“¡Lacras inmundas!”, “El nuevo estilo de la prensa muerta de hambre.” “Periodistas de barro”. “Ojalá te echen por amarillo”, “Ocúpese de su mujer”. Estos fueron algunos de los mensajes de odio que recibieron los periodistas del diario El Observador al publicar en sus cuentas personales de twitter que Alejandro Astesiano pidió información personal sobre un viaje de Lorena Ponce de León, la esposa del actual mandatario Luis Lacalle Pou.

El Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (Cainfo) presentó este 3 de mayo, Día Internacional de la Libertad de Prensa, el noveno informe sobre periodismo y libertad de expresión en Uruguay*. Allí se muestra que en el último año hubo 66 casos de restricciones o amenazas a la libertad de prensa. Según los informes anteriores el registro de amenazas denunciadas venía en aumento hasta que se detuvo este año: en 2020 se contabilizaron 26, en 2021 aumentaron a 49 y el pasado año se llegó a la cifra máxima de 69. 

El presidente de CaInfo y director de Sudestada, Fabian Werner, habló con Sala de Redacción sobre el seguimiento de estos casos: “el número de ataques sigue siendo alto para lo que veníamos teniendo en el Uruguay. La cantidad de denuncias que nos llegan son mayores y eso tiene una repercusión directa con que podamos registrar aún más incidentes” y agregó que la organización ha aumentado la capacidad de monitoreo y así poder llegar a más casos.

Werner explicó que los casos se monitorean en todo el país, pero que la concentración se da en la capital: “consignamos en qué lugar del país sucede, cuando sucedió, quiénes son los responsables y quiénes las víctimas, pero Montevideo es el lugar donde ha habido un número mayor de casos. Y lo sustento al decir que se da por la concentración del gobierno, los partidos políticos, los medios de comunicación y sindicatos”. “Sin ir más lejos, de los 66 casos registrados este año, 59 ocurrieron en Montevideo”, subrayó. 

El odio en la virtualidad

Según en el nuevo informe de Cainfo, el “discurso estigmatizante” -que abarca los insultos que reciben los periodistas cuando realizan su labor- creció hasta convertirse en el segundo indicador más importante registrado en los ataques hacia la libertad de prensa. Mostró un aumento respecto al informe del año anterior -de 14 a 19-, lo que consolida “una tendencia que busca desacreditar y desprestigiar a medios y periodistas que difunden coberturas u opiniones que resultan molestas o irritantes a figuras públicas, especialmente vinculadas al gobierno”, según dice el informe. Las restricciones al acceso a la información continúa siendo el primer indicador en el ranking de Cainfo, es decir, el que registra el número mayor de episodios (24 casos).

Con el auge de la virtualidad y los usuarios en internet, los agravios no han hecho más que aumentar. Personas, muchas veces con perfiles anónimos, se esconden detrás de una pantalla para atacar a otros sin pensar en la mayoría de los casos en las consecuencias. Tanto es así que de los 19 casos presentados, diez fueron realizados en la red social Twitter, ya sea citando o respondiendo publicaciones de periodistas.

“Este año todos los responsables son actores estatales”, señala el informe sobre los discursos estigmatizantes y agrega como ejemplo que la senadora nacionalista Graciela Bianchi es quien más usa Twitter para generar este tipo de mensajes de odio virtuales. Cainfo expone que hay una tendencia creciente por parte de los voceros gubernamentales que se consolida en el “hostigamiento por parte de funcionarios o dirigentes políticos” en redes sociales, y exhorta a las autoridades nacionales “a pronunciarse públicamente contra los ataques, amenazas y restricciones a la libertad de expresión de periodistas y medios de comunicación”.

Fuente: Cainfo

El informe de Cainfo señala como el caso más grave la amenaza de muerte que recibió la periodista Silvia Techera por medio de una cuenta anónima de Facebook. “Buen día Silvia Techera, era para avisarte que te cuides en la calle por que tus horas están contadas, si querés tomalo como una amenaza, yo te lo digo como una aviso, te voy a hundir la cabeza a tiros en la calle, se donde vivís”, era parte del mensaje recibido a consecuencia de sus reportes sobre las actividades del crimen organizado en la frontera con Brasil.

Werner explicó a Sala de Redacción que el propio Cainfo se encuentra en la mira de los internautas: si bien no se los ha amenazado como organización, sí se los ha acusado de formar parte de una conspiración internacional para afectar al gobierno. “De algún modo es una buena noticia, porque nosotros tenemos vinculación con organizaciones de otros países que sí son amenazados y que son objeto de todo tipo de represalias”, concluyó.

*El informe completo se puede leer en el sitio web de Cainfo.

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