Gabriela publicó la foto de un pilot de niño. A cambio está buscando plantas. Cecilia le contestó que tiene un par de suculentas. A los pocos minutos, fijan día y hora para intercambiarlos. Gimena estaba buscando cosas para el cumpleaños de su nena más chica. Paola le comentó que ella hace tortas de personajes infantiles a cambio de frascos de vidrio para sus conservas. Tamara buscaba a alguien que le dé clases particulares de matemáticas a su hijo, a cambio de comida casera. Nadia, que estudia profesorado, comentó que le interesa y el pacto quedó sellado. Ya son 23 mil las mujeres que, nucleadas en un grupo de Facebook, optan día a día por el trueque como alternativa económica a un sistema capitalista y patriarcal.
Andrea Boragno, fundadora y coordinadora del grupo, contó a Sala de Redacción que antes integró otro grupo de trueque de mujeres en Facebook en el que, según ella, informalidades de la administración y ciertos “amiguismos” se tornaron tan constantes que la llevaron a tomar la decisión de abandonarlo y fundar uno nuevo que se alineara a lo que ella considera apropiado. Así es que el 24 de noviembre de 2019 surgió Trueque Montevideo Feminista, el mismo día que se celebró el balotaje de las elecciones nacionales en Uruguay. “Vi que la situación del país iba a ser nefasta”, expresó la entrevistada, y “si bien no sabía de la pandemia, sí sabía que vendrían muchos recortes por parte del nuevo gobierno”. Fue así que Boragno creó el grupo en Facebook, pensándolo como una forma de hacerle “futuros guiños al sistema”.
Para marzo del 2020 el número de integrantes del grupo se incrementó exponencialmente y las dificultades económicas de muchas de esas mujeres comenzaron a ser cada vez más visibles. “Las compañeras empezaron a pedir donaciones en supermercados y ese tipo de cosas”, contó, y dijo que junto a las otras cuatro administradoras se le encomendó la tarea de armar canastas con esas donaciones y repartirlas entre aquellas mujeres integrantes del colectivo que las necesitaran. “Terminamos entregando 300 canastas básicas durante marzo, abril y mayo del año pasado”, relató. Fue así que Boragno se dio cuenta de que muy rápidamente Trueque Montevideo Feminista dejó de ser un simple grupo de Facebook para pasar a ser “un verdadero movimiento, una comunidad”, como era su intención desde el inicio. “Es lo que siempre digo, teniendo mujeres no necesitás nada más. Tenemos un poder de solidaridad y de empatía por el que si algo le pasa a una, las demás están”, expresó la coordinadora.
Cuidados
Si bien para Boragno el trueque es muy efectivo como herramienta de economía alternativa, advirtió que muchas veces hay que tener cuidado y no abusar de compañeras “que se están deshaciendo de sus cosas para poder mantener su casa, por una necesidad”. Al respecto, añadió que el sistema de trueque “no es tan sencillo como uno piensa”. “Si seguís teniendo el signo de pesos en la cabeza, el grupo no te sirve. Cada una le pone el valor que quiere a sus cosas. Yo di feliz de la vida una bicicleta de niño por un paquete de galletitas”, comentó.
Pero el intercambio no solamente se da a través de la red social. Desde marzo del año pasado el grupo organiza ferias de trueque que tienen lugar el tercer domingo de cada mes en distintas plazas de Montevideo a las que, si bien puede ir y participar cualquier persona o familia, quienes quieran armar su puesto tienen que pertenecer al grupo. “Para eso las administradoras hacemos un registro. Todo es muy cuidado”, explicó Boragno. La primera de estas instancias se realizó en la Plaza de la Bandera, frente a la Terminal Tres Cruces. “Ahí hubo un promedio de 32 puestos, algo que en ese momento ya nos parecía un disparate”, y añadió que, al día de hoy, aproximadamente 150 puestos participan de las ferias.
El domingo 2 de mayo el grupo organizó una feria de cara al día de la madre y espera poder realizar otra este fin de semana. “Hemos hecho ferias previa a días festivos otras veces, como para el día del niño, donde recibimos donaciones de juguetes y los entregamos ahí mismo en la plaza”, compartió la coordinadora, y agregó que la idea para mayo es que las mujeres que tengan emprendimientos para el día de la madre puedan trocar con otras mujeres.
Más alla del trueque
Desde abril, Trueque Montevideo Feminista forma parte de los colectivos que integran la Comisión del Espacio Feminista Las Pioneras, “lo cual es un honor, porque es un ícono en la lucha feminista”, expresó con orgullo la coordinadora. A partir de esta incorporación, las administradoras en representación del grupo deben asistir a las reuniones que la comisión realiza semanalmente, que por ahora vienen siendo a través de la plataforma Zoom, debido a la emergencia sanitaria.
A su vez, otro gran paso es la reciente creación de un colectivo paralelo llamado Reconstruyéndonos, con la intención de brindar asistencia profesional gratuita a mujeres que atraviesan situaciones de violencia de género, que, lamentablemente, son muy frecuentes entre las compañeras, según comentó Boragno. Este nuevo colectivo surge a raíz de una convocatoria que la coordinadora realizó en el muro del grupo en Facebook, dirigida a psicólogas, trabajadoras sociales, abogadas, entre otras profesionales dispuestas a brindar ayuda honorariamente. “La respuesta que tuve a 24 horas de esta publicación fue increíble”, detalló, y añadió que, hasta el momento, las víctimas a las que se les brinda asistencia son integrantes de la comunidad de trueque, aunque la idea es poder ayudar a todas aquellas que lo necesiten, sean integrantes o no. A su vez, Boragno adelantó a Sala de Redacción que su idea para un futuro es tener un espacio físico donde Reconstruyéndonos pueda trabajar. “Ya hemos logrado mucho, como convencer a dos compañeras que están sufriendo violencia doméstica de que hagan la denuncia, asesorarlas, y estamos prestando asistencia psicológica a una de esas víctimas”, dijo.
De esta forma, el enorme poder de sororidad de las mujeres es puesto a disposición para tejer redes, aún en los contextos más críticos. En el caso de Trueque Montevideo Uruguay se proponen alternativas que sirven para prescindir de las formas de transacción de bienes del actual sistema económico y social y, de esa forma, ponerlo en tela de juicio.