En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) la curva de contagios de covid 19 es alta, aunque se encuentra en una especie de meseta. La situación es más preocupante en el interior de Argentina, en provincias como Jujuy, Mendoza, Río Negro, Santa Fe, La Rioja y Tucumán, donde el aumento de casos positivos hizo colapsar los hospitales por la falta de personal médico en muchos centros de salud.

El 17 de setiembre, el presidente de la Nación Argentina, Alberto Fernández, el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Horacio Rodríguez Larreta, y el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, acordaron la extensión de la cuarentena hasta el 11 de octubre.

No obstante, en CABA se habilitaron más locales gastronómicos, la realización de cierto tipo de obras, la atención médica no urgente y celebraciones de culto reducidas. Mientras tanto, para la Provincia de Buenos Aires Kicillof anunció en conferencia de prensa que “dada la gravedad de la situación, no creemos que la solución sea flexibilizar” medidas de distanciamiento físico.

Diferencias

La conferencia conjunta entre los tres jerarcas, que se realizó luego de que mantuvieran una reunión, fue la primera vez que se vieron luego de que Fernández le quitara 30.000 millones de pesos provenientes de impuestos de coparticipación a CABA para otorgárselos a la provincia de Buenos Aires. La coparticipación es un sistema federal asignado a cada provincia y a la ciudad de Buenos Aires para distribuir lo recaudado por los impuestos nacionales. El anterior gobierno del presidente Mauricio Macri asignó en 2016 un aumento de los recursos federales por decreto, que pasaron de 1,4% a 3,5% “para paliar el traspaso de la Policía Federal Argentina a CABA”.

El gobierno actual entiende que los presupuestos no eran equitativos, ya que, según el Boletín Oficial divulgado por la presidencia argentina, “el presupuesto per cápita de CABA ascendía en el año 2019 a $106.472, mientras que en la Provincia de Buenos Aires era de $53.509”. 

Para el oficialismo era necesario brindar a la provincia más fondos para solucionar el pedido de efectivos de la Policía Bonaerense. Los reclamos de la policía se fundamentaban en la necesidad de una mejora salarial y laboral, que se amplificó en varias provincias del país el 9 de setiembre, cuando decenas de patrulleros rodearon la Quinta de Olivos, donde reside el presidente.

En la Casa Rosada y con el respaldo de dirigentes oficialistas y de intendentes de la oposición, Fernández manifestó en conferencia de prensa que si bien entendía los reclamos, no estaba dispuesto a aceptar ciertas “formas de la demanda, porque no tienen que ver con la vida democrática ni con la institucionalidad”.

Por otro lado, al día siguiente y en otra conferencia de prensa, Larreta calificó a la decisión de Fernández como arbitraria y “tomada de un día para el otro”, además de “inconstitucional”, por lo que anunció que reclamaría ante la Corte Suprema de Justicia. “Con la situación difícil que se vivió con la policía de la provincia de Buenos Aires, manifesté que no era la forma de manifestarse”, añadió el jefe de Gobierno de CABA.

Cuarentena y anticuarentena

En conversación con Sala de Redacción, el periodista argentino Hernán Panessi explicó que en la zona de AMBA “hay una situación gris en lo formal, porque Provincia de Buenos Aires tiene una determinación más cuidadosa con respecto al tratamiento de la pandemia y la CABA tiene una política más de aperturas, donde se habilita cierto marco social; por la convivencia y la cercanía entre ambas zonas se produce ese gris”.

Una marcha realizada el 17 de agosto en la capital tuvo gran repercusión mediática por los distintos reclamos expresados en relación a la pandemia. Según Panessi, es importante diferenciar entre los manifestantes. Por un lado, mencionó a quienes reclaman por una ayuda económica o porque la situación repercutió en su negocio: “Eso lo vemos todos, lo advertimos y me parece que el gobierno deberá tener sensibilidad. Por otro lado, habló de opiniones más radicalizadas, que forman parte de discursos que tuvieron pregnancia en estos años, a los que colocó en el marco de una discusión anticientífica peligrosa, ya que son supuestos contra la ciencia

Panessi valoró que haya quienes tomen decisiones y acciones de convivencia sana, más allá de las diferencias ideológicas y políticas. “Venimos de mucha grieta y, más allá de que existe y está brotando otra vez, se celebra que los que tomen decisiones estén cerca en un momento tan delicado como este, más allá de las diferencias”, explicó. Según entendió, hay  “un ruido, que no viene de la oposición que toma decisiones, tiene cargos y está cumpliendo la demanda ciudadana, sino de la oposición más radicalizada, que fomenta marchas anti cuarentena e instala la idea de que la cuarentena estuvo mal y no sirvió; eso genera un movimiento de elásticos que van tensando a la sociedad”.

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