En el fútbol los protocolos sanitarios fueron estrictos para que los entrenamientos y partidos pudieran retomarse tras la suspensión de la actividad en marzo, debido a la pandemia de covid 19. Ello incluyó medidas como la higiene de manos con alcohol en gel y tomar la temperatura al ingresar a los estadios, o la generación de espacios adecuados para cumplir con el distanciamiento físico en áreas comunes cerradas. Pero una de las medidas que más incidencia tiene en el juego es la restricción de acceso a las tribunas a unas pocas personas por partido, lo que no permite a los equipos disfrutar de la pasión que ponen sus hinchas.

Matías Ferreira tiene 26 años y es de Dolores. Desde 2018 juega como defensa central izquierdo en el Club Sportivo Cerrito, que volvió a ascender a primera en noviembre, cuando se consagró campeón del torneo de Segunda División Profesional. No recuerda con certeza la fecha, pero sí que la última vez que jugó un partido con hinchada fue hace más de un año y medio, y extraña la motivación que en ese momento sentía al entrar a la cancha. Al comienzo de cada partido “es un cambio rotundo no tener gente en la tribuna, porque sentir que están allí alentando y mirando el partido genera otra motivación”, aseguró. Ferreira piensa que cuando se habilite nuevamente la asistencia de hinchadas será un aspecto importante para su equipo, ya que actualmente están en un buen momento futbolístico.

Facundo Ospitaleche, de 24 años, es futbolista de River Plate y se desempeña como mediocampista. En su retina todavía está el último partido con público que disputó, que fue contra Defensor Sporting, y todavía puede sentir los cantos de la tribuna de aquel día. El futbolista afirmó que es importante enfrentarse a un rival con gran asistencia de simpatizantes, ya que brinda otro ambiente al encuentro. 

Adaptación

“Los primeros partidos fueron raros y distintos, se sentía la dificultad. No sabíamos si íbamos a salir con la energía necesaria, en nuestras cabezas estaban las ganas, de alguna manera se debía sobrellevar el cambio”, explicó Ospitaleche. Al comienzo del campeonato los resultados de River no fueron los mejores y ello coincide con el momento en el que los jugadores tuvieron que adaptarse a la falta de público. “Lo que ayudó fue que la televisión estuvo allí, entonces sabés que te están viendo en ese momento y el incentivo vuelve a surgir”, valoró. Para Ospitaleche, el futuro es auspicioso porque los hinchas tienen muchas ganas de volver a la canchas a ver a su equipo y, cuando se pueda, los estadios tendrán más concurrencia que antes de la pandemia. 

Guillermo Niski, defensa central de 23 años, fue el capitán de Rocha Fútbol Club este año en la Segunda División Profesional. En particular, recuerda la final por el ascenso a esa divisional, que fue en enero, cuando todavía la pandemia no había llegado a Uruguay, y fue el último partido que jugó con público. El futbolista valora que el apoyo de los hinchas “brinda intensidad y te da una cuota vital de ganas”. “Ahora la motivación debe venir de uno mismo, tenemos que adaptarnos a lo nuevo hasta que todo vuelva a la normalidad”, añadió.

Salir a jugar un partido y no ver a los hinchas lleva un tiempo de adaptación. “Es como estar en un día de práctica, donde estamos solos, y en ciertos momentos se hace difícil la concentración, todo es muy diferente”, consideró Niski, quien de todas formas valoró que ahora pueden escuchar desde cualquier parte de la cancha a los compañeros y al técnico. “El reencuentro con el público va a ser muy agradable porque lo que nos generan es importante”, aseguró.

Belén Aquino integra la selección de fútbol femenino de Uruguay y con 18 años es delantera del Club Atlético Peñarol, al que se sumó luego de su destacada presencia en el mundial sub 17 en 2018, cuando convirtió el primer gol celeste del torneo. A principios de marzo, en el sudamericano sub 20 jugó su último partido a puertas abiertas. Piensa que cuando se pueda volver a las canchas “la gente va a disfrutar de una manera distinta y se va a sentir como en su casa”. Para la delantera, mirar los partidos significa que “todos los fines de semana tenés una casa más”

“Es difícil no escuchar a la hinchada, gracias a la gente se juega de forma distinta. Si tenemos un mal momento y escuchamos a la hinchada cantar, quizás sin darnos cuenta nos genera muchas cosas”, explicó. Además, sostuvo que no es lo mismo escuchar el aliento desde los parlantes del estadio que directamente desde la hinchada.

Sin pausa 

Ignacio Barboza, preparador físico del Club Sportivo Cerrito, recordó que “salir a la cancha y ver las tribunas vacías fue bastante impactante”. “Nos encontramos con un estadio en silencio, nos inundó una sensación surreal y cada grito se escuchaba muy cercano”, añadió. “Escuchar a la hinchada ayuda en un momento difícil, da un plus”, resumió Barboza, y añadió: “Me parecen interesantes las herramientas tecnológicas que se han utilizado en otros lugares para simular a las hinchadas, comparto la idea de que es un espectáculo deportivo donde hay actores principales y todos se quieren sentir cerca”.

Para Lorena Viera, especialista en psicología deportiva, las estrategias que los clubes implementan tienen en cuenta el rol que en cada caso juegan los hinchas. En ese sentido, explicó que cada psicólogo deportivo trabaja de forma diferente, en función de la realidad de su equipo. De todas formas, afirmó que la influencia de la pandemia en el rendimiento de los futbolistas no solo se ve por la ausencia ausencia de hinchas, sino también por otras variables que los deportistas deben manejar. La situación por sí misma genera un nivel de estrés que cada profesional debe abordar de manera particular, explicó.

“Un jugador que dé positivo [al covid 19] no solo brinda la incertidumbre de otros contagios, sino un cambio en el armado del equipo, la posibilidad de suspensión de la fecha”, explicó la psicóloga, y agregó que muchas veces basta con que un elemento no esté estable para generar un desequilibrio en todo el equipo. Además, se suman circunstancias emocionales importantes vinculadas a cada jugador, como estar lejos de sus familias y no tener contacto con ellos durante el tiempo que pasan en burbujas sanitarias, entre otros aspectos. 

“Los casos de covid 19 que han surgido en los equipos tal vez sean un factor más influyente que la falta de público, ya que la incertidumbre en torno a la espera de resultados en este momento puede ser causante de estrés en una mayor medida que la falta de público”, sentenció Viera. Sobre la transición de esta etapa a una futura con público advirtió que “no sería bueno pasar de cero hinchas a un gran público de un día para otro”.

Hinchas a distancia

En todo el mundo se ha apelado a la creatividad para que los jugadores sientan un poco más cerca el apoyo de sus seguidores. Por ejemplo, en la Liga de España se simularon las siluetas de los hinchas en las tribunas y se colocaron parlantes con sonidos de aplausos, abucheos o canciones de la hinchada local. Además, se han utilizado gigantografías con imágenes en tamaño real de los fanáticos.

Mientras tanto, en Dinamarca los hinchas vieron partidos por la plataforma Zoom con más de 10 mil personas conectadas al mismo tiempo y en Japón se instalaron parlantes en las tribunas por los que los hinchas podían expresarse mediante una aplicación de celular. En otros deportes en ese mismo país también se utilizaron robots en las gradas con el mismo fin.

Más allá de estas variantes posibilitadas por la tecnología, ninguna ha igualado lo que generan los hinchas en vivo y en directo. En un estadio lleno se movilizan sentimientos: alegría si se gana, amargura si eso no ocurre, o la sensación indescriptible de cantar y que se venga el mundo abajo cuando el equipo sale a la cancha. Así es la pasión del hincha.

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