Este domingo tuvo lugar la quinta edición de Expo Bon Gût edición Pastelería 2023. El evento reúne cada año cerca de 100 propuestas gastronómicas en torno al dulce mundo de la pastelería. Sala de Redacción recorrió las instalaciones del magnífico Hotel de Prado, que en cada salón ofreció dulces creaciones con las más variadas opciones. Pastelería tradicional de azúcar, sin azúcar, vegana, libre de gluten, chocolates, café y licores. Algunas eran verdaderas obras de arte.

Cultura y tradición en una galletita

El recorrido resultó en un viaje cultural intercontinental, de Uruguay hasta Rusia, no sin antes pasar por Suiza para degustar unos deliciosos, pero sobre todo hermosos, “bricelets”. Estas galletitas típicas suizas tienen una larga historia que comienza en el año 1552 en los monasterios de Friburgo. Así comienzan a contar su historia Robert de León y Carolina Bethencourt, ambos descendientes suizos, radicados en Nueva Helvecia, que mantienen la tradición familiar. “Esto arrancó con mi mamá, descendiente de piamonteses”, cuenta Robert. “En un momento mi mamá necesitaba ayuda y nosotros le dimos una mano para continuar con la tradición. Ella falleció hace 4 años y decidimos continuar con su legado”, dice y continúa: “Hoy estamos abocados a mantenerla”.

Para la fabricación de estas galletas tradicionales, que se realiza únicamente de forma artesanal, se utilizan unas máquinas especiales, las cuales fueron introducidas a Uruguay a través de colonos suizos y piamonteses radicados en Colonia Valdense y Nueva Helvecia. Ambos pueblos comparten esta tradición que tiene sus raíces en los Alpes suizo-italianos. “Las máquinas no se venden, mi mamá la heredó de unos vecinos que se la regalaron”, relata. “Estas máquinas que estás viendo, me las trajo el embajador suizo el año pasado y son usadas, porque no hay nuevas”.

Foto: Verónica Severi

Originalmente los “bricelets” o “brislet” eran dulces “y así los conocimos con mi mamá”, cuenta Robert, pero “un día con esta magia de Internet, nos enteramos de que había brislet con otros sabores”, y este año innovaron con salados como ajo y parmesano. “No tenemos más porque el uruguayo es bastante conservador”, dice, “tenemos amigos de la colectividad en Chile que tienen muchas más variantes, como chile, ajo negro, oliva y remolacha”. 

Redondos o cuadrados, sus diseños estampados por las placas calientes con relieves en hierro imprimen hermosos diseños que recuerdan a mandalas. Radicados en Colonia Valdense, el emprendimiento Bricelets ofrece una variedad de opciones dulces y saladas con distribución en todo el Uruguay. 

Mucho más que dos

Carina Alassio y Virginia Ramos son las organizadoras de la feria Bon Gût. La propuesta, nacida en 2018, reúne a más de 120 emprendedores en diversas áreas como la gastronomía, el diseño y la artesanía. Se realiza mensualmente, entre los meses de marzo y diciembre, con un tema específico, pero, una vez al año se lleva adelante, como evento extraordinario, la Expo Pastelería. “Todos los meses tenemos una temática especial con actividades. Por ejemplo, en agosto fue el día de la niñez”, cuentan. 

Como todos los años tienen fuerte apoyo del Instituto Crandon, con una actividad central de charlas por parte docentes de su escuela de cocina, siguiendo su tradición de acercar la cocina a la gente en estas actividades de ingreso libre y gratuito.

Foto: Verónica Severi

“El objetivo para este año fue cubrir todos los rubros”, explica Virginia, y “tratamos de tener cocina sin azúcar, sin lactosa, sin harina y cocina para diabéticos y vegana”. El evento reúne, por sus estimaciones unas 4.000 personas que generalmente concurren en familia. En la recorrida se podían ver algunos rostros conocidos, particularmente del programa Bake Off de Canal 4.

Un primer premio con mucha historia

Ekaterina Germanovich, nacida en Zaporijia, Rusia, es la flamante ganadora de la temporada 2023 de Bake Off y llegó a Uruguay hace 14 años, trabajaba como diplomática en la embajada rusa en Uruguay, pero un día todo cambió. Ante la situación de la guerra con Ucrania, Ekaterina decidió renunciar a la embajada. Mientras estuvo sin empleo, decidió cocinar por encargo. “Yo hacía ya hace años panes y la gente que sabía me empezó a decir: ‘¿por qué no haces para vender?’. Empecé con los panes y luego me empezaron a pedir algunos postres tradicionales rusos”, cuenta. “Pero una cosa es hacer dos o tres postres típicos, esos que todo el mundo sabe hacer, y otra es sacar una producción todas las semanas”, dice.

Fue una amiga la que le sugirió que se anotara al programa: “Estábamos merendando con mi amiga uruguaya un día, comiendo una de esas tortas típicas rusas. Yo me reí porque me pareció tan ridícula la idea. Pero después me dije, ‘¡por qué no!’, así que grabé mi video de autopresentación, conté mi historia y bueno, todavía no puedo creer que gané”, dice entre risas. Actualmente espera su tercer hijo, trabaja como traductora, hace consultorías y tiene su propio emprendimiento, el cual desarrolla en el restaurante de sushi Moshi-Moshi en Punta Carretas. Un comienzo amargo, finalmente tuvo un dulce final feliz.

Foto: Verónica Severi

Algo para bajar 

Ya rumbo a la salida, podía olerse el café recién molido. Pero, unos pasos antes, un gran stand de licores llamaba la atención por su gran variedad. En Licores Grazie hay diferentes opciones como licor de naranja y cardamomo, grappa con miel, licor de cerveza negra y licor de tannat con ciruelas pasas. Este último fue elegido, en su año de lanzamiento, primer premio en bebidas en la Mesa Criolla, evento del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), en el año 2006. “Yo pensé que esto iba a ser una moda, pero no, sigue gustando”, cuenta Graciela Álvarez, dueña y productora desde hace 14 años de Licores Grazie.

Pero este no fue su único premio: “Me cuestioné por qué tanto vino tinto en el mercado, se me ocurrió hacer un licor de vino blanco e hice mi licor de Sauvignon Blanc con pasas de uva rubia. Fue premiado como el producto innovador. Cuando uno hace las cosas con amor, terminan reflejadas en el éxito”.

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