El Banco Central de Venezuela (BCV) comunicó que su nueva moneda digital tendrá vigencia a partir del 1° de octubre. La moneda digital no reemplazará a la moneda física, pero sí tendrá un cambio en la escala, en la que se le quitarán seis ceros, es decir, que a todo importe expresado en moneda nacional se la dividirá entre un millón. “La moneda digital es una unidad de cambio que se usa en distintas plataformas”, explicó Pablo Da Rocha, asesor económico, en conversación con Sala de Redacción, y agregó que Venezuela está creando una moneda ficticia en el marco electrónico, que no tiene gran diferencia con las típicas monedas de atesoramiento que ya existen.
Este proceso de “reconversión de la moneda” no es nuevo: en el año 2007 se eliminaron tres ceros y se creó el “bolívar fuerte”; años más tarde, en 2018, nació el “bolívar soberano” luego de quitarle cinco ceros a la denominación. En la actualidad, tras suprimir seis ceros, pasará a llamarse “bolívar digital”. Cabe destacar que hasta ahora estas medidas no han logrado contrarrestar el proceso de hiperinflación que tiene Venezuela.
A causa de la hiperinflación, que según el Banco Central Venezolano superó 3.000% durante el año 2020, se decide retirar estos seis ceros a la moneda digital. El bolívar se encuentra en una profunda devaluación y la economía venezolana se está dolarizando: un dólar estadounidense equivale a más de cuatro millones de bolívares. En un comunicado, el BCV manifestó: “Este cambio de escala monetaria, que se apoya en la profundización y desarrollo de la economía digital en Venezuela, constituye un hito histórico necesario en un momento en el que el país comienza el camino de la recuperación económica”.
El gobierno venezolano expresó que la conversión de la moneda nacional al formato digital hará posible la reducción de los costos de transacción en la economía, facilitará la “conexión de la población con su signo monetario”, así como también ayudará a construir una visión moderna de la moneda en la vida cotidiana. “No es tan fácil lo que dice [el presidente de Venezuela, Nicolás] Maduro”, señaló el economista Da Rocha, y agregó que la nueva unidad de pago digital debe tener una aceptación universal, con un equivalente en una moneda de cambio internacional como el dólar, “porque si no genera una economía ficticia que no tiene respaldo real”.
Por otro lado, desde el BCV se aseguró que la introducción de la moneda digital no tendrá repercusiones ni afectará la emisión del bolívar en su expresión tradicional de billetes físicos, y explicó que se trata de un “proceso dirigido a rescatar su fortaleza y su referente como expresión de nuestra economía”. A pesar de que el gobierno venezolano intenta encaminarse hacia los pagos por Internet, esto sucede en un marco de desconexión nacional debido a la poca señal de la red en zonas tanto populares como rurales, y en donde los apagones son frecuentes, lo que afecta directamente la conexión de las personas a Internet.
Los afectados
“El salario mínimo, que forma parte del ingreso mínimo junto a un bono de alimentación, experimentó un incremento de 300% el 1° de mayo de 2021 y se fijó en 7 millones de bolívares, que en ese entonces representaban 2,47 dólares al cambio oficial. Tres días después, el salario mínimo equivalía a 1,73 dólares. La mayoría de los venezolanos tiene un salario de menos de dos dólares al mes”, según informó Al Día, periódico de Dallas, Texas.
El informe anual de la ONG Convite, que se dedica a la promoción de los derechos sociales, reveló que el 86,9% de las personas mayores en Venezuela viven en la pobreza, el 20% de los encuestados come carne una vez cada 15 días y solo el 9% logra cubrir los requerimientos básicos.
Venezuela actualmente está cursando su sexto año de recesión (un país entra en recesión técnica cuando acumula dos trimestres seguidos de crecimiento negativo en su economía). Su población está fuertemente afectada por los altos precios de los alimentos -que tienen su referencia de valor en dólares-, los bajos salarios -establecidos en bolívares- y una inflación de cuatro dígitos que condena a millones de personas a vivir en la pobreza.