En la medianoche del 22 de agosto, una estudiante de Magisterio recibió una llamada de la seccional policial de su zona indicando que tenía que presentarse personalmente. La notificaron de que, al igual que dos de sus compañeras, tenía que comparecer el 30 de agosto a las 15.00 al Juzgado de Faltas. El motivo de la citación fueron actividades desarrolladas el 14 de agosto durante el Día de los Mártires Estudiantiles, cuando se pintaron muros de los Institutos Normales de Montevideo con una convocatoria a la Marcha del Filtro y el mensaje: “Si no hay educación para el pueblo, no habrá paz para el gobierno”.

La citación generó sorpresa, ya que, cuando los policías se presentaron en el centro educativo les informaron que el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) había hecho la denuncia y les pidieron los datos personales, pero aclararon que solamente era por protocolo y que no habría consecuencias posteriores. Luego de que las tres estudiantes fueron citadas a declarar, el Centro de Estudiantes de Magisterio (CEM) convocó a una concentración en la Plaza Independencia a las 13.30 para acompañar en las afueras del juzgado. 

Con un clima cálido, algo poco común para la época, entre estudiantes, docentes y representantes de diferentes gremios y sindicatos, alrededor de 200 personas respondieron a la convocatoria. Mientras algunos estudiantes esperaban sentados en el pasto, la mayoría se ubicaba a la sombra para soportar los 24 grados, que venían con mucha humedad.

En marcha

A medida que pasan los minutos va llegando más gente y se escuchan los primeros cánticos con bombo y el platillo de fondo. El apoyo a las estudiantes se amplifica a través de un altavoz que uno de los jóvenes sostiene. “Muchachos, vamos a movernos”, se escuchará a las 14.30. Seguidamente, los manifestantes comenzaron a trasladarse por la peatonal Sarandí para luego doblar por Bartolomé Mitre rumbo al juzgado.

En la marcha, liderada por los jóvenes, estuvieron representantes de la Asociación de Funcionarios de UTU, la Unión de Funcionarios del Codicen y la Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria de Montevideo, entre otras organizaciones. Entre medio de la gente asomaba a lo alto una túnica blanca en la que podía leerse “ninguna docente sancionada por luchar”. En la misma línea, con el dibujo de una tijera una pancarta al final de la multitud pedía: “Los muros son del pueblo, libertad de expresión”.

Foto: Janina Tiscornia / Sala de Redacción.

Al llegar a la puerta del juzgado los cánticos se reavivan y dos policías que se encontraban en la puerta se acercan a algunos estudiantes, piden los datos a uno de los manifestantes y le toman una foto. También pidieron que no cortaran la calle, apoyándose en la Ley de Urgente Consideración que prohíbe este tipo de manifestaciones. La respuesta fue que los manifestantes no se iban a mover y que permanecerían en la puerta del juzgado, lo que hizo que los policías desistieran.

Con la entrada de las tres estudiantes, minutos antes de las 15.00, llegará el punto máximo de cánticos de apoyo y todo tipo de reivindicaciones de los gremios estudiantiles.

Sin consecuencias

Desde el CEM explicaron a Sala de Redacción que el Consejo de Formación en Educación (CFE) de la ANEP se puso a disposición para tramitar una reunión con el Codicen para tratar el tema, pero todavía el gremio no ha recibido confirmación. En suma, desde el Codicen y el CFE afirmaron al centro de estudiantes que no realizaron la denuncia y no saben qué pasó realmente. “Hay una contradicción con lo que manifiestan autoridades del consejo y lo que dice la policía”, dijo una fuente del CEM, que agregó que seguirán con las pintadas. “Es nuestra forma de manifestarnos y este acto nos parece una censura pura y dura”, manifestó la fuente. En suma, desde el centro de estudiantes entienden que el gobierno quiere ocultar los reclamos y no tiene interés en escucharlos. El gremio valoró positivamente la cantidad de gente que se sumó a la movilización, lo que se suma a las manifestaciones de apoyo que recibieron en redes sociales.

Finalmente, las tres estudiantes salen del juzgado luego de la resolución de la jueza Campiglia, quien entendió que no ocasionaron daños al edificio y una muestra de ello es que la pintura ya fue removida. Al no constatar delito alguno, la denuncia fue archivada.

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