Llega al Auditorio Nacional del Sodre un ballet de tinte romántico, “La Sílfide”. El etéreo espectáculo será presentado del 16 al 26 de mayo y cuenta con la dirección coreográfica de Auguste Bournonville y la dirección musical a cargo de Diego Naser.

Característico del siglo XIX, este ballet es considerado como el inicio de la era de los Ballet Blancos o Ballet Románticos y es distinguido por las mágicas y sobrenaturales criaturas que pueblan sus escenas.
La historia retratada a partir de esta clásica danza narra la historia de James, un doncel escocés comprometido con una dama mortal pero amado simultáneamente por un seráfico y grácil ser que sólo él puede ver, denominado por la tradición europea “sílfide”. Según dicha tradición esta criatura está emparentada con los elfos y es similar a un hada.

En el devenir de las escenas, la sílfide presa del anhelo de su amado, le arrebata la alianza de compromiso a su prometida y se refugia en el bosque. Inmediatamente James la sigue, topándose con una vengativa hechicera (a la cual él anteriormente había denunciado) que le brinda un velo gracias al cual aparentemente podría atrapar a la sílfide y rescatar su símbolo de compromiso. Sin embargo, dicho velo está envenenado, por lo que al posarse sobre la volátil criatura, ésta muere y se le caen las alas.
La trama culmina con James afligido, vislumbrando en la distancia a su prometida casándose con su rival.

Gonzalo Halty, director General del Auditorio del Sodre Dra. Adela Reta, describe al espectáculo como “magnífico” y agrega “técnicamente es muy complejo para los bailarines y nuestro ballet cumple ese estándar con cabalidad. Tiene una estética fabulosa en cuanto a vestuario y la puesta en escena. Para mi gusto, es una de las más lindas escenografías que he visto en el ballet, y que por suerte en nuestro teatro -tanto por el montaje como por la iluminación- queda fabuloso. En ese sentido me siento muy orgulloso…”

El desarrollo del relato hace honor al mágico mundo de las hadas, poblado de criaturas curiosas y místicas, así como seres oscuros sedientos de maldad.
El espectáculo espera recibir una audiencia numerosa considerando que la función es apta para todo público. Este aspecto lleva a debatir sobre la herencia original de Julio Boca de democratizar el acceso a espectáculos culturales y educar en un arte noble como la danza. Constituye además la dignificación y conmemoración de su objetivo personal (realizado o no) que lo inspiró durante su trayecto.

Halty concluye: “creo que el ballet como tal, sin duda ha tenido un crecimiento exponencial. El quiebre dado históricamente por la presencia de Julio Boca en nuestro país a cargo del ballet sin duda es notorio y definitivamente manifiesta una gran calidad artística en términos de profesionalismo, calidez y seriedad. Todo ello sin duda que se nota y se destaca”.

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