La tecnológica financiera uruguaya dLocal comenzó a cotizar, el 3 de junio, en la Bolsa de Valores de Nueva York y se convirtió, así, en uno de los éxitos empresariales uruguayos más importantes de los últimos años. La acción llevó “a que tenga una magnitud en torno a 11.000 millones de dólares” informó a Sala de Redacción el economista uruguayo Aldo Lema. El cotizar en bolsa no solo redunda en el valor de la empresa, sino le que permite “obtener financiamiento, recursos para sus planes de expansión de inversionistas globales” así como quedar “valorizada de manera más transparente” explicó Lema.

El logro tiene, además, un impacto positivo para Uruguay, “lo pone en el radar global, abre puertas para que otros emprendedores puedan tener un proceso parecido; esto importa porque en la medida que uno accede a inversionistas del mundo, estos se diversifican globalmente, están dispuestos a arriesgar su capital” dijo Lema. También destacó la importancia de participar en mercados globales: “aumenta la oferta de recursos para nuestros emprendimientos. Estos pueden internalizarlo en futuros emprendimientos para cotizar, no necesariamente en Nueva York, sino también en otras bolsas”.

Según explicó Lema, dLocal “encontró una necesidad insatisfecha en países con poca llegada de tarjetas de crédito o de bancos internacionales, pero que también necesitaban pagar por lo que compraban a nivel global y cobrar lo que vendían al resto del mundo. Facilitaron esos pagos y esos cobros a empresas globales como Amazon, Spotify o Uber”. Por eso Uruguay debe “poder pensar globalmente, encontrar esa necesidad insatisfecha que puede existir, buscar la capacidad de superar frustraciones, tomar riesgos, adaptarse a circunstancias que son cambiantes”.

El economista consideró necesario desarrollar algunos aspectos como “hablar fluidamente inglés y algún otro idioma, y generar redes de contacto a nivel de las universidades con las empresas globales y locales”. Remarcó la importancia de apelar al ingenio en un “ecosistema que esté bastante más conectado, que piense sobre todo en soluciones hacia las necesidades insatisfechas” así como también en la necesidad de “buscar la orientación a desarrollar proyectos que completen las oportunidades que pueda haber”. Igualmente destacó que el país trabajó muy bien durante los últimos 20 a 25 años: “Existe una historia larga de formación universitaria, escuelas de informática y el desarrollo muy temprano de áreas de sistema. La Universidad de la República, universidades privadas o institutos que han dado una cierta ventaja comparativa de materia tecnológica. Hay una posibilidad de mayor crecimiento a futuro”.

Gran potencial

En los últimos años Uruguay creció mucho en la industria de los servicios tecnológicos, y Lema dijo que eso “permite ser optimistas” en que se pueda “crear un centro de desarrollo de proyectos de esta naturaleza: como hace 150 años Uruguay se convirtió en un exportador de bienes relacionado con el avance tecnológico en la refrigeración de la carne, hoy se ha producido un cambio que es la naturalización de la exportación de servicios” dijo Lema.

Comentó la importancia de entender que “la capacidad para desarrollar una empresa de servicios en Uruguay y luego que estos servicios se presten en el resto del mundo, se facilita con la globalización y el teletrabajo” y afirmó que “Uruguay tiene posibilidad de desarrollarse en este ámbito dado el capital humano que se ha generado durante décadas”. Planteó que la pandemia fomentó este fenómeno: “generó una aceleración en el teletrabajo. El poder desarrollar desde Uruguay estos proyectos le puede dar un impulso muy significativo. Desde Montevideo o desde cualquier ciudad del país se puede exportar servicios al mundo porque esa es la nueva mega tendencia”.

El economista remarcó como buena señal que “dLocal sigue estando mayoritariamente en Uruguay, en otros casos hubo emprendimientos que dieron un salto a California o a otros lugares con más cercanía a mercados demandantes de los servicios o productos que desarrollan”. Sumado a ello destacó las inversiones de empresas como Google: “que gigantes de este tipo piensen en Uruguay es importante. Junto con la inversión extranjera viene el conocimiento y tecnología de punta”. Lema entendió que estas inversiones también responden “a que Uruguay ha tenido un conjunto de políticas de Estado que han trascendido a los gobiernos, esa es una garantía, más allá de quien gobierne hay políticas que se han tendido a mantener. Son bien vistas a nivel de los inversores globalmente”.

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