“Vengo a mostrarte que en Montevideo pasan cosas”. Esa es la descripción que acompaña las redes sociales de Belén Urruti, realizadora audiovisual y creadora de contenido en Instagram y TikTok. En diálogo con Sala de Redacción, Urruti contó cómo es el proceso detrás de cada video que publica y cuál es la incidencia de su contenido en las personas que lo consumen y utilizan.

En febrero de 2023 comenzaste a crear contenido, ¿qué te motivó a hacerlo?

—Empecé a grabar videos con dos motivaciones: entrenar mis habilidades de edición y superar el miedo de salir de casa. Especialmente, la exigencia de TikTok de subir videos diariamente me obligó, al menos al principio, a adaptarme a ese ritmo. Estaba atravesando un proceso personal que no me permitía salir de casa con frecuencia, por lo que la idea de obligarme a explorar Montevideo en busca de material para grabar y editar me pareció buena. Me di cuenta que era algo que mezclaba ambas necesidades y dije: perfecto, agarro por acá.

—¿Cómo seleccionás las actividades y eventos que compartís? 

—Intento hacer un mix. En un mismo fin de semana suele haber distintas obras de teatro y ferias, entonces procuro barajar todas las opciones para que quede un popurrí. Pero siempre priorizo mostrar cosas nuevas, por lo que si ya mostré una feria, le doy lugar a una nueva. Además, voy mezclando entre cosas que son más para la familia y cosas que se pueden hacer solos. 

-Ese tipo de contenido demanda estar actualizada…

-Sí, y es lo que más disfruto hacer. Es un nicho que no está muy explorado, entonces lo hice como un hijito mío. Pero sin dudas tiene el desafío de buscar actividades, que a veces no son tantas o los lugares de donde las tomo no están actualizados. Además, después de definirlas tengo que corroborar que hasta el jueves, día en que grabo y subo el video, no se hayan suspendido. Entonces, es un video muy lindo y rápido de grabar, pero el proceso previo es desafiante.

¿Y en cuanto a lo técnico?

—Aspiro siempre a que el video quede con un muy buen audio y buena calidad de edición, para que se vea lindo. Principalmente cuido los planos que se muestran, que no estén temblorosos. Con el pasar del tiempo he definido mi estilo y he generado una estructura muy marcada.

—¿Fue un proceso lineal?

—No. Al principio hacía y probaba todo; usaba la voz propia de TikTok, hacía muchos cortes o videos muy largos. Pero de todas esas pruebas fui haciendo una mezcla con lo que siento que más me funciona o me gusta. Hoy en día mis videos no duran más de 30 segundos, cuando al principio me forzaba a que duren más, pero no me rendían ni me gustaban. 

—¿Cuál crees que es el factor clave que atrae a tu audiencia y hace que consuma tu contenido?

—Lo que más llama la atención es ver la cantidad de cosas que hay para hacer en Montevideo y que se desconocen. Lo que más se valora de mis videos es la información que comparto, y no tanto cómo los hago.

—¿Qué impacto observás que tiene tu contenido respecto al acercamiento a estas actividades?

—Muchas veces cuando voy a eventos que promociono las personas me cruzan y me dicen “vine porque lo vi en tu video”, y al principio no era consciente del impacto que esto puede tener. Pero me empezó a pasar que tanto quienes organizaban como quienes asistían me agradecían por la difusión de los eventos y las actividades. De igual manera se ha generado una comunidad que realmente espera hasta el jueves para saber qué hacer el fin de semana, personas que quizás si no reciben la información así de procesada no saldrían o no irían a actividades tan específicas, y es ahí cuando me doy cuenta del impacto que tiene lo que hago también.

—¿Sentís algún tipo de responsabilidad por estas recomendaciones?

—Sí. Lo que me pasa es que muchas veces siento la responsabilidad de que el evento tiene que salir diez puntos. Esto en parte es porque me ha pasado que la gente va a las actividades por mis videos y si no le gustan mucho, me lo dicen a mí.

—¿Cómo lidiás con ese disgusto?

—Siempre intento recordar que yo solo comparto y que, por más que haga un filtro, a la persona puede no gustarle lo que estoy recomendando. Es cuestión de gustos y percepciones.

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