La Copa América Femenina, torneo organizado por la Conmebol, es el más importante a nivel de selecciones de fútbol femenino en Latinoamérica. Se disputará en Colombia del 8 al 30 de julio y otorgará cupos para la Copa del Mundo, que se disputará en 2023, y los Juegos Olímpicos de París 2024. La celeste compartirá grupo con Brasil, Argentina, Perú y Venezuela.

“Son durísimos”, pensó Yamila Badell, futbolista de la selección femenina uruguaya y del Club Nacional de Fútbol, cuando se enteró de los rivales a enfrentar en la primera instancia del torneo. De todos modos, está segura de que podrán “dar pelea” ante grandes potencias como Brasil y Argentina, expresó en diálogo con Sala de Redacción. Una postura similar tiene Sofía Oxandabarat, jugadora de Defensor Sporting y de la selección, quien dijo a este medio que es un “grupo competitivo”. Pese a que Uruguay solo superó una vez en su historia la fase de grupos, Oxandabarat se mostró confiada y dijo que pasar la fase inicial es el “objetivo real”, mientras que lograr la clasificación al mundial es el “sueño máximo”.

En ese afán de competir y dar pelea, el análisis futbolístico busca ajustar detalles con respecto a las otras selecciones. Hay diferencias en lo físico y también en el tiempo de reacción entre una competencia local e internacional; sobre esto último, Oxandabarat expresó que la competencia es tan alta que “agarrás la pelota y ya tenés una marca encima”.

Ambas jugadoras creen que la ilusión -y la convicción- de plantearse objetivos nunca antes logrados está relacionado con el crecimiento del fútbol femenino en Uruguay. Badell califica como “tremenda” la evolución alcanzada en los últimos años y tanto ella como Oxandabarat coinciden en que el próximo paso es profesionalizar la liga local. En referencia a esto, la jugadora de Nacional, dijo que “todo forma parte de una cadena”, porque profesionalizar el fútbol femenino brindará herramientas para todas las jugadoras y elevará el nivel en el fútbol doméstico, lo que generará mayor rendimiento a nivel de selecciones.

Pasado, presente y futuro

Yamila Badell tiene 26 años y podría decirse que la misma cantidad de años tiene en el fútbol. Es hija del reconocido futbolista Gustavo Badell y desde chica corre detrás de una pelota. Jugó al fútbol infantil en el Club Playa Honda, equipo en el que era la única niña entre varones. En su adolescencia pasó al fútbol femenino y jugó en Colón. En el equipo rojiverde debutó a los 14 años en Primera División y logró múltiples campeonatos locales que le permitieron ser citada por selecciones juveniles y emigrar al fútbol español, al Málaga, en aquella oportunidad.

En 2012 fue goleadora del Sudmericano Sub-17: convirtió nueve goles y guió a la selección uruguaya a su primera clasificación en un mundial organizado por FIFA. Ese logro la colocó en el radar futbolero y varios medios deportivos la señalaron como la máxima promesa del fútbol femenino de Uruguay. Esta clasificación histórica no fue lo único en lo que se destacó. En el mundial disputado en Azerbaiyán, Uruguay perdió sus tres encuentros, pero Badell anotó dos goles y logró ser la autora de los primeros goles del fútbol femenino uruguayo en mundiales FIFA.

Luego de eso su carrera fue en ascenso. Llegó a la selección mayor, a nivel de clubes, y jugó en otros equipos del exterior hasta que en 2021 volvió al fútbol uruguayo para formar parte del plantel femenino de Nacional. Fue una de las goleadoras del equipo y volvió a marcar un hito al ser semifinalista de la Copa Libertadores y convertirse en la jugadora uruguaya con más goles en la historia de ese torneo. Diez años después buscará hacer historia nuevamente y lograr la clasificación a un mundial de mayores con la selección.

Sofía Oxandabarat tiene 27 años y es oriunda de Salto. Al igual que Badell, tuvo una infancia futbolera y compartió cancha con varones hasta los 13 años. Luego de muchos años sin ser parte de un equipo, volvió a jugar al fútbol en Montevideo, en donde se estableció para continuar con sus estudios y aprovechó para probar suerte en River Plate; en ese club se ganó un lugar, aunque luego desistiría de jugar por la lejanía entre el lugar de entrenamiento y su casa. Entre 2016 y 2019 jugó el Campeonato de Interfacultades; fue goleadora en varias ediciones y logró salir campeona con la Facultad de Información y Comunicación.

En 2020, y a sus 26 años, llegó la oportunidad de jugar a nivel de la Asociación Uruguaya de Fútbol. Racing Club de Montevideo fue el destino, y todo pasaría muy rápido para la delantera salteña: en ese mismo año convirtió 20 goles y fue la máxima anotadora a nivel mayores. Además, logró el ascenso con Racing y fue convocada para la selección uruguaya. Actualmente juega en Defensor Sporting de Primera División, club con el que se consagró campeona recientemente y logró ser la goleadora del equipo. Su próximo objetivo es ganarse un lugar entre las convocadas para disputar la Copa América.

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