El peso de los indiferentes

Los flashes de las cámaras comenzaron a disparar: ingresó Guido Manini Ríos, senador y líder de Cabildo Abierto (CA), el protagonista de la jornada. Se lo notaba sereno, con la ventaja de saber que su desafuero no iba a ser aprobado. Pasada la medianoche, esto se confirmaría. Se necesitaban 21 votos afirmativos; sólo hubo 15, provenientes del Frente Amplio (FA) y del sector Ciudadanos del Partido Colorado (PC). El senador tomó asiento y algunos legisladores del Partido Nacional (PN) se acercaron a saludar. 

En un extremo de la Cámara de Senadores se pudo observar a la senadora de la oposición, Amanda Della Ventura, quien portó una remera con la leyenda “Todos somos familiares”, al igual que su correligionario Óscar Andrade, mientras que Mario Bergara, respetando las medidas sanitarias, tenía un tapabocas con una margarita ilustrada, insignia de la organización de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos.

Sonó el timbre que da aviso del comienzo de la sesión.  Arribaron los senadores faltantes. La presidenta de la Cámara, Beatriz Argimón, le dio la palabra al senador del FA, Charles Carrera. En su intervención presentó el  informe de la comisión encargada de analizar el tema y expuso sus argumentos y los de su sector a favor del desafuero del ex comandante en jefe, a quien volvió a acusar por omisión. Carrera dijo además que la imputación de Manini Ríos no se puede entender como un ataque contra el Poder Legislativo, porque fue previa a que Manini fuese senador.  

La discusión en el Senado fue el punto final de un proceso que se inició cuando el fiscal Rodrigo Morosoli envió la solicitud de levantamiento de fueros de Manini Ríos. Según informó a Sala de Redacción el politólogo Daniel Chasquetti, la solicitud fue enviada en 2019 pero la pasada legislatura entendió que no le competía a ella tomar la decisión porque Manini fue electo para la actual.

Chasquetti hizo un balance sobre la sesión que se llevó a cabo el día de ayer. Mencionó que la acusación consiste en que Manini atrasó 310 días el expediente cuando su deber como funcionario público era denunciar ante la justicia o elevar a su superior, Jorge Menéndez, que el represor José Nino Gavazzo había cometido los crímenes que había confesado en el Tribunal de Honor.

El politólogo sostuvo que Manini Ríos “tiene temor de ir a la justicia y que lo condene”, y lo que ocurrió es que hay “una especie de acuerdo entre el Partido Nacional y Cabildo Abierto basado en el acuerdo de coalición”. Explicó, además, que por esta razón el oficialismo debió “asumir el costo de no levantar los fueros” y añadió que de esta forma “el presidente y su partido se aseguran de tener a la Coalición bien atada durante un tiempo bastante largo”. 

En la misma línea, el senador opositor Daniel Olesker dijo a SdR que “es claro que existe una responsabilidad integral de gran parte de la Coalición, pero en particular del Partido Nacional”. En este sentido, su correligionario José Carlos Mahía dijo a Sdr que “la necesidad tiene cara de hereje, el PN para gobernar precisa de Cabildo Abierto y los votos se deben a la necesidad de seguir gobernando el resto del período. Son presos de la posición más conservadora”.

Una de las cuestiones que prevaleció durante todo el debate fue si el senador de CA informó o no al hoy fallecido ex ministro de defensa Menéndez sobre la confesión de Gavazzo, quien reconoció haber tirado al Río Negro el cuerpo de Roberto Gomensoro en 1973.

Alrededor de las 11 horas la senadora del PN Carmen Asiaín tomó la palabra y comenzó con su exposición en defensa del senador cabildante, pero por problemas de audio se la interrumpió y se procedió a realizar un intermedio de diez minutos. Algunos parlamentarios aprovecharon para distenderse y abandonar la sala. Pasado el tiempo, se reanudó la sesión y la senadora nacionalista continuó con su oratoria. Citó a Casinelli Muñoz: “Los legisladores sólo pueden ser procesados por la Cámara”, a la vez que señaló que no existe mérito para suspender al senador Manini Ríos. 

-No había obligación jurídica (por parte de Manini) de denunciar un delito que ya había sido procesado- manifestó Asiaín. 

Además, acusó de ocultamiento al Poder Ejecutivo y al entonces presidente del país, Tabaré Vazquez, y dijo que “desde el punto de vista humanitario se homologó”. “Habría que ver la verdad del otro lado”, finalizó.

Chasquetti dijo a SdR que la discusión se pasó de fundamentos jurídicos a fundamentos políticos, y que la estrategia del PN fue tratar de decir que el fiscal no había tenido en cuenta la responsabilidad de Tabaré Vázquez y de Miguel Toma, ex secretario de Presidencia.

El siguiente en realizar su intervención fue el senador del PC e integrante del sector Ciudadanos -único sector de la Coalición Multicolor que se manifestó a favor del desafuero- Pablo Lanz, quien observó que “corresponde levantar los fueros”. Para el sector Ciudadanos se debe “confiar” en “la rectitud de los jueces e independencia del Poder Judicial”.

En el punto de mira

Pasadas las doce del mediodía y luego de la presentación de informes, Manini Ríos comenzó su exposición ante la expectativa y atenta mirada de todos los presentes. En esta dio un listado de argumentos para justificar su cambio de postura respecto a la entrega de los fueros y se defendió de las acusaciones de la oposición. El senador de CA dijo haber sufrido “hostigamiento” por el caso Gavazzo: “Se nos citó a declarar en fechas próximas a las elecciones nacionales”, apuntó. También reconoció el apoyo y lealtad de sus votantes a quienes no quiere defraudar, y acusó al FA de confabular una operación para sacar a su partido de la coalición.

“Los fueros son de la Cámara, no del legislador”, sentenció el ex comandante en Jefe del Ejército. 

Manini aseguró que la Fiscalía “está sesgada” y la acusó de estar “politizada”: “Es claro que no oculté nada”, dijo. “El 13 de febrero de 2019 yo entrego las actas, ¿por qué no fui cesado hasta esa fecha? Soy cesado por el escrito donde cuestiono a la justicia”, determinó.

El líder de CA hizo especial énfasis en el “desespero de ciertos actores políticos bajo «desafuero o complicidad»”, lo que tildó como “consigna tribunera”: “¿Qué es lo que tanto los desespera?”. Esto resonó en la bancada del FA, a la que se vio inquieta durante el discurso y en un constante intercambio de opiniones.

“Somos independientes y actuaremos siempre con independencia”, señaló el legislador en referencia al partido del que forma parte. 

-No somos antidemocráticos, no defendimos nunca a la dictadura. Respeto a los derechos humanos, condeno los hechos. ¿Dónde está el encubrimiento del cual hablan? Yo entregué todo el 13 de febrero- enfatizó 

Beatriz Argimón tuvo que interrumpir varias veces el discurso del senador porque, según consideró, realizó “alusiones políticas”; también le aclaró que debía limitarse a hablar de lo que se discutía el día de la fecha.  

Después de casi 60 minutos de exposición, el senador Guido Manini Ríos dio por finalizado su discurso y el que tomó la palabra fue José Bayardi, senador del Frente Amplio y ex ministro de Defensa Nacional.

 -Me duele el uso que se hace del compañero Menéndez- apuntó. 

Manini, con mirada firme y ceño fruncido, escuchó de forma atenta las palabras de Bayardi. Sanguinetti, por su parte, lo hizo de pie en tanto intercambiaba palabras con sus correligionarios.

En su discurso, el senador líder de Batllistas y ex presidente de la República dijo no ver “intencionalidad criminal” y tener la “convicción de votar con claridad y conciencia”. Expresó que sacar del Parlamento a un senador que obtuvo el 10% de los votos sería tener un Parlamento “menos democrático”.

Por otro lado, la senadora opositora Liliam Kechichián calificó de “canallada” que se hable de Jorge Menéndez y, al igual que algunos de sus correligionarios, señaló que en cuanto a Manini “surgen una cantidad de contradicciones que pudimos identificar en sus declaraciones a la Fiscalía y a los medios de prensa”.

En esta línea, el senador Mario Bergara cuestionó si se avanza “en el camino de la verdad o del ocultamiento” y opinó que “el senador debe comparecer ante la justicia como cualquier hijo de vecino”. Como era de esperarse, el nombre del ex general, Guido Manini Ríos, fue eco y partícipe de todas las exposiciones; sin embargo, Bergara optó por utilizar “el senador desaforable” en referencia al protagonista de la jornada. 

-Familiares no busca un enemigo presente sino un familiar ausente. Continuaremos librando la batalla por verdad y memoria- finalizó.

Daniel Olesker expresó a SdR que el gobierno “aplica a rajatabla el liberalismo económico con un gran ajuste” y sin embargo “cuestiona la base del liberalismo político que es la separación de poderes, ya que cuestiona el sistema judicial y el principio constitucional de la ley”.

“El FA respondió también con argumentos políticos, centrándose en la confesión que hizo en campaña Eduardo Lust, abogado de Manini Ríos, quien explicó que la estrategia era dilatoria hasta poder alcanzar fueros”, observó Chasquetti.

“La posverdad se llama desafuero o complicidad”, comenzó su intervención el senador blanco Sebastián Da Silva, que significó risas y bromas para algunos de los presentes. “Se han pasado por las patas el buen nombre, el honor y la familia”, dijo en una clara referencia a la oposición un tanto tradicional que apela a los viejos valores. Además, se definió como un “hijo de una circunstancia” con la que no está relacionado y añadió que “estar en el medio” no lo hace “menos patriótico, ni menos uruguayo, ni menos oriental”.

Previo a la votación del desafuero, Manini Ríos se retiró de la sala tal como había comunicado y sobre la medianoche del día miércoles, luego de un debate que duró más de 12 horas y que contó con largas alocuciones de todos los senadores allí presentes, se rechazó la solicitud del fiscal que pretendía imputar al ex comandante en jefe. 

De frente a la impunidad

Mientras transcurría el debate en el Palacio Legislativo, Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos convocó a una concentración en la Plaza Primero de Mayo a las 15 horas. Estaban situados frente a la estructura monumental, emblema de la calidad democrática del país, donde comenzaron épocas oscuras del país. Cada uno de los integrantes, junto con otros participantes que se acercaron para acompañar, sostenían fotografías en blanco y negro representando a cada una de las víctimas del terrorismo de Estado cuyo paradero aún se desconoce.

Sobre la declaración de Manini Ríos “siguen prisioneros de ese odio que los ha movido toda la vida”, Elena Zaffaroni, integrante de Familiares, expresó que el senador “tiene esa formación, la de la doctrina de seguridad nacional donde el otro es un enemigo”, y añadió que “el concepto de la guerra no es válido cuando se ha demostrado que las madres han sido un ejemplo para el país de dignidad, de lucha, de paz, de amor, de firmeza, de búsqueda de sus hijos”.

-Manini tuvo toda la oportunidad siendo comandante en jefe de investigar. La única vez que aportó un dato era falso, no permitió que se cuestionara e investigara. Era un dato de un enterramiento que no aportó nada. No había nada, fue una distracción, como hicieron siempre. No sé si algún otro integrante de Cabildo Abierto ha tenido esa intención. 

La integrante contó que dirigentes del Frente Amplio se comunicaron con la organización para sumarlos a la convocatoria bajo el lema “desafuero o complicidad”, pero prefirieron realizar su manifestación de forma autónoma, “abierta para todos, sin banderas partidarias”.

Sumó que aún tienen pendiente una reunión con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, pautada para la semana próxima. También explicó que Javier García, ministro de Defensa Nacional, estuvo en contacto con otros integrantes y aportó información “que sirve para seguir algún hilo”. No saben específicamente el contenido, pero niega que sea “algún dato contundente sobre un enterramiento” y agregó que “es un dato que ellos consideran importante, interesante, pero lo van a seguir investigando”. Resaltó la “actitud colaborativa” del ministro, pero la necesidad de una “actitud proactiva en la búsqueda”.

Varios jóvenes se acercaban a saludar y conversar con Zaffaroni. Las horas transcurrían, el debate continuaba pasando la puerta del Palacio Legislativo y ella se iba convirtiendo en una manifestante más entre el centenar de personas unidas por la misma causa.

Camila Méndez / Paulina Molaguero