos de capacitación laboral”.

Para el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA), la reivindicación principal será “la inserción de la mujer y de las personas con discapacidad en la industria”, según anunció Daniel Diverio, dirigente del sindicato, a Sala de Redacción. Mencionó también la situación de las 250 trabajadoras de los peajes, que se verán perjudicadas por la automatización en su sector. En un momento de pandemia, en el que se pierden puestos de trabajo y la situación económica apremia, sostuvo que “no se pueden tomar medidas que apunten a una mayor desocupación”. En esta línea Diverio dijo que “una situación de pandemia es el mejor escenario para aplicar medidas antipopulares” y que “para la derecha es fundamental tratar de fragmentar y bajar la posibilidad de asociación del conjunto de trabajadores”. 

En relación a estas medidas, el dirigente sindical destacó que “las políticas de salario aplicadas fueron directamente las responsables de la caída del salario real y de las jubilaciones y pensiones”; la variación de criterio del cambio del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que hizo que “cerca de 8.000 trabajadores empiecen a pagarlo, cuando antes no lo pagaban”, además “del ajuste de las tarifas públicas por encima de la inflación”. Y agregó que “es cierto que las decisiones tomadas por este gobierno apuntan a la desmovilización”, y puso como ejemplo a la Ley de Urgente Consideración (LUC), “que tiene componentes que criminalizan a la pobreza y a la protesta”. Pero afirmó que un gobierno de izquierda tampoco resolvería los problemas de los trabajadores si estos no se movilizan u organizan. Diverio enfatizó que “nada puede reemplazar a los trabajadores organizados como parte fundamental de cada conquista” y que “no hay avance sin ellos”.

Gambera, por su parte, sostuvo que “en los gobiernos del Frente Amplio había disposición a la negociación”. Fue “un Estado que aseguró más el diálogo”, y eso “se reflejó con un crecimiento económico y de los salarios durante los 15 años”. En contraposición, expresó que el actual gobierno no atendió ni invirtió en defender a los sectores más perjudicados y vulnerables: “hay una serie de restricciones que, en vez de ir en el sentido de paliar la crisis, agrava las consecuencias”, como el recorte de becas y de horas docentes. A su vez, declaró que “seguramente vamos a desplegar toda la solidaridad con las ollas, pero siempre dejando en claro que nuestra posición es que las ollas populares no son la solución, sino una iniciativa solidaria de los vecinos debido a la emergencia”. Y sentenció que el escenario ideal es “que la gente tenga sus ingresos, pueda poner su comida en la mesa y no tenga que hacer cola para comer, lo que significa, además, exponerse al virus”. 

Por su parte, Diverio anunció que “en el convenio colectivo logramos un fondo de contingencia para que se entreguen aproximadamente unas 6.000 canastas comestibles a los trabajadores que están desocupados. Eso habla de la solidaridad que tiene el trabajador”.

Respecto a esto, Mieres sostuvo que “la posición del gobierno es apoyar a los trabajadores que tienen que “encuarentenarse”, y ese número ha ido en aumento porque va en paralelo al aumento de casos de coronavirus”. También destacó que se instrumentaron distintos tipos de subsidios para informales a través del Mides. Y en cuanto al relacionamiento con los gremios, aseguró que “el diálogo es bueno, permanente y fluido, con intercambios”, y que “si bien hay diferencias, no obstaculizan que se dialogue e intercambie entre el movimiento sindical y las autoridades nacionales”.

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