Un sinfín de banderas aurinegras le dieron color a la séptima fecha del Torneo Intermedio, disimulando -aunque sea un poco- la falta de público. Paralelamente, una avioneta sobrevoló los alrededores del estadio con una leyenda partidaria de hinchas de Nacional. Fuegos artificiales y humo de colores adornaron la salida de los equipos.

El plantel de Peñarol salió al terreno de juego con una camiseta en homenaje Diego Maradona. Incluso, Mario Saralegui, técnico aurinegro, dirigió el cotejo con una remera con la imagen y el nombre del ex jugador recientemente fallecido. Los jugadores se saludaron e hicieron un minuto de silencio, no sólo por Maradona, sino también por el fallecimiento del ex presidente de la República, Tabaré Vázquez.

Las especulaciones previas, el color y el marco clásico, dejaron de ser prioridad cuando Pablo Giménez -árbitro central- pitó el comienzo del encuentro en el estadio Campeón del Siglo.

Minuto de silencio por el fallecimiento de Diego Maradona y Tabaré Vázquez. Foto: Nahuel Durand.

Nacional arrancó mejor con la pelota en los pies y por momentos intentó presionar en alto a su rival. A Peñarol le costó asociarse de mitad de cancha hacia adelante en el primer cuarto de hora. Fue impreciso, y salvo por un tiro libre de Jonathan Urretaviscaya, no gravitó arriba.

Pese a que el empate le sentaba bien al trámite, el cero se quebró sobre los 28 minutos. Fabricio Formiliano saltó más alto que todos y con un cabezazo puso el primero de Peñarol. Nacional no había digerido el primer gol, cuando Cristian Rodríguez entró con pelota dominada al área y le cedió el esférico a David Terans, que marcó el segundo. El aurinegro fue efectivo, las dos primeras llegadas claras que generó las mandó a guardar, y pareció encaminarse a una victoria tranquila.

Sin embargo, Nacional reaccionó, fue al frente y rápidamente consiguió el descuento a través de un disparo de media distancia de Gabriel Neves, que contó con el desvío en un adversario. 2 a 1 y al descanso.

***

El aurinegro fue de menos a más en la primera etapa, tuvo la virtud de ser efectivo en ofensiva y estar ordenado atrás. Robert Herrera, debutante clásico en Peñarol, suplió de forma correcta en el lateral derecho a Giovani González que estaba suspendido, lo que era una de las incógnitas antes del partido. De igual manera, Herrera vio la tarjeta amarilla en los 45 minutos iniciales.

Nacional tuvo sus mejores momentos de fútbol cuando Neves manejó la pelota en tres cuartos de cancha y se asoció con Gonzalo Castro. Por su parte, el goleador tricolor Gonzalo Bergessio se mostró participativo, pero fue bien marcado por la zaga aurinegra y salvo un cabezazo, no remató al arco.

Fue entretenido el primer tiempo, con tres goles y anotaciones de los dos equipos, un suceso que no tenía antecedentes oficiales desde el clásico del Apertura 2013, en el que el resultado parcial con el que se dirigieron al entretiempo fue el mismo que en esta ocasión.

***

En la primera jugada del segundo tiempo Castro desbordó por izquierda y habilitó a Santiago Rodríguez, que definió de primera y estampó el empate: gol tempranero que le dio confianza a Nacional. El tricolor manejó la pelota en el primer tramo del complemento y se acercó con peligro al área rival.

Festejo del segundo gol de Nacional convertido por Santiago Rodríguez. Foto: Nahuel Durand.

Con el correr de los minutos la intensidad en el juego creció y las protestas de los dirigentes de ambos equipos también. Insultos y constantes faltas de respeto de las autoridades de las dos instituciones que desde las tribunas gritaron a jueces y rivales.

La lluvia empezó a azotar la cancha y le dio un tinte épico al encuentro, mientras que el trámite se entreveró: Nacional ya no dominó territorialmente y las acciones se emparejaron. El juego se volvió friccionado, con varias faltas y amonestaciones, pero muy entretenido e intenso. No obstante, el clásico también tuvo muchas polémicas: una mano en el área de Peñarol no fue advertida por Giménez, y varias acciones fueron juzgadas con criterios diferentes para exhibir tarjetas amarillas.

Tanto Saralegui como Jorge Giordano, director técnico de Nacional, metieron mano en el banco y renovaron piezas en la mitad de cancha. Saralegui le dio entrada a Cristian Bravo, Agustín Álvarez Martínez y Agustín Álvarez Wallace. Por su parte, Giordano escogió a Emiliano Villar y Claudio Yacob.

La principal arma de Peñarol fue lanzar en largo a Facundo Torres, que desequilibró en el uno contra uno, y desnudó falencias en la defensa rival. Con su gambeta y velocidad Torres fue incontrolable para Nacional, que en varias ocasiones cometió faltas para frenarlo. De hecho, a poco del final, Torres fue derribado en el área y Giménez cobró penal. Álvarez Martínez tiró la falta, pero el arquero tricolor Sergio Rochet atajó el remate. Sin embargo, el recién ingresado Nahuelpan anticipó el rebote de Rochet y con un esquinado disparo decretó el tercero de Peñarol. Gol festejadísimo por todos lo jugadores aurinegros, que se pusieron en ventaja a falta de dos minutos para el final. De igual manera, en el momento que Álvarez Martínez impactó el penal, Nahuelpan estaba dentro del área, por lo que el gol tuvo que haber sido anulado.

Nacional hizo cambios luego de recibir el tercer gol: tanto Sebastián Fernández como Pablo García entraron a la cancha. El tricolor tuvo una chance clarísima para igualar las acciones en tiempo añadido con un cabezazo de Fernández, pero Kevin Dawson -arquero mirasol- evitó el empate con una espectacular tapada. En la recarga, Torres se escapó en velocidad y fue fauleado por Neves, que vio la tarjeta roja. 

Tras varios minutos de adición, Giménez pitó el final y Peñarol consiguió su primer triunfo ante el tradicional rival en su estadio. Al mismo tiempo, el carbonero sumó tres unidades muy importantes para la tabla anual, en la que ascendió a la quinta ubicación y se acercó a los puestos de clasificación directa de la Copa Libertadores.

Papelón

Pese a que no podían ingresar hinchas al estadio, en las tribunas se vio a varios parciales mirasoles que alentaron a su equipo, cantaron canciones y tiraron bombas de humo.

Entredichos entre el personal de seguridad y la Policía con dirigentes de Nacional. Foto: Nahuel Durand.

Por otra parte, los dirigentes de las dos instituciones agredieron de forma verbal en reiteradas ocasiones a la terna arbitral, durante y después de terminado el encuentro. De hecho, el directivo de Nacional Antonio Palma, luego de agredir verbalmente a los árbitros durante el encuentro, se acercó a la cancha e insultó al árbitro principal a los gritos. A su vez, durante el partido tuvo que intervenir la seguridad interna del estadio y la Policía para calmar los ánimos de dirigentes que intercambiaron insultos en la tribuna Henderson.

Agresión de Urretaviscaya a Cougo. Foto: Nahuel Durand.

Los jugadores tampoco colaboraron para el normal transcurso del espectáculo deportivo. Urretaviscaya ingresó al campo de juego una vez terminado el cotejo para agredir a Ayrton Cougo. Empujones, manotazos e insultos completaron un hecho bochornoso entre integrantes de las dos instituciones. Después, en el momento que los jugadores de Nacional se acercaron al vestuario, tuvieron un intercambio de palabras y empujones con la seguridad interna de Peñarol, que fue registrado por las cámaras televisivas.

Empujones y manotazos entre jugadores. Foto: Nahuel Durand.

Fue un partido atípico para ser un clásico, porque contó con varios goles. Después de cinco años, un enfrentamiento entre Nacional y Peñarol tuvo cinco gritos de gol.

Para Peñarol el triunfo fue trascendental, ya que por primera vez ganó un clásico en su estadio. Al mismo tiempo, el carbonero rompió una racha de más de dos años y siete partidos oficiales sin vencer a su tradicional adversario por competencias oficiales.

Por su parte, pese a que la derrota no influyó en el liderato de Nacional en la tabla anual ni en su posición en el Torneo Intermedio, sí fue un golpe duro desde lo anímico, del que se deberá recomponer rápidamente porque el jueves tendrá un cruce fundamental ante River por la Copa Libertadores.

FacebookTwitter