Este domingo a las 18.00 horas se disputará la final del mundial en el Estadio Único Diego Armando Maradona de la Plata, en donde Uruguay se enfrentará a la selección de Italia. Tanto la selección uruguaya, dirigida por Marcelo Broli, como la italiana, a cargo de Carmine Nunziata, llegan a la final con cinco victorias y una sola derrota. Si bien ninguna de las dos tuvo que jugar alargues en el último partido, tienen diferencias en la disponibilidad de futbolistas, ya que el equipo italiano cuenta con los 21 convocados a disposición, mientras que Uruguay tiene al menos dos bajas. Uruguay e Italia son las únicas dos selecciones campeonas del mundo en mayores que aún no obtuvieron el título en sub 20.

Esta es la tercera vez que Uruguay jugará una final del mundial sub 20, la primera fue en Malasia, en 1997, en donde la celeste fue derrotada por Argentina 2 a 1; la segunda fue en el mundial de Turquía 2013, en donde Uruguay cayó por penales ante Francia. Uno de los jugadores del mundial del 97 fue Martín Gallego Rivas, quien contó a Sala de Redacción cómo fue la experiencia de aquella primera final en la categoría juvenil. 

Selección uruguaya de la Copa del Mundo Sub 20 en Malasia. Martín Rivas es el segundo de pie, de derecha a izquierda.

“La verdad, la experiencia fue única, fue divina, nunca nos imaginamos llegar a donde llegamos, las cosas que íbamos viviendo partido tras partido eran espectaculares, únicas” relató Rivas, y recordó las cábalas musicales que tenía el plantel, con “El 8 de Momo” como estandarte en el día a día. 

El jueves, luego de ganarle a Israel en la semifinal, Broli valoró el plantel. “Este grupo ya ganó un montón de cosas que es difícil conseguir” y obtuvo el apoyo de los uruguayos: “la gente se siente representada, movilizar tanta gente hasta acá habla de lo que transmite este equipo. Agradecemos todo ese amor que nos da la gente”, expresó en conferencia de prensa. 

El ex zaguero sub 20 destacó la cercanía del actual plantel con Broli y en eso marcó una diferencia con el vínculo del plantel del 97 con el entrenador, Victor Púa. Si bien recordó largas charlas técnicas en donde el técnico tomaba rol “hasta docente”,

habló fundamentalmente de una relación de respeto y distancia. Para él, hoy “hay otra comunicación, antes había como un alejamiento, era el técnico y nosotros lo mirábamos de lejos, así como nos pasa a nosotros con nuestros padres o hijos”, comparó, para marcar cambio en el relacionamiento de diferentes generaciones. De todos modos, expresó que conoce a Broli, a quien calificó de “excelente persona”, y que “te das cuenta de que hay un cariño y un acercamiento”. 

Respecto al equipo celeste, Rivas dijo que “anímicamente llega muy bien” a pesar de que ha tenido y tendrá “bajas muy importantes”, pero remarcó que “físicamente el equipo ha sido protagonista en todos los partidos”. “Obviamente, vas a enfrentar a una Italia que en lo físico también es buena”, aclaró.

—¿Qué destacás del rol de Broli?

—Él confía mucho en lo que hacen los jugadores, no sale al partido a especular o a ver las fortalezas del rival. Les presta atención y es cuidadoso de la actitud de los rivales pero me parece que piensa más en lo que puede proponer Uruguay que en lo que puede proponer el rival. Confía más en la virtud de sus jugadores que en los daños que puede hacerle el rival. Es la fortaleza de esta selección, de salir a ser protagonistas, que no es fácil en el fútbol de hoy cuando se especula mucho. El pibe de defensor [Duarte], entró por la lesión de los demás y terminó siendo figura. Ignacio [Sosa] el pibe de Fénix, el de Nacional, Chagas [Rodrigo], los que han entrado han estado a la altura por demás, la verdad han cumplido espectacular. 

—¿Qué partido esperás?

—Es una final, va a haber muchos nervios de las dos partes, son pibes que están jugando una final de un mundial. Va a ser un partido más calculador que otros partidos porque te estás jugando una final del mundo, los equipos no sé si van a salir de la misma manera porque es una final. Italia es un equipo diferente a Gambia, a Estados Unidos o Israel, tiene un calibre más, es una selección que está por encima de estas tres, por eso llegó a la final. 

—¿Pensás que la tercera es la vencida?

—¡Ojalá que sea así! Es lo que nosotros no pudimos lograr, ojalá estos pibes la traigan de una vez por todas. A mí me encantan porque todos los partidos han ido al frente, no especulan, siempre han sido protagonistas y han mostrado una solidez defensiva muy buena. Ojalá que la tercera sea la vencida y estos pibes puedan traer la alegría al Uruguay.

El trayecto

Luego de obtener el segundo lugar en el sudamericano, la celeste obtuvo el pase al mundial sub 20. La selección llegó a esta final contra “viento y marea”  debido a las lesiones de algunos jugadores y la suspensión de Luciano Rodríguez. 

La celeste, que integró el grupo E junto a Inglaterra, Irak y Túnez, había clasificado segundo con seis unidades, detrás de Inglaterra. En octavos de final se impuso ante Gambia por 1 a 0, y pasó a cuartos de final en donde se enfrentó a Estados Unidos. “Los pibes” se impusieron ante los norteamericanos por 2 a 0 y así logra meterse entre los cuatro mejores del mundo; la selección uruguaya fue la única representante de Sudamérica en esa fase. 

En semifinales, Uruguay jugó ante Israel, la sorpresa de este mundial, que dejó por el camino en cuartos de final al siempre duro Brasil. La celeste enfrentó a Israel con solo cuatro jugadores de campo disponibles en el banco de relevos y, tal es así, que Andres Ferrari, pese a estar lesionado, pidió estar en el banco de suplentes, cuando la recomendación médica decía lo contrario, lo que marca el compromiso de los jugadores y el sacrificio por traer este título por primera vez al país. Ferrari ingresó en el intervalo del partido y jugó todo el segundo tiempo con un desgarro. Aún así la celeste logró hacerse con la victoria por un tanto de diferencia que anotó el tacuaremboense Anderson Duarte, lo que le dio el pase a la final del mundial.

Gonzalo Rodríguez y Agustín Sartori

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