Mañana fría, aunque soleada. En el Cementerio Central el silencio solo era interrumpido por el vuelo o el canto de los pájaros y los pasos de las personas que caminaban hacia el sepulcro de Zelmar Michelini, para recordarlo al cumplirse 100 años de su nacimiento.
Con paso lento y claveles en sus manos, un grupo de familiares y allegados al político se reunió para rescatar la memoria y la entrega en defensa de la democracia de quien fuera asesinado en Argentina -hace exactamente 48 años- por la represión coordinada de las dictaduras cívico-militares del Cono Sur.
La emoción dominó el homenaje. Cecilia Michelini, directora de la Fundación Zelmar Michelini e hija de Zelmar, inició la lectura de la proclama hasta que su sentir la llevó a transferir la oratoria a Mercedes Altuna, su familiar. En nombre de la Fundación, Altuna expresó: “evocamos su capacidad de disfrutar de la vida, parte inherente de su personalidad arrolladora. Su amor por la libertad, su rebeldía ante la injusticia y el privilegio, así como el entusiasmo contagioso para enfrentar la adversidad”.
Conmemoración del centenario de Zelmar Michelini en el Cementerio Central, el 20 de mayo de 2024. Foto: Carlos Origüela.
Entre los participantes al acto estaban la escritora y política chilena, Isabel Allende, la intendenta de Montevideo y actual precandidata por el Frente Amplio, Carolina Cosse, y el presidente de esa fuerza política, Fernando Pereira.
Durante la proclama se sostuvo la idea de un Zelmar “principista y pragmático, siempre”: “Defendió los mismos principios de libertad, democracia, derechos humanos e igualdad social. La libertad individual, muy especialmente las de pensamiento y opinión, de creencia, de expresión y de circulación. La libertad colectiva, expresada en los derechos sindicales y políticos de asociación y manifestación”, reseñaron.
Michelini fue dirigente estudiantil, periodista, sindicalista y político. Fue diputado y ministro de Industria y Comercio por el Partido Colorado. En 1970 se alejó de esa formación política y en 1971, junto a otros líderes, participó en la fundación del FA; en la elección de octubre de ese año, fue electo senador.
Luego del golpe de Estado que dio Juan María Bordaberry en 1973, Michelini se exilió en Buenos Aires donde el 20 de mayo de 1976 fue asesinado por el aparato represivo en un operativo coordinado entre las dictaduras de ambos países que cobró la vida de Héctor Gutiérrez Ruiz, diputado del Partido Nacional, y los militantes del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, Rosario Barredo y William Whitelaw.
La gravedad de este crimen múltiple ejecutado por el Estado configuró un hecho de relevancia histórica y política de magnitud que derivó en la adopción de esa fecha para realizar la Marcha del Silencio, en la que miles de personas -en todo el país- reclaman por búsqueda de las y los desaparecidos y en contra de la impunidad.
