Trabajadores de la Intendencia de Montevideo que realizaban tareas de mantenimiento en la red de alcantarillado en la zona de Buceo, encontraron sobre el mediodía de este martes restos óseos humanos enterrados en los alrededores del Museo Oceanográfico.
Policía Científica se hizo presente en el predio, a donde también llegaron Ricardo Perciballe, fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad y la coordinadora del Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF), Alicia Lusiardo, en pos de esclarecer el orígen de los huesos.
El equipo trabajó sólo un tercio de la jornada, sin obtener resultados concluyentes. Se espera contar con más información tras la jornada completa de trabajo este miércoles 13 de noviembre.
A pesar de que aún no se conoce el origen de los huesos, la ubicación del hallazgo abre un abanico de especulaciones: si bien el Museo Oceanográfico se encuentra frente al Cementerio del Buceo y el predio supo funcionar como una morgue hasta 1910, también está a una cuadra del ex Batallón de Infantería número 1 (Batallón Florida), que funcionó como centro de detención y tortura desde 1972, según Sitio de Memoria Uruguay.
“Se sabe que hay huesos humanos allí. La verdad es que puede haber algunos que no sean humanos también”, afirmó a Sala de Redacción Wilder Tayler, director de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH). Sostuvo que están en una etapa muy preliminar de la investigación y aún no está claro que haya cuerpos completos, pero “se sabe que son antiguos, algunos de ellos tienen cortes”. Además, confirmó que los restos pueden pertenecer al menos a cinco personas.
A la llegada de Perciballe y Lusiardo al predio, los restos encontrados estaban ordenados sobre el pasto. Tayler explicó que esto supone un desafío porque “fueron removidos de contexto y puestos en el pasto, entonces no se sabe qué huesos venían al lado de otro”. Lo indicado en estos casos es alertar a las autoridades apenas se identifica la presencia de restos óseos, aguardando la llegada de los antropólogos sin alterar lo encontrado. “Así ellos pueden determinar si existe una conexión entre un hueso y el otro. De otra manera tenés que hacerlo a través de pruebas mucho más complicadas, como pueden ser las de ADN”, desarrolló el director.
Al cierre de esta nota, el predio se encontraba custodiado por la policía, mientras el INDDHH aguarda más información para determinar su interés en el caso: “Nosotros tenemos un foco muy específico que son los detenidos desaparecidos en el período del Terrorismo de Estado y el período inmediato anterior cuando se cometieron violaciones graves a los derechos humanos”, explicó Tayler y añadió que si pasó algo luego de eso, no está cubierto por la ley de búsqueda de los detenidos desaparecidos.
Según explicó el director de la institución, para que esta tome las riendas del trabajo en la zona deberían hallar “algún tipo de indicación de que podría haber allí restos de individuos que están vinculados al período del pasado reciente”. Esto implicaría la solicitud de una cautela judicial, medida que cierra el predio “y allí no puede entrar nadie, ni pueden hacer modificaciones salvo que las haga la misma institución”, aclaró.
¿Ahora qué?
Tyler comentó que en estos casos, si se encuentra un testimonio, hay que revisar si hay testigos y si aún viven para volver a entrevistarlos. Así que, mientras los huesos fueron enviados al GIAF, los antropólogos revisan testimonios y archivos para cotejar con los hallazgos. Este miércoles seguirán el trabajo en la escena con las técnicas de excavación arqueológicas. También definirán si es necesario excavar un área mayor en búsqueda de más huesos.
La esperanza de Tyler es que al finalizar la jornada se sepa si es competencia del INDDHH seguir con la investigación para poder derivar los recursos humanos pertinentes. “Estamos sacando por lo menos un par de antropólogos de otros lugares que están activos, como excavaciones, que sí son de interés directo para la institución. Si pensamos que este caso cae dentro de nuestro radio de acción lo calcularemos y vamos a intervenir”, concluyó.
Rafaela Cardarello / Nahuel Pereira