La situación del portal Ecos en los últimos días ha sido incierta y ha generado una serie de consecuencias que incluyen desde el despido de su editora, amenazas de no pagarle a los trabajadores la indemnización en caso de que se los cese de sus actividades, hasta un cambio de enfoque del medio, que dejaría de ser periodístico para convertirse en parte del organismo de la campaña política del millonario Juan Sartori, dueño del portal.

La editora de Ecos, Magdalena Herrera, publicó el 4 de julio en Twitter que había sido despedida y que nunca fue notificada oficialmente, sino que se enteró a través de un comunicado de prensa de la campaña de Juan Sartori.

Sala de Redacción habló con el abogado de Herrera, Pablo Ferrari, y además accedió a una fuente dentro de Ecos (que prefirió mantener su nombre en reserva). En concreto, el director de campaña de Sartori, Óscar Costa, se comunicó con Herrera el martes 2 de julio para informarle que el medio no iba a continuar trabajando como portal de información sino que pasaría a ser un “brazo político” del candidato blanco para apoyar su camino hacia el Parlamento. La editora, preocupada por todo su equipo de periodistas, le consultó a Costa qué pasaría con ellos, a lo que él le respondió que se tenían que adaptar a las nuevas reglas o de lo contrario deberían renunciar.

Luego de un intercambio de palabras, la implicada le manifestó que eso era un despido indirecto y por ende les correspondía una indemnización, pero Costa alegó que no se les iba a pagar.

Los diarios El Observador y El País accedieron a esa información y, mientras sus periodistas redactaban artículos al respecto, los encargados de prensa de Sartori se enteraron. 48 horas después de la primera charla con con la periodista, Costa se comunicó nuevamente para “cambiar su discurso”, según la fuente de Ecos consultada. El jefe de prensa le transmitió a Herrera que “había habido un malentendido”, ya que la línea informativa no iba a cambiar sino que iban a publicar más columnas periodísticas sobre el empresario.

Por otro lado, la implicada admitió a El Observador que durante las elecciones internas la presionaron -Costa específicamente- para que publicara artículos “periodísticos” en contra de los otros precandidatos. Herrera se negó y les dijo que accedería a publicar columnas de opinión firmadas. Asimismo, la fuente consultada afirmó que Sartori se quejó de que Ecos no lo respaldó cuando fue atacado por sus compañeros del Partido Nacional previo a las elecciones.

Ferrari, abogado especializado en derecho laboral, informó a Sala de Redacción que van a citar a los representantes de Ecos al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) para “una audiencia de conciliación previa” y que si esa instancia no prospera, entablarán una “demanda oficial”. Asimismo, el abogado confirmó que tienen una “batería de pruebas importantes” y que, de todos modos, “con los hechos notorios que existen, ya hay elementos probatorios suficientes como para configurar el despido”.

En cuanto al resto del equipo que trabaja en la empresa, Ferrari afirmó que se reunió con ellos pero que aún no está determinado qué va a pasar ya que cada caso es diferente. “La próxima semana tendremos la segunda reunión con los periodistas”, aclaró. Cabe destacar que, según la información a la que accedió SdR, Ecos tiene a periodistas trabajando en negro, es decir, que no están registrados en el Banco de Previsión Social (BPS).

Sartori, por su parte, habló el pasado lunes con Radio Carve y aseguró que el portal durante toda la campaña política supo estar “del lado de la neutralidad” y esto seguirá así pese al cambio de autoridades. “Yo más que nada lo financio, no es un muy buen negocio y pierde plata, así que si a alguien le interesa podemos hacer negocio”, ironizó el millonario. 

El Consejo Directivo Central de la Asociación de la Prensa Urugugaya (APU) comunicó mediante su página oficial de Twitter su “más absoluto rechazo” por las decisiones que tomó Sartori para con sus empleados. Explicó que, si bien el empresario puede hacer con su empresa lo que desee, no puede cambiar las reglas del juego y obligar a los trabajadores a renunciar, sin pagarles una indemnización. Para finalizar, APU hizo una petición directa al empresario: que dé marcha atrás en el cambio de orientación del portal Ecos y en caso de no hacerlo, que cumpla con las normas y pague el despido a los empleados.

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