El Campeonato Uruguayo de Futsal Down es una realidad desde hace tiempo en Uruguay. En 2016 clubes como Plaza Colonia y Peñarol comenzaron los preparativos para abrir esta nueva disciplina con participantes mayores de edad, que culminó con un torneo oficial disputado en 2019 y con un nivel competitivo exigente.

Este año será la primera edición del torneo Sudamericano, que todavía no tiene nombre oficial, pero tanto el presidente de esta disciplina en la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Emanuel Fullentise, como en Peñarol, barajan la chance de que se llame Copa Libertadores, como la del fútbol.

“Hay personas que piensan que estos chicos no pueden hacer deporte. Es algo que de a poco intentaremos ir rompiendo, esos paradigmas que hay sobre la discapacidad”, contó Fullentise a Sala de Redacción.

Aunque este año habrá un revés ya que el campeonato no será sustentado por la AUF, el tren no se detuvo y el enfoque está puesto en ampliar la disciplina a todo el país, con una mirada recreativa con destellos de competencia exigente. “Este 2023 no se va a llamar Campeonato Uruguayo, sino que tendrá el nombre de Encuentro Nacional. Es la manera en la que podemos llegar a sumar más equipos que quieran competir de forma recreativa”, añadió.

El primer Campeonato Uruguayo AUF disputado de Futsal Down fue en 2022 en el Palacio Peñarol. Participó la institución carbonera, que fue la campeona, y enfrentó a tres cuadros del interior del país: Creando Sueños (de Pando), Plaza Colonia (de Colonia), y Sportivo Rodó (de Rodó).

Cada año participan más equipos que crean “escuelitas” que, mediante un proceso que lleva años, les enseñan a los jóvenes los fundamentos del deporte. “No solamente es tirar una pelota en una cancha como hacen algunos clubes. Intentamos que los jugadores comprendan el fútbol sala, las cuestiones tanto técnicas como tácticas”, aclaró Fullentise.

Tal fue el crecimiento de la disciplina que la AUF propuso la creación de la Selección Uruguaya de Futsal Down para participar del Mundial Lima 2022, pero el apoyo, a su vez, necesita ir acompañado por un presupuesto. La obtención de los recursos no fue tarea fácil. “La AUF nos quería dar las camisetas sin sponsor, pero nosotros necesitábamos de presupuesto unos 40 mil dólares. Sin sponsors en la camiseta, no teníamos manera de sacar plata. Hoy, la selección tiene su camiseta con sponsors que nos brindan el apoyo económico”, indicó.

La selección organiza giras por todo el Uruguay en las que disputa partidos amistosos ante clubes locales; en esas instancias, mucha gente aprovecha para acercarse a los chicos y demostrarles apoyo. Este tipo de viajes no sólo llevan la iniciativa a cada rincón para mostrar el trabajo, sino que también es un aspecto crucial en el desarrollo de los jugadores más allá del deporte. “Con los viajes, los chicos se van adaptando a convivir. Ayudamos a crear esa independencia en ellos, ya que muchos son muy dependientes de sus familias”, aseguró. “Es tremendo el laburo que hacen los chicos. No nos limitamos a sus capacidades físicas. Les encanta el fútbol y les hace feliz todo esto que de nuestra parte es 100% voluntario”, remarcó.

Cómo trabajan los clubes

Pese a que el año pasado fue la primera edición de un Campeonato Uruguayo oficial, desde 2016 estaba en marcha la situación. José Luís Bringa, directivo de esta disciplina en Peñarol, dialogó con SdR para contar algunos detalles acerca del surgimiento y futuro del futsal Down en el club.

“Allá por el 2016 hubo un grupo de socios que quería crear algo distinto”, recordó Bringa. A su vez, algunos jugadores de la selección de ciegos querían jugar en Peñarol. El futsal down fue la segunda disciplina.

Sabiendo que están ligados a una de las instituciones más fuertes del país desde el punto de vista económico, es de suponer que los recursos no escasean. “El club proporciona recursos para las siete disciplinas inclusivas pero también contamos con la colaboración de gente noble y empresas a las que recurrimos […] tenemos todos los materiales y la indumentaria Puma”, aseguró.

También detalló que los docentes que se encargan de guiar a los chicos del plantel provienen de la Fundación Nuestro Camino, centro de capacitación que acoge a jóvenes con discapacidades intelectuales para promover su inclusión en la sociedad. Según Bringa, la disposición de las familias para permitir que los chicos integren los planteles y sean parte del proyecto es la clave de todo.

El proyecto es relativamente nuevo, pero crece a pasos agigantados. Ya se dio el primer Campeonato Uruguayo y el primer Mundial. Ahora, van a por el torneo internacional de cada año y, sobre todo, por impulsar a que los chicos de todo el Uruguay se acerquen a los clubes para disfrutar de jornadas recreativas que potencian su desarrollo.

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