Montevideo Dark Jail, la competencia de rap más importante que tiene Uruguay, es un evento de freestyle callejero que se viene desarrollando ininterrumpidamente desde 2016. Su última edición, que se disputó el 19 de agosto, tuvo 16 competidores: Spektro, Jeyem, Way2freshh, Aporía, Harry, Kilate, Polo, Klauw, Crown, Ualde, Alexunder, Sok, Peter South, Naicen, Enty y Hammer.
Spektro y Hammer se enfrentaron en la final. Los competidores batallaron para quedarse con el título y también con el cupo para representar a Uruguay en la Final Internacional de Red Bull Batalla 2023 en Colombia, la competición más importante del mundo en este ambiente. Nicolás Mateu, conocido como Spektro, fue quien se coronarse campeón del Dark Jail y representará a Uruguay a nivel internacional por segundo año consecutivo.
También estudiante de la Facultad de Información y Comunicación (FIC) de la Universidad de la República, en donde cursa la carrera de Comunicación, Spektro habló con Sala de Redacción sobre lo difícil que puede llegar a ser el camino del freestyle, cómo lo combina con su vida personal y cuales son sus perspectivas a futuro.
—¿Cómo y cuándo empezaste con el freestyle?
—Empecé consumiéndolo a finales de 2015, pero, a mediados de 2016 fue que empecé a rapear en mi casa, solo, y en octubre del mismo año fue mi primera competencia [SantaRap, en Santa Catarina, Brasil], que la gané. Y desde ahí no he dejado de competir.
—¿Cómo fue tu camino para convertirte en campeón nacional?
—El camino es largo y tiene muchos obstáculos. Hay que aprender a convivir con la frustración, el error y la gente que comenta tanto en redes como en los escenarios. La clave, como en casi todo, está en la constancia y la autocrítica, muchas veces sentía que no podía hacer más nada para ganar una batalla y no la ganaba, pero con el tiempo he crecido y sé que siempre se puede ofrecer más, hay que apuntar a los errores de uno mismo para poder solucionarlos.
—¿Qué significó para vos este logro y qué cosas cambiaron de tu vida cotidiana?
—Realmente significó sacarme un peso de encima, con la autoexigencia que yo me manejo no me podía permitir participar hace tantos años y no tener una Red Bull nacional, también lo viví de forma muy emotiva ya que en el ámbito personal había tenido un año bastante malo, poder ganar y celebrarlo con mi madre y con quien era mi pareja en ese momento fue realmente un mimo al alma. En mi vida cotidiana no ha cambiado mucho, quizás me llaman de más lugares o reciba más cariño de la gente y a la vez, también, más odio, sobre todo en redes sociales. Pero tampoco es que te cambie la vida, fue un cambio más en lo personal que en lo mediático, económicamente ayuda pero tampoco es algo que te solucione la vida.
—¿Cómo ves el avance del género en Uruguay?
—El avance del genero “urbano” (entiéndase por trap, rap, reggaeton, drill, etcétera) es algo que se está dando cada vez más rápido en el país, artistas como Zeballos, Knak o Mesita están logrando ser escuchados globalmente. En cuanto a las batallas se han conseguido mejores resultados y la gente nos presta más atención.
—¿Qué le dirías a la gente que habla del freestyle como un lugar con mucha violencia?
—Que la disciplina del freestyle como tal no sufre de violencia, muy rara vez dos personas involucradas en la disciplina recurren a ello, sin embargo varias veces en competencias de plaza (y mayoritariamente nocturnas) surgen episodios de violencia, pero estos están más relacionados con la violencia nocturna de las calles de Montevideo que con las batallas de freestyle.
—¿Pensás seguir compitiendo en las Red Bull?
—La verdad que es algo que no te podría responder ahora, acabo de ganar el bicampeonato y obviamente eso me hace sentir un poco realizado, dudo mucho que esta sea mi última Red Bull pero quizás me tome un descanso de un año en las nacionales de Uruguay, es una experiencia hermosa competir en una Red Bull internacional pero me gustaría poder ver una sin tener los nervios y presión que se tiene cuando se es el protagonista.
—¿Llegaste a evaluar la posibilidad de tener una carrera musical?
—Sí, lo he pensado y es un poco la idea que tengo de acá en adelante. Tengo mucho material grabado y para sacar pero su gran mayoría es improvisado o hecho muy rápido ya que es la manera de trabajo que tengo con mi productor. Obviamente, al ser algo improvisado no estoy cargando emocionalmente mis letras, cuando me dedique al cien por ciento a hacer canciones va a ser otra ya que le podré dedicar más tiempo.
—¿Por qué la Licenciatura en Comunicación?
—Por varias razones, más allá de la música siempre me gustó el deporte y barajé la posibilidad de convertirme en periodista. Conforme avanzan los años, tengo menos claro esa decisión ya que sectores como el audiovisual o la publicidad también me llaman mucho la atención, igualmente, sea cual sea la orientación en la que me especialice, la carrera me gusta porque me da herramientas para mi carrera de artista.