El físico canadiense James Peebles, y los cosmólogos suizos Michel Mayor y Didier Queloz serán galardonados el 10 de diciembre con el Nobel de física por sus teorías cosmológicas y sus descubrimientos de exoplanetas. La entrega del Nobel conmemora la nueva forma de comprender la estructura del universo y el hallazgo de los primeros planetas que orbitan una estrella de tipo solar por fuera de nuestro sistema.

La academia asegura que estos descubrimientos cambiarán para siempre la concepción de nuestro mundo y el lugar que ocupamos en el universo. El premio de cerca de US$850.000 será dividido entre los tres ganadores, una mitad para Peebles y la otra para Mayor y Queloz. 

Philip James Edwin Peebles, doctorado por la universidad de Princeton, desarrolló las bases para la descripción estadística de la estructura del universo. Su destacada labor e investigación sobre la evolución del Universo desde el Big Bang es la razón por la cual se le considera uno de los padres de la cosmología. Actualmente se dedica al estudio de la materia oscura e intenta comprender cómo se originan las galaxias.

A través del trabajo de este nobel canadiense y de las nuevas formas de observar y medir el universo, la cosmología evolucionó desde una cuestión filosófica especulativa hasta convertirse en una ciencia basada en fundamentos matemáticos.

Luego de enterarse de que sería galardonado con el Nobel, Peebles dio una charla en la universidad de Princeton. El científico de 84 años de edad habló sobre cuál fue la observación que mayor sorpresa le causó durante el desarrollo de la cosmología y admitió que “el actual estado de las cosas es una total sorpresa”, para luego añadir que “el universo es capaz de sorprendernos, y lo hará de nuevo.”

Los cazadores de planetas

Mayor y Queloz revolucionaron la astronomía abriendo camino a nuevas teorías sobre los procesos físicos responsables del nacimiento de los planetas. Destacan por su hallazgo en 1995 de “51 Pegasi b”, un gigante compuesto principalmente de gas, el primer planeta hallado fuera de nuestro sistema solar que orbitaba alrededor de una estrella parecida al sol y que sería el primer ejemplo verificable de exoplaneta. Desde entonces, se han descubierto cerca de 4.000 exoplanetas en la Vía Láctea. 

Entrevistado por la ABC, Mayor respondió sobre la posibilidad de vida en esos exoplanetas: “la vida es un procedimiento normal en el desarrollo del Universo” pero no por eso será similar a la vida en la tierra, sino que “podría ser extraordinariamente diversa en cada lugar e incluso tener diferencias fundamentales”.

Por otra parte, Mayor rechazó la posibilidad de emigrar a otro planeta en caso de una crisis que convierta a la Tierra en un mundo inhabitable. Según declaró a la agencia France-Presse (AFP), “si estamos hablando de exoplanetas, las cosas deben quedar claras: no vamos a migrar allí”. Los planetas conocidos en nuestro sistema solar no permiten 

albergar vida humana y los exoplanetas están demasiado lejos como para colonizarlos.

Actualmente Mayor, de 77 años, está retirado de la investigación científica, pero Queloz ocupó su lugar. Cuando descubrió “51 Pegasi b” tan sólo era un estudiante, un discípulo de Mayor. Actualmente tiene 53 años, así que su carrera en la investigación astronómica recién está comenzando y ha declarado en varias entrevistas que se encuentra muy entusiasmado por los avances a nivel tecnológico que la astronomía ha logrado en tan poco tiempo. 

Actualmente se encuentra trabajando en el desarrollo de un sistema localizador de planetas terrestres (con estructura similar a la Tierra) en el telescopio Isaac Newton, localizado en La Palma, Islas Canarias. 

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