Investigadores de la Facultad de Ciencias presentaron un informe sobre las condiciones actuales de la sequía y la perspectiva de lluvias para la semana que va del 19 al 25 de mayo. En la presentación, el jueves 19, Marcelo Barreiro y Madeleine Renom, investigadores del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y Física de los Océanos, anunciaron la proximidad de lluvias, la cual ocurrió con cierta timidez.
De acuerdo al boletín pluviométrico del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), las precipitaciones ocurridas el pasado viernes registraron un acumulado de apenas 6 milímetros sobre la cuenca del Santa Lucía, una de las más comprometidas para el abastecimiento de agua potable para Montevideo y la zona metropolitana. En tanto, según declaraciones realizadas por el meteorólogo José Serra a El País, Uruguay necesita un promedio de 50 milímetros de “precipitaciones continuas” a lo largo de cinco o seis días para dejar atrás el déficit hídrico.
En el informe presentado por los investigadores se menciona también que los registros históricos dan cuenta de lo excepcional de la situación actual; no se evidencia, en los últimos 44 años, un déficit de lluvias de tal magnitud. Si bien los últimos tres años nuestro país estuvo bajo la influencia del fenómeno climático La Niña, el comportamiento de lluvias en cada año fue variable, lo que hace ver que este fenómeno no es la única causa de la actual situación.
La Niña y El Niño
“En este momento estamos saliendo de una Niña fuerte”, explicó a Sala de Redacción Rodrigo Gurdek, PhD en Biología Marina con especialización en Oceanografía Biológica y Física, y agregó que “la sequía es una de las características para nuestra región”. A su vez, se inicia un período de neutralidad que, según los principales modelos climáticos, se espera acabe en la segunda mitad del año para recibir al Niño y, con él, las lluvias. Algunos modelos predicen que este Niño será fuerte, pero no hay aún consenso al respecto. Ambos eventos tienen un importante impacto a nivel mundial y la variabilidad climática a lo largo del año está en gran parte influenciada por ellos.
¿Qué son estos fenómenos y por qué se llaman así? En una entrevista realizada para el programa radial No toquen nada, Marcelo Barreiro, docente grado 5 del Departamento de Ciencias de la Atmósfera de la Facultad de Ciencias, explicó que el Niño está caracterizado por el calentamiento de las aguas del pacífico ecuatorial y tiene un pico de actividad sobre fines de diciembre de manera periódica. “En Perú, los pescadores, que estaban muy enterados de que el fenómeno los afectaba, lo llamaban así porque está cerca de Navidad, por el niño Jesús”. Por otro lado, durante la Niña, las aguas entran en una fase de enfriamiento, lo que provoca un cambio en la climatología regional con el efecto contrario al anterior. Es así que ante la circunstancia de buscarle un nombre se vieron alternativas como el Viejo o la Niña y finalmente se optó por este último.
Si bien estos fenómenos están directamente relacionados entre sí, según explicó a Sala de Redacción Nathalie Muñoz, licenciada en Ciencias Biológicas, máster en Ciencias Ambientales e investigadora del Centro Universitario de la Región Este de Udelar, ambos fenómenos se inician por cambios en un mismo proceso climatológico en el océano Pacífico, durante el que se producen modificaciones en las corrientes marinas, varía la temperatura del agua y con ella los vientos alisios.
Fuente: Dirección Meteorológica de Chile
Durante la Niña, baja la temperatura del agua sobre la costa occidental de Sudamérica y las corrientes llevan el agua cálida a las costas asiáticas del Pacífico, lo que hace que se vuelva una zona particularmente lluviosa. Por otra parte, durante el Niño, los vientos soplan en sentido contrario, producto de los cambios en las corrientes que traen el agua cálida hacia nuestro continente, volviéndolo seco y caluroso. Si bien estos fenómenos están interconectados, no necesariamente al terminar uno inicia el otro, afirmó Gurdek, y agregó que pueden ocurrir períodos neutrales con climas templados y humedad moderada. Estos períodos de neutralidad son cíclicos y pueden durar algunos meses o hasta siete años, de acuerdo a los registros históricos de climatología.
Según los datos que se manejan, este será un ciclo neutral corto ya que se estima que el Niño llegue a nuestro país sobre el mes de agosto y, en base a las afirmaciones de observadores del servicio de meteorología de Australia, es probable que tenga una fuerte presencia, lo que haría pronosticar una próxima temporada estival mucho más moderada que la anterior.
Según el pronóstico publicado por Inumet en su página web, los próximos días serán de esperar nuevamente lluvias en el territorio nacional entre el 24 y el 26 de mayo. En su cuenta de Twitter, el organismo emitió un aviso a la población por la probabilidad de lluvias y tormentas fuertes, con un acumulado en el entorno de los 50 milímetros para la cuenca del Santa Lucía y el Río de la Plata.