Ritual de Nacimiento es una banda de Metal oriunda de Paysandú. Lleva cinco años de actividad y hace apenas un par de semanas viajaron a Alemania para participar de uno de los festivales más importantes del género a nivel mundial; El Wacken Open Air, un evento fundado en 1990 de cuatro días de duración en donde se reúnen bandas de rock y metal de todas partes del mundo. Los pesos pesados del género están ahí, cada año participan alrededor de 150 bandas y Ritual de Nacimiento fue una de esos grupos, el único grupo que representó a Latinoamérica este año.

El estilo musical de Ritual busca cambiar la idea de que el metal es sólo una cosa de oscuridad y de violencia. Ese no es el mensaje que les interesa dar, sino que prefieren centrarse en las experiencias que han vivido: algunos temas hablan sobre las cosas por las que pelean, mientras que otras canciones les sirven como desahogo. Las letras denotan una conexión muy fuerte con la naturaleza, tienen un gran respeto por los pueblos indígenas y critican sobre todo el apego a lo material.  Su música es intensa, frenética y recargada de energía.

Reunirse con la banda implicó repasar su recorrido artístico y cómo se sintieron tocando para más de noventa mil personas, teniendo en cuenta que pertenecen a una pequeña ciudad del interior que cuenta con aproximadamente la misma población. En la dirección  indicada, me paré frente a la puerta blanca, estaba entre abierta. Pero antes de que alcanzara a tocar, un muchacho de espesa barba azabache y ojeras muy marcadas me recibió con una sonrisa. El joven era Maxi Vanzini, el bajista, quien me invitó a pasar.

En una pequeña sala de estar decorada con un montón de posters de diversas bandas y con varios recuerdos de los lugares donde Ritual había tocado, los integrantes esperaban sentados en un semicírculo: Jorge Rivero (Guitarrista), Thomas Lopez (Vocalista) y Diego Senna (Baterista). Sólo faltaba el otro guitarrista, Germán “Conan” Gazzano.

Son un cuarteto interesante, todos lucen una larga melena a excepción del baterista, parecen tranquilos y amigables y a primera vista no demuestran en sus gestos ningún atisbo de aquella tenacidad explosiva que solían liberar sobre el escenario. 

¿Cuándo nació Ritual de Nacimiento? ─ Todos se quedaron viendo a Diego Senna, uno de los integrantes más antiguos de la Banda. Fue él quien respondió.

─ Arrancamos el verano de 2014, yo estaba tocando en otra banda y Germán, el otro pibe que toca la viola, hacía rato que me invitaba a escuchar los temas que estaban haciendo. Tenían dos o tres temas, pero eran solamente con guitarra. Me sumé y empezamos a componer. Conan y yo somos los únicos que quedamos de la formación del principio y los gurises se fueron sumando a medida que pasaron los años. Ritual tuvo varios cambios, pero ahora la banda está muy consolidada.

─Fue muy salado ─agregó Diego─, nosotros estábamos buscando bajista y no teníamos ni idea de a quién invitar. Fui a la plaza a pensar justamente eso, a ver a quién le podía decir para tocar y cae Maxi con un bajo. Hasta ese momento siempre había tocado la guitarra y justo ese día era su primer día de práctica con ese instrumento. 

Fue como si les cayera un bajista del cielo. Los demás se fueron sumando de a uno, Thomas y Diego se conocían del Skate Park, donde practican BMX y Jorge asistía muy seguido a los primeros toques de la banda. De a poco la amistad fue surgiendo y comenzaron a compartir gustos musicales. “Cada uno pone un poco de sí mismo”, como explicó Maxi. El proceso creativo es el resultado de una amalgama entre los cinco y sus canciones representan la unión y la hermandad entre los integrantes y aquellos que los acompañan a donde sea, sin importar la distancia.

Aquellos que siguen a la banda desde sus comienzos, son considerados como amigos por parte de los integrantes, se refieren a ellos como “los gurises” y nunca como fans o fanáticos.

─ Siempre decimos que no somos sólo nosotros cinco, somos nosotros y los gurises que nos hacen el aguante ─comenta Diego─, ellos siempre nos preguntan si hay combi para ir a acompañarnos. A Argentina, por ejemplo, fuimos con 32 personas y una vez que tocamos en Young (pueblo de Río Negro que queda a casi setenta kilómetros de Paysandú), un amigo fue en bicicleta hasta allá para vernos tocar. Ritual es algo que marcó y cambió a mucha gente, somos una familia enorme y hemos vivido y aprendido muchas cosas juntos.

Parte de esa familia tuvo la suerte de poder acompañarlos en el viaje a Alemania y el hecho de que estuvieran presentes mientras tocaban hizo la diferencia. El público masivo que los esperaba era algo totalmente nuevo para ellos.

No sabíamos cómo entrarle ─confesó Maxi─, era la primera vez que tocábamos allá y no conocíamos al público alemán, no sabíamos si eran muy fríos, no sabíamos que íbamos a hacer para que se coparan y sin embargo respondieron muy bien. No sólo había alemanes, nos vio gente de todo el mundo, asiáticos mezclados con latinos y europeos. Había cerca de noventa mil personas, era como ver a toda la gente de Paysandú acampando en un mismo sitio.

─ Obviamente estábamos nerviosos antes de salir ─aclaró Thomas, el vocalista─, pero ver tan cerca tuyo a la misma gente que te hace el aguante en Paysandú… cambia las cosas, escuchar sus gritos de apoyo tranquiliza un poco.  

Thomas habla con un tono de voz muy sereno, y cuesta entender que es el mismo que hace vibrar los escenarios con un estruendoso y profundo vozarrón. Cantar le resulta realmente liberador.

A pesar de que las bandas del evento no pararon de tocar en todo el día, los integrantes tuvieron tiempo de conocerse con otros artistas. Llevaron sesenta copias de su primer disco, que terminaron regalando a personas de distintas nacionalidades. El Wacken les dio la oportunidad de llegar a otras partes del mundo y de conocer nuevas culturas. Un suceso que la banda destacó fue poder conocer a los integrantes de Bloodywood, una banda de metal folclórico hindú que dejó a los sanduceros maravillados por sus singulares combinaciones rítmicas y el uso de instrumentos poco habituales dentro del género.

Sin duda tocar en el Wacken fue el logro más importante de la banda hasta el momento, pero no les llegó de arriba.

─Para poder participar del evento antes hay que ganar en la Metal Batlle ─ explicó Jorge─, un evento nacional que se lleva a cabo todos los años. Mandas un tema y un jurado internacional decide si pasa a la siguiente fase. Al principio clasifican veinticinco bandas, a la final sólo llegan cinco.  La rapidez mental de Jorge no sólo queda en evidencia cuando está tocando su guitarra eléctrica, sino que también es muy veloz al momento de responder.

El guitarrista relató que el sábado 11 de mayo se había llevado a cabo la final del cuarto Metal Battle Uruguay, y Ritual de Nacimiento resultó la banda ganadora. Eso significó que los muchachos tuvieran que mover cielo y tierra para juntar la plata necesaria para el viaje:  la organización les daba como premio el dinero para un pasaje, los integrantes debían conseguir el resto por cuenta propia. Aunque contaban con muy poco tiempo (menos de dos meses), entre rifas y ventas de todo tipo llegaron a la cifra necesaria para poder partir. El dinero que ganaron en el Metal Battle lo repartieron entre los cinco y sirvió para pagar las estadías en Hamburgo.

─Así como otro invierte en un auto, nosotros invertimos en nuestra música ─ comentó Diego─, y por eso valoramos mucho lo que hacemos y disfrutamos tanto cada logro que alcanzamos. Nunca esperamos a estar cómodos para hacer las cosas y nunca dejamos que el miedo nos reprima. 

La experiencia en Alemania fue algo digno de recordar y, a pesar de que aclararon que cada toque es especial, el Wacken los motivó lo suficiente como para juntar esfuerzos y volver a participar el año entrante.

Los eventos como este son un buen empujón ─afirmó el baterista─, te invitan a seguir tirando, te demuestran que estás haciendo bien las cosas, que esto es lo que de verdad querés hacer y que vale la pena esforzarse para volver a repetir las experiencias de este tipo. Nosotros nunca nos imaginamos que íbamos a alcanzar algo así y no hicimos la banda pensando en llegar a esto. Nuestra prioridad fue siempre divertirnos, hacer temas para los gurises que nos apoyan, “volarles la cabeza”; eso es lo que nos gusta, eso es lo que buscamos y por eso estamos acá. Por suerte en esta formación todos tiramos para el mismo lado, a veces nos desviamos un poco y nos tenemos que tirar de las orejas entre nosotros mismos, pero siempre resolvemos los problemas hablando y eso es lo que nos ayuda a seguir firmes.

Esa firmeza se los nota, pues los muchachos, lejos de estar cansados, están terminando su segundo disco y tienen dos fechas más antes de culminar el tour de 2019. Actuarán en un evento en Paysandú y luego viajarán el 24 de noviembre a Montevideo para tocar junto a Brujería, reconocida banda de origen mexicano.

Llegar a la fiesta del Wacken Open Air fue un logro en el que cada miembro de la banda demostró una considerable fuerza de voluntad. Y aunque admiten que después del largo viaje deberán achicar un poco el bolsillo (y el estómago, como bien aclaró Jorge), su auténtica pasión por el metal será el motor que hará avanzar a Ritual de Nacimiento y que los mantendrá unidos como la familia que demostraron ser.

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