Comenzó abril y los estudiantes de primer año de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República (Udelar) sólo han tenido tres días de clases. Prácticamente no han conocido lo que es estar en un salón con el profesor y un pizarrón o pantalla. Los estudiantes de años más avanzados tampoco han tenido aula.
Salones grandes, desbordados y con pocos docentes es una imagen que se repite desde hace años en la Facultad de Psicología –así como en otras facultades- y ese es uno de los motivos por los cuales desde el 14 de marzo los docentes de Psicología, agrupados en la Asociación de Docentes de la Universidad de la República (ADUR) están de paro. Desde que el colectivo se declaró en “asamblea permanente” sólo mantienen actividades consideradas esenciales, como las tutorías de los trabajos de grado o ciertos proyectos de extensión.
Según cifras difundidas por ADUR, entre 1999 y 2018 el número de estudiantes activos en Psicología pasó de 3.953 a 12 mil (aumento del 221%) mientras que la cantidad de cargos docentes lo hizo de 334 a 272 (disminución de 18%) y la cantidad de horas docentes se mantuvo estable (6.664 en 2018).
Consultada por Sala de Redacción, Alicia Rodríguez vocera de ADUR Psicología, manifestó que la cantidad de docentes no ha aumentado por falta de presupuesto. No obstante, destacó que “la facultad ha tenido transformaciones muy importantes en los últimos diez años en términos de desarrollo académico”. “Ahora tenemos maestrías, especializaciones y doctorados”, señaló, por lo que “la labor docente se ha modificado totalmente”. Esos cambios llevaron, a su vez, a que aumentara la cantidad de horas dedicadas a tareas diferentes a la enseñanza de grado, lo cual resiente más los números, de por sí comprometidos por la masividad.
Los docentes se oponen a la modalidad de cursado denominada “libre reglamentado” implementada en febrero, por la cual los estudiantes pueden cursar una materia en cualquiera de los horarios y para aprobarla deben rendir dos parciales durante el semestre. Esto permite que los cientos de estudiantes que no consiguieron cupo en las materias puedan cursar de todas maneras. ADUR pide reconsiderar esta modalidad y aclara que no se trabajará de esa manera hasta que no se discuta su viabilidad.
El orden estudiantil se sumó al reclamo de los docentes en la primera de varias asambleas convocadas en marzo por el Centro de Estudiantes de Psicología (CEUP). El gremio declaró “paro activo estudiantil” para que mientras no haya clase, se hagan talleres, grupos de estudio, debates y actividades lúdicas. Durante una ronda organizada en el patio de la facultad, una estudiante de intercambio chilena planteó su situación y el deseo de que el paro se levante pronto porque, de lo contrario, deberá volver a su país. “Llevo un mes de vacaciones”, lamentó.
Otra estudiante de primer año que pidió no ser identificada, informó a Sala de Redacción que las preguntas de los estudiantes que ingresaron con ella se replican constantemente en conversaciones mantenidas en las redes sociales, en donde la cantidad de interlocutores es mucho mayor y no hay orden establecido. La respuesta de cuándo el paro terminará es siempre la misma: incertidumbre. Algunos manifiestan que se vulnera su derecho a estudiar y por eso se oponen al paro mientras que la mayoría, representada en los comunicados de CEUP aprobados en asamblea, entiende que la lucha de los docentes redundará en mejores condiciones para todos. Según la estudiante, ambas posturas no siempre se entienden y ha dado lugar a insultos o actitudes violentas; además, dijo que han aparecido comunicados falsos, datos erróneos y escraches a algunos estudiantes por sus posturas.
Gran entendimiento
En una intergremial que se hizo este martes estudiantes, docentes, egresados y funcionarios coincidieron en varios puntos y acordaron redactar una plataforma común, explicó Rodríguez. Algunos de esos puntos compartidos son: la situación de masividad actual, el apoyo al modelo universitario latinoamericano y la reacción frente a la “imposición de lógicas neoliberales”. Consultada por este último punto, Rodríguez comentó que pese a que la universidad es pública “hay una lógica muy productivista”, en la que se tiende a “ofrecer servicios” y hay “consumo” de créditos y cursos. Esta lógica “matriza nuestras prácticas cotidianas” por lo que “termina distorsionando nuestro trabajo”, lamentó.
El lunes quedó demostrada la sinergia entre los diferentes actores de la facultad tras el corte de la calle Tristán Narvaja (donde está ubicada la sede en Montevideo) a modo de protesta. La medida había sido presentada la semana pasada por el orden estudiantil y rápidamente encontró eco en la intergremial del viernes.
El lunes, la decana de la facultad, María José Bagnato, publicó un comunicado en el que se atribuye la responsabilidad de lograr acuerdos “con la mayor celeridad posible” en aras de resolver el conflicto. Para eso citó una mesa de diálogo -sin fecha definida- a la que los gremios “van a ir a escuchar”, adelantó Rodríguez.
Bagnato, de hecho, ya ha mencionado durante conversaciones informales la posibilidad de recurrir a un “presupuesto de emergencia” según una fuente del cogobierno del orden estudiantil. La vocera de ADUR confirmó tal versión pero aclaró que aún no se sabe de qué se trata exactamente ni cómo implementarlo. Otra solución posible, reflejada en el comunicado de la decana, pretende ampliar los espacios locativos de la facultad, lo que incluye la construcción de un tercer piso en una de las alas de la sede central de la facultad, obra que empezaría en 2020.
Mientras tanto, la nueva pregunta que surge en muchos estudiantes es qué ocurrirá con el semestre lectivo si el paro se extendiera durante más semanas. Consultada acerca de modificar el calendario lectivo, Rodríguez afirmó que “tenemos plazos reales” que no pueden modificarse. Aclaró que el tema “no se ha discutido para nada” y reconoció que debería incluirse en la intergremial. “Tendremos que analizar la situación al momento de que se levante el paro”, concluyó.