Para que un ser humano crezca y se desarrolle de manera saludable no alcanza solamente con satisfacer sus necesidades biológicas básicas. La Fundación funciona bajo esta premisa brindando lo que llaman “nutrición afectiva” a los bebés que nacen en el Centro Hospitalario Pereira Rossel (CHPR) y que por diversos motivos al recibir el alta médica no pueden irse con sus familiares. 

Es una organización sin fines de lucro que funciona desde julio de 2016 y tiene aproximadamente 400 voluntarios. Su principal objetivo es dar atención y contención emocional a recién nacidos que están en espera de una resolución judicial. Karina Saralegui, referente del lugar desde 2018 contó a Sala de Redacción que cuando médicos y trabajadores sociales detectan que hay una situación problemática en el entorno familiar del bebe, como el consumo de drogas, situación de calle, violencia doméstica o desvinculación de los familiares, el destino del recién nacido es quedar en manos de la Justicia. Mientras se resuelve quién se quedará a cargo, los recién nacidos esperan en la sala de la Fundación Canguro.

“Lo que necesita un bebe cuando nace, aparte de lo fisiológico es ser sostenido en brazos, que frene a su llanto haya una respuesta inmediata o lo más inmediata posible, que haya contención, mirada, suavidad, calor, sostén”, dijo a Sala de Redacción Belen Alberti, psicóloga gestáltica con formación en perinatalidad. Este es el rol que cumplen los voluntarios de la fundación. Las canguras, porque son en su mayoría mujeres, se encargan de mimar a los bebés teniéndolos en brazos, cantándoles, dándoles atención, caricias, además de higienizarlos, alimentarlos y acompañarlos en los controles médicos. 

La importancia de que los recién nacidos reciban este tipo de cuidados radica en que cuando no los tienen desarrollan problemas graves tanto a nivel fisiológico a corto plazo, como emocional a largo plazo. Según la información compartida por Alberti, quien trabajó como psicóloga de la fundación durante más de un año, las consecuencias desde lo biológico son el enlentecimiento del crecimiento óseo, la disminución de la  temperatura corporal, el retraso del desarrollo, la pérdida de apetito, entre otros. Esto en conjunto provoca un “estado de irritabilidad y una desregulación en el recién nacido”. Además puede generar a largo plazo “una disociación de su sentir, una autoestima disminuida y un miedo continuo al entorno”.

En muchos casos, las madres, padres o familiares de los bebés que permanecen en la Fundación están presentes. Cuando esto sucede “siempre se prioriza que las tareas las lleve adelante la madre o padre, y se incentiva a que lo hagan”, comentó Saralegui. Si bien la fundación aparece con el fin principal de acompañar a los bebés y darles el mejor cuidado, también busca fomentar el vínculo de ese recién nacido con sus padres. Otro de los objetivos es “darle a esos papás y mamás un lugar físico donde puedan seguir cuidando a sus bebés, hasta que se vayan con sus bebés o hasta que tengan que despedirse, en un entorno en el cual no van a ser juzgados”, sostuvo la psicóloga. 

En cuanto al rol que desempeña la psicóloga, Alberti contó que la principal tarea es dar acompañamiento y apoyo terapéutico a las madres y familiares cuyos bebés están en la Fundación y están pasando un momento muy complejo a nivel emocional. Para las madres presentes, que pretendían volver a casa con sus bebés, el hecho de que sus hijos se tengan que quedar ahí es “desgarrador”. Desde su experiencia dijo que “las mamás por lo general llegan en un estado de shock y devastamiento emocional, están en estado defensivo y desconfiadas de todo aquel que se acerque”. Además remarcó que “la información es clave para que esas madres puedan relajarse y confiar”, sin embargo, muchas veces llegan “totalmente desinformadas” del proceso en el que se encuentran.

La organización funciona los 365 días del año, las 24 horas del día. Para cuestiones organizativas cada día de la semana tiene un referente que es encargado de asegurar que las 24 horas del día estén cubiertas. Supervisa el funcionamiento de la sala, preparar los egresos de bebés que se puedan dar ese día y atender a las madres de bebés que han pasado por la fundación, quienes muchas veces acuden a ella buscando algún tipo de ayuda o simplemente pasan a visitar. 

Para ser voluntario hay que anotarse a través de la página web pero Saralegui dijo que “hay lista de espera”. También comentó que se necesitan voluntarios solo para horarios muy específicos y que por lo general los están seleccionando “por referencias de canguros”. El proceso para quedar como voluntario implica una entrevista con la psicóloga de la fundación y la realización de un psicotécnico al que le sigue una capacitación teórica y otra capacitación práctica. Las capacitaciones son importantes porque ahí se aprenden las formas en que se realizan determinados procedimientos en la organización. Los voluntarios cumplen turnos de cuatro horas una vez por semana, lo que implica que un bebe pasa por muchos brazos distintos a lo largo de su pasaje. Para poder generar un ambiente seguro para el recién nacido se establecen ciertas formas estándares para el modo de sostenerlos, de darles de comer, de bañarlos.

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