“Hay una interesante contradicción en la fotografía: está en un momento fuerte, es totalmente visible y apreciada pero, a la vez, está súper precarizada” expresó en diálogo con Sala de Redacción Ernesto Ryan, fotógrafo que trabaja para distintos medios de prensa. Según Ryan, la fotografía tiene dos amenazas: su universalización -por el fácil acceso a una cámara- y el cambio cultural, por la forma en que se concibe.

“Vivimos la época de la hipersimbolización de la imagen, en la cual vale más lo que la imagen simboliza que lo que hay dentro”, dijo. En cuanto a la remuneración, señaló que se produce un “efecto dominó” con actitudes de los propios fotógrafos: “Yo trabajo para una empresa, viene otro y cobra menos, y esto se repite sucesivamente hasta que la tarifa está por el suelo”, ejemplificó. Con respecto al futuro, mencionó que es “es poco alentador, pero creo que la inteligencia artificial va a hacer mucho por nosotros, ahí radica la diferencia entre un fotógrafo y una persona que opera una cámara”.

Desde antes de que se declarara la emergencia sanitaria, el rubro tenía estas problemáticas, que las se sigue enfrentando día a día. Consultado sobre cómo es trabajar como fotógrafo de un medio de prensa en pandemia, Ryan señaló que hay muchos protocolos, cuidados y sobre todo trabajo a distancia. También marcó que los accesos “son bastante limitados y a veces bastante complejos” y puso como ejemplo el día del velorio de Jorge Larrañaga. “Estábamos en un segundo piso casi a 30 metros de donde sucedía la acción, lo cual nos limitaba bastante”. Pese a esto, la dinámica sigue siendo la misma: los fotógrafos van al lugar, editan en tiempo real y se sube a una base de datos, el editor selecciona las fotos, hace ajustes en caso de que la imagen lo amerite y se editan tanto para web como para papel.

Ryan es parte de una agencia internacional de fotoperiodismo y cubre fútbol. Con respecto a esto, dijo que “a partir de la pandemia una exigencia que tuve fue la de hisoparme cada vez que voy a cubrir un partido” por lo que, semanas atrás, ya se iba haciendo 14 hisopados, solo por trabajo.

Los espectáculos: entre pausas y dificultades

Alvaro Faviere es fotógrafo freelance y frecuenta todo tipo de shows musicales que ocurren en territorio nacional. “Para mí, que solamente hago coberturas de shows, la no realización de shows significó quedarme sin trabajo”, contó Faviere en diálogo con Sala de Redacción. En este nuevo escenario, tuvo que reinventarse: “empecé a trabajar con videos, cosa que antes no hacía porque algo que se pensaba que era por dos o tres meses, terminó durando mucho más tiempo”. Aclaró que estos problemas ya existían desde antes de que la pandemia porque la fotografía “es el único rubro en el que se ve a muchos fotógrafos por show y casi ninguno cobra”.

Con respecto a las posibles soluciones a este problema, mencionó que podría implementarse un sistema que tienen los sonidistas: “La solución sería armar una asociación de fotógrafos de espectáculos, para movernos más en bloque, organizarse y el que vaya a cubrir que se le pague un cachet mínimo y no dejar todo tan a la individual”, expresó.

Faviere aseguró que “muchos artistas no saben que esta situación ocurre” pero hizo énfasis en que “en un show cobra todo el mundo, seguridad, sonido, la gente de las barras, menos los fotógrafos, a excepción del que contrata la banda o artista”.

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