Una de las actividades deportivas que más crecimiento experimentó en los últimos años son las carreras de calle. Miles de uruguayos salen a correr en distintos puntos del país y de las más variadas maneras: algunos atletas lo hacen por su cuenta y a veces sin llevar apunte de tiempos ni marcas; también están los que aprovechan para medir su competitividad en las esporádicas carreras que se realizan; otros, más metidos en el tema, arman sus propios grupos, se identifican y salen a las calles a entrenar o a competir. Además, está la actividad oficial, organizada por la Agrupación de Atletas del Uruguay (AAU), una organización fundada en 1961 que actualmente cuanta con más de 1.600 socios y varias sedes en el interior. La AAU fija el calendario, organiza la logística y estructura de las competiciones y entrega los premios acordados con los auspiciantes.

Edgardo Ramos, periodista y presidente de la agrupación desde 2008, califica al 2020 como un año “para el olvido”. Originalmente iban a comenzar el campeonato el 8 de marzo, pero un paro de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales los llevó a posponer la fecha. Luego llegó el 13 de marzo, día en el que el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, anunció el cese inmediato de varias actividades, a raíz de los primeros casos de coronavirus en el país.

No obstante, a diferencia de la mayoría de las competiciones deportivas oficiales del país, las carreras de calle no pudieron volver porque no cuentan con el permiso del gobierno, pese a que en junio se presentó un protocolo en la Secretaría Nacional de Deportes (SND). Ramos considera que “el gobierno nacional ha hecho muy bien las cosas” en cuanto a no declarar una cuarentena obligatoria y apelar a la responsabilidad de la ciudadanía, pero entiende que las autoridades de la SND se manejaron con “inexperiencia e ineficacia”.

Corriendo al COVID

El 18 de junio, Ramos y el periodista Sergio Gorzy, socio de la agrupación, se reunieron con el Subsecretario Nacional del Deporte, Pablo Ferrari, y otras autoridades de la SND. Allí se explicó la situación de la organización de corredores y se presentó un protocolo sanitario para volver a las actividades. Entre las medidas de prevención están el uso obligatorio de tapabocas antes y después de la competencia, la participación exclusiva de socios en las carreras y la eliminación de la ceremonia de premiación para evitar aglomeraciones.

“El protocolo es de mi autoría, lo hice yo y usé el sentido común”, afirmó el presidente de la AAU, que llamó a algunos socios y profesionales, quienes se mostraron de acuerdo con la propuesta. Sin embargo, pese a lo cordial del encuentro, la AAU no recibió respuesta estatal desde entonces. “Yo creo que ni lo vieron”, sentenció Ramos, y añadió que “en agosto estaban corriendo en todas las capitales del mundo” con protocolos similares. Explicó que él puede “entender todo, lo sanitario y lo económico”, pero valoró que muchos deportes que volvieron a la actividad oficial “se habilitaron por un tema económico”.

Deporte y política

La AAU se movió en varios ámbitos para dar a conocer su reclamo. Por ejemplo, se reunió con la bancada de senadores del Frente Amplio (FA), con diputados del Partido Nacional y con la Comisión de Deporte del Parlamento. En suma, le enviaron una carpeta a Lacalle Pou y se hizo una intervención frente a la Torre Ejecutiva. Ramos sostuvo que la falta de respuesta por parte de la SND se debe a un problema “personal o político” y entre ambas opciones se inclina por la última. El presidente de la AUU pertenece al FA y denunció que se ignora su reclamo por pertenecer a “un partido político que no coincide con el gobierno”, aunque la organización siempre se mostró neutral.

El dirigente reconoció que esperaba una actitud de ese tipo, pero pensó que sería de manera “más inteligente” y consideró que lo que está pasando es “lamentable y penoso, porque habla muy mal de las autoridades”. Ramos entiende que es una contradicción que no se permita la organización de carreras y que, al mismo tiempo, desde el gobierno “se dice que las actividades al aire libre tienen un mínimo riesgo de contagio”. Al respecto, agregó que “en la Semana del Corazón la SND incitaba a la gente a correr”. “Cuando se mezcla lo político con lo deportivo estamos en problemas” porque se crea “una grieta que no debe haber en el deporte”, lamentó.

Ramos mostró su preocupación por el poco control que hay en otras actividades deportivas: “Hay gimnasios que no sé cómo están abiertos”, afirmó. Además, mencionó que en todo el país existen carreras sin autorización. “Todos los fines de semana hay carreras irregulares y entrenamientos clandestinos” que “se promocionan por internet” y no están en regla porque “no hay protocolo aprobado”, completó. En ese sentido, denunció que las autoridades del deporte “miran para el costado y tratan de disimular lo que hoy es una realidad”.

Solidaridad ante la crisis

El parate de actividades tuvo consecuencias sociales, deportivas y financieras. “El golpe económico es tremendo”, explicó el presidente de la agrupación, y agregó que, si bien cuentan con ahorros, estos “se acaban”. Según Ramos, la pérdida gira en torno a los 134.000 dólares, entre patrocinadores y socios que no van a pagar porque no hay carreras. Sin embargo, desde que empezó la pandemia, la AAU realizó tareas solidarias para “asistir a las familias” dentro del grupo y colaborar con las diferentes ollas populares que surgieron en varios lugares del país. “En dos meses pudimos recaudar más de 6.000 kilos de alimentos”, se enorgulleció el dirigente.

Ramos contó que no recibió ninguna señal de apoyo de otras instituciones deportivas hasta el martes pasado, cuando lo llamaron representantes de la Confederación Uruguaya del Deporte. En la charla se mostraron “de acuerdo con la critica a algunas autoridades de la SND” porque entienden que al gobierno solo “le importa el futbol y el básquetbol”, relató el presidente de la AAU. En cuanto al futuro, esperan regularizar esta situación y poder hacer el campeonato 2021 con las debidas precauciones sanitarias. La idea es poder hacer carreras cortas entre enero y febrero para “ir probando el protocolo”, dijo Ramos, que también señaló que se repetirán actividades solidarias para instituciones ya conocidas por los corredores, como la Fundación Pérez Scremini y la Asociación de Lucha Contra la Obesidad. De esa forma, buscan ajustar los detalles en materia de cuidados sanitarios y “después sí realizar un calendario de carreras como siempre”.

Sala de Redacción intentó comunicarse con jercas de la SND pero no obtuvo respuesta.

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