“Se viene evidenciando una duplicación año a año de las ventas”, afirmó a Sala de Redacción Fitzgerald Cantero Piali, director nacional de Energía del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), acerca de la creciente presencia de vehículos eléctricos en el transporte. “El capital que se necesita para acceder a estos vehículos sigue siendo una barrera”, expresó. Es que al comparar marcas y modelos similares entre vehículos eléctricos y a combustión interna, los eléctricos suelen costar casi el doble: los precios de autos eléctricos no suelen bajar de los 35.000 dólares. “Eso es al momento de la compra, pero en función del uso que se le dé, el ahorro energético y de mantenimiento vale la pena”, agregó Cantero.
“Entendemos que descarbonizar la economía y sustituir un combustible importado por uno casi totalmente verde es una estrategia razonable”, manifestó. Acerca de las posibles consecuencias del cambio para organismos como el MIEM o ANCAP, respondió que, a medida que se dé la transición energética en el transporte, “procederán con una redefinición de su futuro”. A su vez, sostuvo que, desde empresas estatales, como ANCAP, ya se está mirando a largo plazo. “Eso, lejos de ser un perjuicio, tiene que ser una oportunidad para encarar un futuro que se va a dar”, aclaró.
En octubre, el MIEM anunció un subsidio de 5.000 dólares para la adquisición de una unidad eléctrica a quienes brindan servicios de taxi, remise y transporte por aplicaciones. Este beneficio cuenta con un cupo para 100 vehículos -la inversión total es de 500.000 dólares-, y estará disponible hasta el 31 de diciembre de 2023. Cantero afirmó que, de parte del MIEM, se busca incentivar la adquisición de vehículos eléctricos en flotas de uso intensivo, como son los ómnibus, taxis y remises. “Cuando se termine el cupo de 100, pasaremos raya y evaluaremos seguir aplicando estos incentivos”, sostuvo.
Esta propuesta se dio en el marco de la publicación del último informe acerca de energías renovables de Uruguay XXI. En el capítulo sobre movilidad eléctrica, el informe indica que el sector del transporte “es el principal consumidor de derivados del petróleo en Uruguay y el segundo consumidor de energía detrás de la industria”. Desde 2016 se observa una tendencia ascendente en la importación de vehículos eléctricos y se alcanzó un máximo de 30 millones de dólares en valor de importación en el año 2021. Hasta agosto de 2022 se registró un valor de 20 millones de dólares, valor que superó los 18 millones de dólares en el mismo período del año anterior, es decir un aumento del 11% en la comparación interanual.
Grandes empresas automovilísticas han desembarcado en Uruguay sus proyectos de vehículos eléctricos. BYD -la principal empresa vendedora de vehículos híbridos y eléctricos a nivel mundial- ostenta el 60% de los vehículos presentes en el transporte uruguayo y sus ventas crecen exponencialmente cada año. Gracias al desarrollo en la generación de energías sustentables y la innovación tecnológica de Uruguay, empresas como Volkswagen han puesto su sede en el país. “La impronta de Uruguay fue trascendental para ser el país elegido por Volkswagen para lanzar su estrategia de electrificación en América Latina”, señala el informe.