En diálogo con Sala de Redacción, Martín Surpin, politólogo argentino y dueño de la consultora política CIGP, definió a Javier Milei como alguien con “dos caras de una misma moneda” porque discursivamente es de “derecha revolucionaria” pero en los hechos no hace más que “mostrar su conservadurismo”. Por otra parte, el politólogo uruguayo, Antonio Cardarello, lo definió como una “figura antisistema”.
Javier Milei es economista, político, docente y -desde diciembre de 2021- congresista argentino, puesto que alcanzó tras participar en las elecciones legislativas de 2021, cuando obtuvo un 17% de los votos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esto le permitió a su partido, La Libertad Avanza, quedarse con dos bancas de diputados, una de ellas, ocupada por él. Este resultado consolidó a su fuerza política como la tercera de esa región del país.
El estilo polémico
Con constantes apariciones mediáticas, Milei tiene un estilo confrontativo que le ha hecho trascender el ámbito político propiamente dicho y ganar adeptos en otras esferas de la sociedad. Cardarello afirmó que este estilo funciona en momentos de polarización política y redes sociales activas, pero también advirtió que lo hace ante un “público limitado y poco renovable”. Asimismo, Surpin considera que el discurso político del economista, su estilo disruptivo, “llegó a su techo”, ya que ahora deberá ser más cauteloso para no desmejorar su imagen de cara a las elecciones del próximo año. Además, catalogó a Milei como un “outsider”, y lo comparó con otros políticos de igual o mayor influencia mediática como Mauricio Macri y Francisco de Narváez, quienes lograron cargos políticos tras ser reconocidos empresarios.
El principal cuestionamiento que hace Milei es hacia lo que él denomina la “casta política”, es decir, los políticos, a quienes culpa de la actual situación de Argentina. El ahora congresista, se autodefine como “anarcocapitalista” y sus principales propuestas durante la campaña fueron disminuir el costo del Estado a través del recorte de varios ministerios, así como también dolarizar la economía por medio de la entrega de varias reservas con las que aún cuenta Argentina.
Su carácter y sus declaraciones públicas derivadas de su ideología liberal y “anarcocapitalista” han generado polémicas en intercambios televisivos y otras esferas de discusión. La más reciente ocurrió cuando se mostró a favor del mercado de órganos por considerarlo “un mercado más”, lo que generó un rechazo inmediato en la sociedad argentina. Según una encuesta de la consultora Ricardo Rouvier & Asociados, 7,5% estuvo a favor de su planteo y 76,2% lo desaprobó.
Otra de las propuestas que generó polémica fue la iniciativa de privatizar la educación pública. Este proceso, presentado para desarrollar a largo plazo, se iniciaría con la implementación de un sistema de vouchers y les permitiría a las personas elegir dónde estudiar. Según Milei, “con este sistema se recaudan fondos para educación y todas las instituciones son aranceladas, ya sean de gestión estatal o privada”. El 72,8% de las personas se mostró en desacuerdo con esta iniciativa, según el estudio de Ricardo Rouvier & Asociados. El economista también se mostró a favor de la libre portación de armas y de la legalización del consumo de drogas, medidas que, según la consultora, rechaza 48,6% y 68,2% de la población, respectivamente.
Cardarello expresó que el éxito de Milei “surge en un momento de descreimiento”, donde los partidos establecidos “no han logrado dar respuesta a la crisis económica” y, por ende, se genera el contexto para “el auge de figuras antisistema”. Además, sostuvo que en tiempos de bonanza económica “difícilmente habría margen para esta clase de discursos”. Surpin, por su parte, sostuvo que el economista “aprovechó de gran manera la decadencia política de las dos últimas coaliciones de gobierno”, y además, reconoció el éxito de la propaganda.
Presente y futuro
Desde que forma parte del Congreso, Javier Milei no ha presentado ningún proyecto de ley, no ha integrado ninguna de las 46 comisiones que se han creado y pronunció un solo discurso en el recinto político.
En la última encuesta de opinión realizada por la consultora CIGP, publicada el 10 de agosto, el sector político encabezado por Milei tiene una intención de voto del 13,56% a nivel nacional. Esto significa un descenso con respecto a lo logrado en Buenos Aires, pero lo mantiene como la tercera fuerza política de Argentina. Por otra parte, con base en el estudio presentado por CB Consultora, a partir de una encuesta realizada a nivel país a 3.075 personas, Milei tiene un 43,3% de aval y 42,8% de desaprobación en la sociedad argentina; junto con Horacio Rodríguez Larreta, Facundo Manes y Gerardo Morales es uno de los principales dirigentes políticos con saldo positivo; en cambio, el presidente de la República, Alberto Fernández, tiene 27,9% de imagen positiva y 68,3% de imagen negativa.
Sobre la posibilidad de repetir a nivel nacional la performance lograda en las elecciones legislativas, Surpin afirmó que esto es una “utopía”, ya que a Milei “le hacen falta referentes a nivel país”. Para el politólogo argentino esta situación está lejos de cambiar, puesto que Juntos por el Cambio, el sector fuerte de derecha, “no está interesado en una alianza política”, y tiene como objetivo “debilitar” al sector libertario para frenar la fuga de votos a la derecha conservadora. En el mismo sentido, el congresista se mostró en contra de una alianza con Juntos por el Cambio en varias ocasiones, a quienes acusó de “tibias palomas que pactan con los zurdos”.