El debate en torno al proyecto de ley sobre la eutanasia y suicidio médicamente asistido ha retomado centralidad tras una encuesta realizada por el Sindicato Médico del Uruguay (SMU). La encuesta arroja que, aunque con diferente grado de certeza, un 82% de los consultados se muestra a favor de la eutanasia y un 62% a favor del suicidio asistido. A su vez, detectó que un 72% de las personas encuestadas no han pensado en el tema de tratamientos médicos en el final de vida. 

Consultada por Sala de Redacción, la doctora Gabriela Píriz, especialista en cuidados paliativos e integrante de la Sociedad Uruguaya de Medicina y Cuidados Paliativos (SUMCP), aclaró que “no está claro qué población es la que está a favor de la eutanasia” porque “si mirás bien la encuesta tampoco es un 82%, es un 68% que dice que solicitaría la eutanasia y hay un 14% que dice ‘sí pero no estoy seguro’. Lo que sí está claro es que la gente no ha pensado el tema, ni siquiera sabía que había una ley de voluntad anticipada, ni una ley de derechos y deberes de los usuarios”, expresó.

En la legalidad

La Ley Nº 18.335 de Derechos y obligaciones de pacientes y usuarios de los servicios de salud, aprobada en 2008, establece el derecho de las personas a rechazar el uso de medicamentos o tratamientos médicos, siempre que no dañen la salud de terceros. La Ley N° 18.473 de Voluntad Anticipada, votada en 2009, estableció el derecho de la persona a “expresar anticipadamente su voluntad de oponerse a la futura aplicación de tratamientos médicos que prolonguen su vida en detrimento de la calidad de la misma, si se encontrare enferma de una patología terminal, incurable e irreversible“, dice la norma. Por otra parte, el artículo 37 del Código Penal, establece que los “los jueces tiene la facultad de exonerar de castigo al sujeto de antecedentes honorables, autor de un homicidio, efectuado por móviles de piedad, mediante súplicas reiteradas de la víctima”, lo que daría un paraguas a aquellos médicos que apliquen la eutanasia, siempre y cuando cumplan con la condición de tener “antecedentes honorables”, una definición poco concreta.

El proyecto “Eutanasia o suicidio médicamente asistido” que presentó en marzo el diputado del Partido Colorado Ope Pasquet, plantea un marco legal que exenta de responsabilidad penal a los médicos que practiquen la eutanasia y el suicidio asistido; fundamenta el procedimiento principalmente en la voluntad individual tanto médica como del paciente y cita legislación internacional que regula la aplicación de la eutanasia.

En un debate realizado por el Colegio Médico del Uruguay, Píriz, dijo que falta definir específicamente qué pacientes podrían aplicar para la eutanasia así como la terminología utilizada en el proyecto que, a su criterio, es muy amplia. La doctora marcó a su vez que la ley exenta de responsabilidad legal al médico, no así de la responsabilidad médica. El artículo 46 del Código de Ética Médica marca que “la eutanasia activa entendida como la acción u omisión que acelera o causa la muerte de un paciente, es contraria a la ética de la profesión”. Sobre lo que la ley propone en este sentido Píriz dijo que “complica la vida” a quienes ejercen la profesión. 

En este sentido, el proyecto de ley explica que la derogación del artículo 46 no fue propuesta por entender que es la comunidad médica, la misma que redactó el Código de Ética Médica, quien debería revisarlo si la ley de eutanasia se aprobara.

Sobre el aspecto ético, en Uruguay existen casos como el del artículo 11 la Ley 18.987 de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que permite la objeción de conciencia. La misma no obliga a realizar esta práctica a quienes lo expresen públicamente. Más allá de esto, el proyecto presentado por Pasquet no regula este punto. En el mismo debate, Pasquet resaltó que “en este contexto no tiene sentido hablar de objeción de conciencia, no se le impone al médico ningún deber, participará de esto y ayudará a morir a otro el médico que quiera hacerlo”. 

En cuanto a los ejemplos que aparecen en el proyecto de ley de países y estados en donde la práctica de la eutanasia está regulada, Píriz dijo durante el debate que los registros en estos países son inadecuados, ya que en la ley que se propone -como en los casos internacionales- el reporte de la práctica de la eutanasia se realiza luego que el paciente muere.

Voluntad y desinformación

Otro dato que mostró la encuesta realizada por el SMU, es que el 74% de los encuestados dice que la voluntad del paciente está por sobre la voluntad médica. Esto quiere decir que para una amplia mayoría el poder de decisión está por encima de la palabra del profesional. Aun así, Píriz cree que existe un gran marco de desinformación sobre las posibilidades que existen para los pacientes. “72% de las personas nunca pensaron en su atención médica al final de la vida, entonces la gente que después dice que optaría por la eutanasia lo piensa mientras le hacen la encuesta. Es una reflexión un poco en agudo”, dijo a Sala de Redacción.

Por otro lado, la doctora manifestó que la problemática de la desinformación se da en un contexto en el que los prestadores de salud no informan abiertamente que tienen cuidados paliativos y tampoco ha existido una campaña desde el Ministerio de Salud Pública (MSP). “Hay como cierto temor a tener que aumentar la cantidad de personas que trabajan en los equipos”, concluyó. Según el informe de 2019 del MSP sobre cuidados paliativos mostró que solo 59% de la población que los necesita accede a estos cuidados. No obstante, la cifra es supera el promedio de acceso a nivel mundial, que no llega al 20%.  

En diálogo con Sala de Redacción, Pasquet expresó que el argumento de la SUMCP se presenta como una “falsa oposición entre los cuidados paliativos y la eutanasia diciendo que si se difunde adecuadamente la existencia de los cuidados paliativos y si se implementa el servicio en todo el país para que llegue a todos aquellos que puedan necesitarlo no hay por qué pensar en la eutanasia me parece que es una falsa oposición”, señaló, y sostuvo  que “una persona puede necesitar en determinado momento cuidados paliativos y en otro momento decir ‘mire hasta aquí llegue, yo quiero terminar con esta situación’”.

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