Los fines de semana por la noche la música, el baile y el color se apoderan de la escena en Viajeros Disco Pub. Drag queens hacen presencia en el escenario, despliegan su magia, encandilan al público y se pasean entre las mesas. En esa fiesta de interpretación y espectacularidad se presenta Nichols, con un atuendo total yellow: desde la vestimenta, la peluca y hasta el maquillaje impecable, que demuestra que ya tiene la experiencia necesaria para cautivar a la audiencia.
Drag queen significa vestirse de forma afeminada, pero siempre buscando resaltar y exagerar esos rasgos femeninos con trajes extravagantes, un maquillaje cargado y pelucas de todas formas y colores. En Uruguay, esta disciplina comienza a expandirse de a poco y más gente se aventura a ella, ya sea con shows o simplemente como fieles espectadores.
El montaje -o transformación- lleva mucha preparación y creatividad. Se trata de bailar, actuar, cantar, maquillar, peinar, coser y confeccionar. En la mayoría de los casos, todas estas tareas son realizadas por una sola persona y son igual de importantes para llevar a cabo un show.
Nicolás Silva es el primer profesor de maquillaje drag queen en Uruguay. Comenzó a adentrarse en la disciplina en 2013, a través de personificaciones de divas del pop como Beyoncé, Katy Perry, Lady Gaga o Madonna en fiestas temáticas de boliches. El montaje en ese entonces implicaba imitar el maquillaje, el peinado y los trajes originales de las artistas. Hacia 2014 y 2015 creó su personaje drag al que llamó Nichols, con su propio estilo y personalidad.
Sala de Redacción dialogó con Nicolás para conocer más sobre el drag queen, al que describe como “el arte más completo de todos”.
–¿Qué fue lo que te llevó a impartir clases de maquillaje drag queen?
-Que acá no hubiera lugares para estudiar maquillaje drag. También me lo venían pidiendo. Hay gente que está interesada y realmente quiere. Yo antes daba clases de automaquillaje, automaquillaje social y profesional. Entonces, dije: “¿Por qué no probar con un curso diferente?”. No sabía bien qué repercusión iba a tener, sabía que hacía falta un curso de maquillaje drag. Este año incursionamos con nuevos docentes, cada uno tenía una materia diferente, fueron clases de pelucas, de vestuarios, de látex, para formar el drag completo. También inicidieron las ganas de querer expandir más este arte, porque todavía estamos en un momento en el que lo importante es visibilizar el arte. Que se visibilice, que la gente conozca y que se acerquen a lo drag. Eso es lo que más me incentivó.
-¿Cómo se encuentra el drag en Uruguay últimamente?
-Después de la pandemia sentí que hubo un crecimiento brutal y todavía sigue creciendo. Últimamente ha crecido muchísimo en cuanto a la creatividad, porque por la pandemia, al estar mucho tiempo encerrada, la gente empezó a experimentar más. Ha evolucionado un montón. Lo que pasó particularmente este año es que se han llevado drags a lugares donde nunca se había visto antes, por ejemplo, a casamientos o cumpleaños de quince. Falta llevarlo a teatro, a televisión, falta visibilizarlo muchísimo más, pero se están conquistando nuevos lugares.
-¿Cuáles son los principales obstáculos que encontrás en Uruguay para el drag?
-Por un lado, los recursos materiales. De lo poco que conseguís, los costos son súper elevados, eso también lleva a que sea más difícil la parte de imagen. Por otro lado, que sea redituable. Lugares hay, falta conquistarlos. Falta todavía que la gente apueste a llevar un espectáculo drag a una sala de teatro, o hacer una comparsa o una revista de carnaval para drags.
-¿Cómo describirías este arte?
-Siempre digo que para mí es el arte más completo de todos, sin desmerecer a ningún otro. Es el exponente máximo que puede llevar un cuerpo humano. Tenés todo. Es el arte de la autogestión, es el arte de que vos mismo te hacés todo, y más acá en Uruguay. Vos sos el encargado de peinarte y decorar la peluca, de hacerte el vestuario o, por el contrario, de hacer el diseño y mandar a hacértelo. Es una disciplina muy completa, abarca un montón de ramas.
-¿Qué es lo más difícil para vos a la hora de hacer un show?
-Lo que más me lleva tiempo es planificar lo que va a suceder arriba del escenario. Planear lo que quiero mostrar, cómo lo quiero mostrar y cómo llevarlo a cabo, o sea, cómo presentarlo físicamente y que se entienda. Todo eso es un mundo aparte. Ahí entra otra disciplina que es ser tu propio productor.
-¿Qué es lo que más te gusta de tu personaje?
-Lo que más me gusta es la parte visual, puntualmente el maquillaje. Siento que es una de las características por la que se destaca Nichols. Siempre tiene un maquillaje diferente, siempre son maquillajes muy coloridos, es muy técnico. En cuanto al personaje en sí, me gusta mucho el activismo social. Siempre digo que uno de los principales motivos por los que yo hago drag es la defensa de los derechos de la comunidad trans en Uruguay.
-¿Qué artistas son referentes en el drag?
-Lady Gaga fue una de las primeras en apoyar a la comunidad drag. Si bien ya teníamos artistas antes, Michael Jackson, Madonna, David Bowie, que ya apoyaban a la comunidad queer, Lady Gaga vino a mostrar un concepto diferente. Llegó en 2010 para visibilizar a toda aquella comunidad. Minoría dentro de otra minoría, que es la comunidad queer y no binaria. Recién cuando apareció Lady Gaga dije: “Lo que quiero hacer es por acá”. También hay otros artistas que apoyaron a la comunidad. Apareció Pablo Vittar, que es una cantante brasilera drag, que abrió un montón de puertas.
-¿Cómo es la comunidad drag en Uruguay?
-Es una comunidad bastante unida, muy divertida, también es muy diferente también; lo nuevo, lo raro, lo incomprendido… Pero es una comunidad muy resistente, muy fuerte. A mí me encanta. Es un arte que nos libera muchísimo y nos hace muy felices, sin dudas.