Luego de varios meses sin noticias del diabólico personaje que causaba terror a través de mensajes de Whatsapp, días atrás Momo sorprendió a varios niños a través de videos de Youtube que incitan a actitudes violentas, tanto hacia quienes los rodean como hacia sí mismos.

“Atiendo niños que no quieren ir al baño solos porque dicen que Momo los va a matar”, dijo la psicopedagoga Gloria Parietti a Sala de Redacción. A su vez, Parietti planteó que cuando los niños se encuentran tan afectados por Momo es muy difícil revertirlo ya que “viven con una sensación de miedo constante”.

Momo tuvo su primera aparición mundial a mediados de 2018 y tiene una cara escalofriante inspirada en la estatua japonesa “Madre Pájaro”. El personaje, o quienes están detrás de él, envía mensajes perversos a su público objetivo, es decir niños entre 4 y 9 años. A nivel global, varias muertes han ocurrido como resultado de las amenazas y los consejos que los menores recibían por mensajes de texto.

Hace pocas semanas, el “monstruo” reapareció, esta vez en Youtube, donde se cuela en videos infantiles para seguir transmitiendo ideas terroríficas. Y ha generado mucha preocupación en los padres. “Hoy en día las mamás y los papás trabajan y muchas veces los niños quedan al cuidado de terceros que no pueden controlar lo que ellos ven en Internet”, agregó la psicopedagoga.

En los videos, la voz perturbante de este muñeco los anima a realizar todo tipo de atrocidades. Uno de ellos repite “ahorca a tu hermanito”, mientras que otro ordena que busquen “el objeto más filoso” para lastimarse con él.

“A veces los niños más grandes se lo encuentran en juegos online donde compiten contra Momo y si pierden deben hacer lo que él ordena”, indicó Parietti, y agregó que el entorno influye mucho en la actitud frente a este tipo de amenazas. “La educación que uno le da a su hijo es muy importante en cuanto a su confianza y seguridad”, ya que “un niño con un entorno estable le contaría a sus padres”.

Por otro lado, Lucía Fernández, maestra en una escuela de Flor de Maroñas, comentó a Sala de Redacción que como docente vigila mucho “lo que los alumnos ven en sus computadoras durante el recreo”, más que nada por los más chicos que tienen una sensación de “miedo y curiosidad”.

A su vez, Fernández consideró que los niños más afectados suelen ser los más vulnerables. “No tiene que ver con un tema de contexto económico sino con el entorno familiar”, explicó la maestra, y añadió que hay niños que tienen “todo” pero que no se sienten acompañados y eso se refleja tanto en la escuela como en el encuentro con este tipo de fenómenos.

Algunos directores de escuela piden a los maestros que envíen comunicados a las familias para mantenerlos al tanto de esta problemática, mientras que otros consideran que la mejor herramienta para combatirlo es no darle relevancia.

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