Al menos por fuera, los despachos de los diputados, ubicados en el edificio anexo del Palacio Legislativo, son todos muy similares: sobrios y elegantes, con fachada marrón y grandes esteras blancas que obstaculizan la vista hacia el interior. Pero hay uno que rompe la monotonía: banderas verdes cuelgan en lugar de las esteras y plantas, muchas plantas, que se divisan desde afuera. Este es el despacho del Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI), en el que el excandidato presidencial y actual diputado, César Vega, conversó mano a mano con Sala de Redacción.

—¿Cómo te sentís en el ambiente político del Parlamento?

—En la calle casi siempre me dan para adelante, son los menos los que me putean, y casi siempre lo hacen desde el desconocimiento. Me reclaman que no hemos presentado ningún proyecto de ley y hemos presentado seis: prohibición de los agroquímicos no habilitados en el primer mundo, producción de yerba mate, prohibición de la tala del monte nativo y de las aves del monte, prohibición de sangría de yeguas, plaguicidas veterinarios y previsión del fracking. Las expectativas de lo que nosotros podíamos hacer acá se han cumplido con creces, pero me gustaría que al menos uno de los proyectos saliera. El 2023 será un año clave para nosotros.

—¿De qué trata el proyecto de prohibición de agroquímicos?

—Yo soy un productor orgánico en mi campo. Si fuera por mí no se usaría ningún veneno, pero las sociedades no funcionan de esa manera. Tenemos que lograr por lo menos que nuestro país quede al mismo nivel que los países del primer mundo, los que mejor gestionan estos asuntos. Eso es lo que plantea el proyecto. En la lista de los agroquímicos habilitados aparece incluso un cancerígeno conocido hace 30 años. Me interesa que el proyecto vaya para allá enfrente [se refiere al Senado] porque los legisladores se cortan solos, no votan todos juntos por sí o por no. Acá en Diputados la veo más complicada.

—En su momento dijiste que ibas a estar lo menos posible en el Parlamento porque no te gustaba el ambiente. ¿Cambiaste esa postura?

—No, yo estoy muy poco acá.

—A más de dos años de haber sido electo diputado, ¿esperabas que en 2019 el PERI fuera el quinto partido más votado con unos 33.000 votos?

—Sinceramente esperaba esos votos. Sacamos el 1,33%, mientras que el Partido de la Gente, habiendo gastado un dineral, sacó el 1,03% y el [Partido] Independiente, con mucha historia, llegó apenas al 0,97%. Con olfato, espero que saquemos mínimamente tres diputados en 2024. Pero no lo puedo decir muy fuerte, porque acá si decís que querés crecer, te van a caer y atacar.

—Según la página web del PERI, el término “radical” refiere a reformas extremas, principalmente en términos de democracia. ¿Qué reformas de ese estilo han planteado?

—Mirá, el 1° de marzo vamos a empezar una campaña de juntada de firmas para la eliminación del Senado. Mi consigna es ir hasta donde el pueblo quiera, y si el pueblo quiere tenemos un año y medio para juntar firmas y plebiscitar el cierre del Senado en 2024, sumándonos a 80 países del mundo que no tienen Senado y andan bárbaro.

—¿Y cómo funcionaría el Parlamento?

—Quedamos con 100 diputados y listo. Unicameral. El diputado Eduardo Lust [Cabildo Abierto] me va a dar una mano con el proyecto.

—¿Y el término “intransigente” a qué se refiere?

—A que no transamos con nadie. No vamos a cometer el error de los partidos verdes o ecologistas de casi todo el mundo que se venden. Cuando te aliás te dan un abrazo de oso, pero cuando tienen que despacharte lo hacen sin titubear. No negociamos ni aunque nos ofrezcan el Ministerio de Ambiente.

—¿Se los ofrecieron?

—No, pero estoy seguro de que lo van a hacer en algún momento. Si el Frente Amplio en 2024 ve que hay pocos votos de diferencia con el rival seguramente intente hablar con nosotros, más sabiendo que yo vengo de ahí. Igual yo le pediría Economía. Si me lo dan, capaz que agarro —dice mientras se ríe.

—En las elecciones de 2014 decías que uno de tus objetivos era instalar la agenda ambientalista dentro del Parlamento. ¿Pudiste?

—Nosotros logramos instalar el tema ambiental. En principio con la plata que ganamos acá tenemos un programa de radio muy escuchado en radio Oriental, El Ecologista. Esa ya la ganamos. Ahora tenemos ganas de hacer algo escrito y gratis, aunque no esté de moda leer.

—¿Y en el Parlamento?

—Algo. Estamos votando para que se eliminen los vasos y botellas de plástico acá en el Palacio [Legislativo] y eso es un mínimo avance.

—¿Te seguís sintiendo como un loco ajeno al sistema político?

—Como loquito me obligaron a salir, como dijo la murga, con el tema de la vacunación. Quedé completamente solo en el Parlamento, o sea que estoy completamente loco. Fuimos en contra de un sistema establecido. Yo le creí todo al premio Nobel de Medicina, Luc Montagnier, quien lamentablemente falleció este año. Todo lo que dijo sucedió, hasta que iba a desaparecer en dos años, porque era algo creado en un laboratorio. Más que como loco, me sentía como un enfermo acá adentro.

—Con el ex candidato presidencial Gustavo Salle protagonizaron algunas discusiones en la campaña electoral por temas ambientales, pero en esto parecen estar de acuerdo…

—Con Salle tenemos pequeñas diferencias, pero en esto estamos juntos. Si él logra sacar su partido, va él por un lado y yo por el otro, [pero] si no logra sacar su partido por los pasos que requiere como la juntada de firmas y la autorización por la Corte Electoral, ya hablamos de que algo podíamos hacer juntos.

—Si van juntos, ¿podrían integrar ambos la fórmula presidencial?

—Ni idea, pero puede ser. Hablar ya hablamos.

—En 2014, Lacalle Pou se mostró en contra de la megaminería a cielo abierto. ¿Pensás que su postura ha cambiado?

—Acá lo que les pasa a los políticos es que se acostumbran a hablar y hablar y después se les entreveran las cosas. Espero que a mí no se me entreveren. Yo voy a cumplir con mi palabra.

—¿Lacalle Pou no cumplió con su palabra?

—Sí, pero, ¿qué hay de diferente entre la megaminería y UPM? Nada. Muy lindo oponerse a la megaminería… Capaz que tenía un dato de que no salía y por eso se opuso.

—Hace poco te reuniste con él en Torre Ejecutiva…

—Sí, por el tema de la reforma jubilatoria. Justo en ese tema tenés un ejemplo de nuestra intransigencia. Si no sacan las AFAP nosotros estamos en contra. Si no se sacan, yo no negocio nada.

—Le llevaste una planta de yerba mate. ¿Fue por tu proyecto de ley?

Sí, ojalá que salga porque es un proyecto que no parte aguas políticamente hablando y a todo el mundo le serviría votarlo. Es un proyecto para que se plante acá la yerba mate, exonerando impuestos y demás. Entiendo que en un país que toma tanto mate ya debería estar encaminado hace tiempo.

Hablando de regalos, también le regalaste una planta de acelga a Laura Raffo.

También le llevé dulce de membrillo a [Daniel] Martínez y a Graciela Villar. Eso no lo dijo nadie. Son estrategias de uno, porque a veces dicen “este loco es bueno como ingeniero agrónomo y productor, mirá lo que planta y cosecha él mismo”. Al entregársela a Raffo yo generé algo que quería generar.

¿Qué cosa? ¿El run run?

¡Claro! Aumentar de uno a tres legisladores es muy difícil, tenés que ponerle mucha cabeza. Esto es como una guerra, entonces tenés que ver con quién te sacás la foto.

Te jugó a favor, entonces.

Me jugó a favor porque yo me puedo sacar una foto con ella, con Lacalle Pou, con [Yamandú] Orsi. Hay que demostrar que vos sos una persona, que por más que tengas tus ideales seguros y claros, podés hablar con todo el mundo, o casi todo el mundo. El análisis que se hizo en el momento fue muy mediocre.

Igual generó controversia, porque fue a muy poco tiempo de haber asumido un gobierno que unía cinco partidos, cuando el Frente Amplio y el PERI se perfilaban como los únicos partidos de oposición.

Lo que pasó fue que había pocas noticias. Los lunes hay pocas noticias.

¿Se te acusó de oficialista a la hora de votar en el Parlamento?

Yo he votado al menos diez veces solo. ¡Solo! Acá me manejo con total independencia. Por ejemplo, cuando se habla de la LUC, el FA apoyó el 50% [de los artículos], el gobierno el 100% y yo el 75%. Yo voto a mi criterio, tampoco hemos votado ni una pensión graciable. Después se quejan de lo mal que anda el país.

Supongo que tenés retroalimentación con tus votantes. ¿Están conformes o decepcionados?

El único tema que causó decepción, y a la vez aliados nuevos, fue el de la vacuna. Muchos se fueron, pero también ganamos muchos votantes. Nosotros somos un partido distinto y no lo entienden. De lo que nosotros prometimos no hemos incumplido nada, según creo. De antemano te tendrías que haber imaginado que si venía una pandemia yo iba a adoptar esta postura. Para mí hubiera sido una decepción si no hubiera hecho lo que hice.

¿Ningún votante del PERI te dijo que te contradijiste?

Ninguno. Alguno me salta con lo de la LUC y yo le pregunto, ¿sabés cómo voté yo el tema de la LUC? En lo que se refiere a la educación no voté nada.

¿Los temas vinculados a la seguridad los votaste a favor?

¡No! Nosotros, sin saber demasiado, votamos en 2020 alguno como el de los alquileres para después poder votar los otros en contra y poder estar en ambos frentes. Pegamos donde había que pegar. Yo no tengo problemas en sacar a las Fuerzas Armadas a la calle, pero a cumplir un rol social, no una función guerrera. Que trabajen de seguridad en los edificios públicos, hasta podrían trabajar con otro uniforme si el militar choca, pero que no estén en los cuarteles jugando a la guerra, porque acá en Uruguay nunca vamos a tener una guerra. Sumado a eso, yo propongo destituir a por lo menos 7.000 militares. Hoy en día tenemos 27.000. Así quedaríamos en 20.000 y estaríamos igual en promedio que Colombia, un país con muchos más enfrentamientos armados.

¿Los militares están capacitados para cumplir una función social?

¿Cuando van a las Naciones Unidas están capacitados y acá no? Son seres humanos igual que nosotros.

Pero después del régimen que absorben en el liceo militar, a la hora de tratar con civiles, ¿no sería un problema?

Al contrario, eso hace bien. Porque son personas a las que les parece bien algo que a mí me parece mal: si les dan una orden la cumplen a rajatabla. Esa formación del liceo militar puede ser como vos decís, pero hay que tratar de que sea en el sentido que nosotros queremos, para que hagan un aporte a la población.

FacebookTwitter