Son semanas intensas en el ámbito educativo: tras una oleada de ocupaciones en múltiples centros de formación docente y en algunos liceos, el diálogo entre el movimiento estudiantil, los sindicatos y las autoridades de la enseñanza se encuentra en tensión. En este contexto, durante la tarde del martes se realizó una movilización convocada por la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay (CSEU) y estudiantes organizados de distintos ámbitos: Secundaria, UTU, Formación en Educación y la Universidad de la República (Udelar).

La marcha, que fluyó desde la explanada de la Udelar hasta la sede del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), convocó a miles de personas que se movilizaron en contra de la actual reforma educativa impulsada por el gobierno. Entre las canciones de protesta habituales, se pudieron escuchar algunas más aggiornadas al escenario actual: “Sin docentes ni estudiantes, ¿qué reforma vas a hacer?”, interpelaban los cánticos dirigidos a Robert Silva, presidente del Codicen. 

La denuncia de falta de diálogo y escucha desde el gobierno para encarar la reforma educativa es una constante en los reclamos de las agrupaciones docentes y estudiantiles en este último tiempo. “Nosotros no planteamos un no rotundo a la reforma, sino que exigimos un aplazamiento razonable para el año 2024, de manera que a fin del 2023 se genere una discusión genuina entre todas las partes”, afirmó en la oratoria final de la marcha Valentina, integrante del Gremio de Estudiantes de Magisterio (GEM), en representación del movimiento estudiantil. 

Una vez que los miles de manifestantes arribaron al escenario ubicado sobre la Avenida Libertador, la presentadora saludó a los colectivos provenientes de distintas partes del país: luego del nombre de cada departamento se pudo escuchar, contundentemente, el “presente” de los manifestantes. Durante la semana anterior, los centros de estudiantes de Formación en Educación de distintos puntos del país habían sido protagonistas de medidas de ocupación. Así, el Centro de Estudiantes del Centro Regional de Profesores (Cerp) del Este, en Maldonado; el Centro de Estudiantes del Cerp Sur, de Atlántida; el Centro de Estudiantes del Instituto de Formación Docente (IFD) de la Costa; y el Centro de Estudiantes del Cerp del Centro, en Florida, forjaron una acción estudiantil simultánea sin precedentes.

Marcha de gremios y sindicatos de la educación , el 23 de agosto. Foto: Manuel Ulfe / Sala de Redacción.

Repudios

En representación de los trabajadores de la ANEP, Cecilia Klein, docente e integrante del Sindicato de Docentes de Formación en Educación, denunció en su discurso que el gobierno cuestiona a las organizaciones por las medidas de lucha tomadas, pero “se olvida de decir” que fue el Ejecutivo el que determinó “recortes brutales a la enseñanza, afectando a los sectores más vulnerables”. Entre los motivos, afirmó que “es porque no saben lo que es pisar el aula todos los días y enseñar en salones húmedos y fríos”. Klein señaló que, paradójicamente, “no dudan en gastar 95.000 dólares para regalar camisetas de la selección, convirtiendo una prueba diagnóstica en una competencia”, en referencia a la compra de camisetas celestes que realizó ANEP como obsequio para los estudiantes que realizarán las evaluaciones PISA.

“El gobierno se ha empecinado en realizar una reforma educativa exprés”, afirmó la sindicalista, y expresó que, aunque se habla de diálogo, no se escucha a los estudiantes y que los quieren “sumisos”. Por último, Klein se refirió a la discusión desatada por las autoridades en torno a la legalidad de las ocupaciones y acusó al gobierno de “desviar la mirada” del conflicto. Por su parte, repudió los desalojos realizados por la policía en las últimas semanas: “Detrás del discurso de la ilegalidad se busca imponer el ‘no te muevas’”, sentenció. 

Durante la oratoria, en reiteradas ocasiones se escucharon voces de repudio a la senadora nacionalista Graciela Bianchi, a quien se acusó de haber utilizado noticias falsas para difamar a militantes estudiantiles y sindicales. En particular, se condenaron sus dichos sobre un estudiante del Instituto de Profesores Artigas (IPA) sobre quien insinuó en Twitter que estaba inscripto en la institución desde hace más de 12 años. Ante el episodio, el propio joven, de 22 años de edad, desmintió las acusaciones y compartió fotos de su cédula de identidad en la misma red social.

Tampoco faltaron menciones a Hugo Sosa, director de Compras de la Intendencia de Colonia, que días atrás publicó en su cuenta fotos de estudiantes que se movilizaban por la Avenida General Flores de Colonia del Sacramento en el marco de las protestas de centros de Formación en Educación. A las fotos adjuntó el texto: “No quedan dudas, están buscando un nuevo Líber Arce”. El tuit fue eliminado horas después por sus repercusiones virales. 

Paro nacional

En los días previos a la marcha, los sindicatos de docentes y de funcionarios de Secundaria convocaron a un paro nacional de la enseñanza para la jornada, en reclamo por “el ajuste estructural”, “la pérdida de espacios de participación y negociación” y “en respaldo al movimiento estudiantil”. En diálogo con Sala de Redacción, José Olivera, presidente de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) calificó a la jornada como “un éxito rotundo”, especialmente teniendo en cuenta que fue “organizada de urgencia”, en 48 horas. Asimismo, celebró el nivel de adhesión del movimiento estudiantil y sindical, así como las movilizaciones simultáneas en distintos puntos del país, ya que “Montevideo fue solo una parte”. 

Para finalizar, Olivera señaló que los sindicatos se encuentran a la espera de que “el Codicen dé algún mensaje” para generar un espacio de diálogo. “Nosotros seguimos insistiendo en que cuando los tiempos electorales entran a marcar el ritmo de los tiempos educativos estamos frente a un gran problema”, remarcó el dirigente, e insistió en que la reforma impulsada por las autoridades “no cuenta con el respaldo de los docentes, ni de los estudiantes”. Por el contrario, sostuvo que enfrenta “resistencias de las propias familias” de los estudiantes.

Marcha de gremios y sindicatos de la educación , el 23 de agosto. Foto: Manuel Ulfe / Sala de Redacción.

La lucha continúa

Durante este miércoles, los estudiantes del Centro de Estudiantes del IPA (Ceipa) volvieron a ocupar su casa de estudios mediante un paro de extensión indeterminada también acompañado por docentes. Además de manifestarse en contra de la reforma curricular inconsulta y de exigir una universidad de la educación autónoma y cogobernada, se reclama que el 15% de los estudiantes de Formación en Educación accedan a becas. “No puede ser que las becas para formación en educación sean alrededor de 500 para todo el país”, dijo a Sala de Redacción Agustina Disiot, militante estudiantil del Ceipa.

El paro indeterminado no solo tiene lugar en el IPA. Varios centros del país se adhirieron a la medida, entre ellos el IFD de la Costa, el Cerp de Atlántida y el de Maldonado. Además, en el transcurso de los próximos días los estudiantes planean realizar talleres de “autodefensa” y de formación sobre la reforma y sus “implicancias negativas” para el sistema educativo.  

Disiot también destacó que, en la marcha del martes, los estudiantes de Formación en Educación se sintieron “abrazados por todo el pueblo”. Consideró que luego de la marcha y la oratoria final, el movimiento estudiantil se vio fortalecido. Acerca de los cuestionamientos sobre la magnitud de las movilizaciones, apuntó que “aquellos que dicen que somos cuatro gatos locos están demasiado equivocados, porque eran cuadras y cuadras de estudiantes y docentes manifestándose en busca de mejorar la educación pública”. 

Rodrigo Travieso, Manuel Ulfe

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