La Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra) y el Sindicato Único de Trabajadoras Domésticas (SUTD) crearán una tripartita para atender la situación de trabajadoras domésticas que no pueden trabajar durante la pandemia de Covid-19 y que no tienen cobertura del seguro de desempleo.

En diálogo con Sala de Redacción Federico Daverede, titular de la Dinatra, dijo que están buscando soluciones para quienes trabajan de forma informal, especialmente para las mayores a 65 años, que conforman el grupo de riesgo ante la epidemia. Un informe de Banco de Previsión Social (BPS) de 2019 sobre el trabajo remunerado del sector arrojó que en 2018 había 76.500 trabajadoras formalizadas, pero se estimaba que había 30% más que trabajaba de forma informal, detalló Daverede.

El convenio colectivo firmado en 2010 dispuso que las trabajadoras domésticas tienen que ser indemnizadas si el empleador no requiere sus servicios los días acordados. Dada la situación de emergencia sanitaria por Covid-19, donde se exhorta por parte de las autoridades a mantener el aislamiento social, puede darse el caso de que el empleador esté en su casa y prescinda de la trabajadora doméstica. Es aquí, donde surge una controversia que se está tratando de solucionar a través de una negociación tripartita.

El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, dijo a Sala de Redacción que no hay duda” que les corresponde el apoyo económico que está implementando el gobierno para los trabajadores informales en general.

Mieres afirmó también que uno de los principales problemas es que muchas trabajadoras domésticas tienen pluriempleo. Cuando sucede esto, cobran el seguro de paro solo si no tienen trabajo en ninguno de sus empleos y “eso es un problema porque ahí hay un límite”, señaló.

Daverede agregó que la Dinatra hizo un informe al respecto y ya hay conversaciones entre las partes por lo que se espera un acuerdo.

Lucía Gandara, presidenta del SUTD, dijo a Sala de Redacción que se está trabajando para crear una tripartita. El SUTD se presentó un documento en el que pide que se respeten los convenios tripartitos firmados en los Consejos de Salarios y los convenios internacionales de la Organización Internacional del Trabajo. “Todo venía controlado hasta que el presidente de la República salió a decir que iba a haber un seguro especial de emergencia para todos los trabajadores, entonces ahí fue que se desató la ola de mandar a todas al seguro de desempleo”, lamentó Gandara.

Gandara añadió que hay varios grupos de trabajadoras jornaleras que no llegan a los 180 jornales previstos por el BPS y que en base a eso el sindicato está elaborando “algo especial”, en el sentido de quienes no lleguen a los 180 jornales puedan recibir un porcentaje.

Sobre las condiciones de higiene en el lugar de trabajo, Gandara dijo que hay trabajadoras que tienen que ir a trabajar por necesidad o porque tienen la responsabilidad de ir, por ejemplo, a cuidar a adultos mayores que no tienen hijos y están solos. En el contexto de la epidemia, dijo que deberían contar con los instrumentos de higiene pautados por el Ministerio de Salud Pública.

¿De qué sirve que nosotras tomemos todas esas medidas de protección si sabemos que muchos de los hijos o los mismos empleadores salen a la calle?”,cuestionó y plantó que esa situación la vivió, por ejemplo, la empleada de Carmela Hontou, vector del virus en un casamiento a partir del cual se dio una alta proporción de casos de Covid-19. “Los barrios que están más contagiados es donde nosotras tenemos que ir a trabajar”, comentó.

Sobre la informalidad en el sector, Gandara dijo que casi la mitad del sector trabaja en esta modalidad. De estas trabajadoras se debe tener que hacer cargo toda la tripartita y ver de qué manera puedan recibir una ayuda económica para subsistir y después hay que pensar el por qué esos empleadores no están haciéndose cargo en el BPS”, subrayó.

“Después de que pase todo esto las compañeras que están informales y los empleadores deben pensar de manera distinta, porque de todo esto tenemos que sacar algo que nos enseñe como seres humanos: si yo doy parte de mi vida a una familia, esa familia me tiene que devolver lo que yo hice por ellos”, concluyó Gandara.

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