Miles de partidos de campeonatos uruguayos, finales de copas libertadores, copas América, copas del mundo de principio a fin, mundiales sub-20 (con Uruguay campeón incluido)… todos estos torneos han pasado por los micrófonos de 13a0 en estos 30 años. “Deben ser 90 torneos por lo menos”, asegura Ricardo Piñeyrúa, director y conductor de uno de los programas radiales de periodismo deportivo más influyentes del país. Actualmente sale de lunes a viernes a las 19 horas por la FM DelSol. Y en una habitación vacía de esta misma emisora, el “Profe” charló con Sala de Redacción sobre el programa y lo que ha pasado en sus tres décadas de historia.

-¿Cómo nace 13a0?

-Comienza con Fútbol y Compañía en el año 1993 en la radio Nuevo Tiempo. Era “la vieja voz del aire”, una radio filial de Carve. Ahí hubo un movimiento de periodistas: Néber Araújo, Jorge Traverso, Lil Bettina Chuy, Sergio Sacomani estaban todos en Radio Sarandí, se van, se asocian para formar una radio y fundan Nuevo Tiempo. Ahí empezamos nosotros, primero como Fútbol de Primera -porque nos fuimos con Sergio Gorzy-, y después a la salida de Gorzy pasamos a ser Fútbol y Compañía. Cuando nos fuimos a El Espectador tuvimos que cambiar el nombre porque la radio no quería que tuviéramos el mismo título con el que veníamos. Después de idas y vueltas terminamos con el nombre de 13a0, que cuando empezamos era “13a0 Radio Deportiva” y luego el apellido quedó por el camino.

-¿De dónde salió ese nombre tan particular?

-Habíamos discutido muchísimo por el nombre, hicimos reuniones hasta con asados para ver qué nombre le poníamos. A pedido del dueño de El Espectador, Javier Massa, fuimos a una agencia de publicidad y ahí tuvimos una reunión de trabajo. Nos ofrecieron el nombre “Planeta Pelota”, que era horrible. Me acuerdo que me fui de esa reunión diciendo: “pah, ese nombre es espantoso”. Lo hablé con mi hijo y coincidió que no era bueno. Volvimos a la agencia y les dijimos que no nos gustaba. Ahí un chico de la agencia que nunca más vi, dijo “ yo tengo una propuesta”: 13a0. En realidad la compramos por el logo, porque nos hizo la propuesta con el logo ya hecho y le dijimos que sí. Al principio era raro. Imaginate que llamabas a un jugador y le decías “bienvenido a 13a0”, era una cosa rarísima. Pero nos fuimos acostumbrando.

El fundamento de este chico, que estaba muy bueno, era que es un resultado deportivo pero además que el 13 es un número muy especial. No es común un resultado de 13a0. Así que ahí quedó.

-¿Cuál es la influencia que ha dejado 13a0 en el mundo de la radio para que hoy siga teniendo tanta relevancia?

-Capaz que no soy el más indicado para decirlo porque en definitiva soy parte integral, pero lo que a mi me parece es que nosotros tuvimos una mirada renovadora como comunicación del fútbol, en el sentido de tener ciertas cosas que para nosotros eran principales: la música -eliminamos las canciones de los clubes en las presentaciones y pusimos música-, Buitres, La Vela Puerca, No Te Va Gustar… hasta hoy seguimos usando las mismas cortinas. 

El trabajo en la cancha, donde los vestuaristas pasaron a ser protagonistas: no eran simplemente gente que le daba el auricular al jugador, si no que ellos entrevistaban y tenían una gran participación en los partidos. No era solamente el relator y el comentarista si no que además eran dos vestuaristas, más algún otro que estaba en estudios, había una gran cantidad de voces que entraban; entendimos que lo que nosotros teníamos que lograr era entretener con lo que estábamos haciendo, porque el que estaba del otro lado escuchando un partido tenía que entretenerse.

También la forma en la que tratamos a los jugadores, el hecho de que casi no tenemos contacto con los dirigentes: no es que no queramos, pero no nos interesa mucho. Fueron marcas que nos transformaron de ser la mosca en la sopa, a pasar a ser una referencia y a ser hoy un clásico. 13a0 es un clásico, y de hecho, es de los pocos que sobrevive de la gran época de las transmisiones de fútbol que fueron perdiendo peso frente a las transmisiones televisivas.

-13a0 se caracteriza no solo por hablar de deportes, si no que también por darle un espacio a la cultura ¿crees que es importante mezclar esos dos mundos?

-No fue algo pensado sino que se fue dando naturalmente que en el arranque del programa surgían temas de conversación. Muchas veces, la propia música con la que empezábamos el programa nos despertaba ideas, y eso generaba una serie de intercambios que fueron ocupando la primera parte.

Lo empezamos a hacer en Nuevo Tiempo junto a Rómulo Martínez Chenlo, que era una persona con mucho vuelo y nos enganchábamos muy bien. Además siempre nos planteamos que el fútbol debía ser como era hace 30 años atrás, cuando los programas deportivos eran espacios donde los que hablaban eran doctores y los temas que trataban principalmente eran los temas políticos de la Asociación Uruguaya de Fútbol, la selección o lo que pasaba dentro de la interna de algún club. Es decir, el fútbol desde una mirada muy particular. Entendimos que había que tener una perspectiva desde el protagonista, es decir, desde el jugador, sus necesidades, su problemática, tratar de demostrar que también es un ser humano y desdramatizar el resultado.

Cuando recién empezamos nos prohibimos usar ciertas palabras como fracaso, desastre, horrible. Uno puede decir lo mismo con otra calidad humana: en vez de decir que jugó espantoso, podemos decir que no fue un buen día. Cambia totalmente la forma de ver. 

Ese fue el estilo con el que nos manejamos y ese arranque que se fue mezclando cada vez más con un libro, una serie, una película, una canción o cualquier cosa que pasa y que nos lleva a una reflexión, se fue transformando en la identidad del programa, mucho más que el fútbol. El fútbol son las noticias, después alguna entrevista, alguna conversación pero la identidad del programa, su arranque, la mesa y lo que sale no se prepara. A veces no sale nada, a veces surgen conversaciones formidables, otras veces alguno tiene un tema que lo tira sobre la mesa y empezamos a conversar sobre eso. 

Esa es la característica del programa. Siempre digo que tenemos un programa de radio, no un programa de fútbol; nosotros hacemos radio y tenemos al fútbol como una excusa.

-Con la aparición de las redes sociales y su llegada al público ¿crees que cambia la forma de hacer periodismo deportivo radial?

-Hay dos cosas: la primera es que definitivamente tenés que estar en las redes, si no te falta una pata. Todavía no tenemos muy claro qué es lo que tenemos que hacer, estamos tratando de encontrar nuestro lugar y las redes las usamos mucho para promover lo que vamos a hacer y lo que hicimos. Pero todavía creo que no le encontramos el camino para hacer que se transforme en un medio diferente, es decir, todavía sigue siendo un respaldo al trabajo de la radio. Hay una gran cantidad de cosas que cambian, por ejemplo acá en DelSol tenemos el estudio tuneado para hacer transmisiones por YouTube y hemos hecho muchos programas transmitidos en vivo.

Además pasan cosas que son notables: el otro vino a la radio Rafa Villanueva después de mucho tiempo. Fue muy emocionante y el programa lo habrán escuchado unas 10 mil personas, pero en las redes fueron miles y miles de reproducciones, entonces te influye. 

Sigo creyendo que la radio tiene un lugar que no va a perder, por lo menos por un tiempo. Sin embargo hay que ver qué respuesta tienen los más jóvenes, que no están acostumbrados a escuchar radio porque solo escuchan podcast o ven redes sociales. 

-¿13a0 es el Profe Piñeyrúa? ¿El día que decidas no hacer más radio te gustaría que se vaya contigo o que las próximas generaciones sigan al frente del programa?

-13a0 es una marca, un estilo, una forma de hacer radio y de comunicar que no depende de una persona. Quizás mi influencia sea la de ser el director, entonces mientras yo esté tiene cierto estilo que está marcado por mi persona. Pero cada uno de los que vienen genera una influencia que cambia el estilo y provoca cosas nuevas. 

13a0 va a seguir independientemente de que me vaya, porque además hay mucha gente que está en esto, que vive de esto y que le gusta. Hace mucho tiempo, uno de los relatores más importantes que tiene este país nos dijo: “la diferencia entre ustedes y nosotros es que cuando yo termine, esto se termina. Y ustedes van a seguir siempre, porque son como un equipo”. De hecho cuando uno mira la lista de gente que pasó por acá, se da cuenta que todo siguió, cambió, mejoró, por momentos peor, por momentos mejor. Perdimos cosas muy buenas pero ganamos otras. 

Eso también ha sido una dinámica permanente de 13a0; el no quedarse conforme con lo que estás haciendo sino tratar de hacer alguna cosa nueva o cambiar alguna otra, más allá de que la estructura central de la mesa es nuestra esencia y no la podemos cambiar.

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